El crimen de la militante social Mercedes Delgado, ocurrido en enero de 2013 en Ludueña, se acerca cada vez más a juicio. Ayer, el acusado de disparar contra Delgado y único procesado por el crimen, se sometió a una audiencia oral ante la Cámara Penal. El objetivo fue revisar la prisión preventiva del imputado. Los defensores del chaqueño, como apodan al sospechoso, sostuvieron la existencia de un exceso en la legítima defensa y buscaron así alivianar la situación de su cliente aunque la magistrada desestimó el planteo y confirmó la prisión preventiva. A su vez, se suspendió una audiencia donde la querella apeló el sobreseimiento que benefició a un hijo del principal acusado por un cambio en la defensa.
Con la vigilia de un grupo de manifestantes que acompañaron a la familia de Mercedes Delgado en las escalinatas de Tribunales, se llevó adelante una audiencia oral ante la Cámara Penal. La sala fue ocupada en todos sus espacios por el público a excepción del sector destinado a familiares del imputado, que permaneció esposado durante el acto. La camarista Carina Lurati –que presidió la audiencia– entendió que no estaban dadas las medidas de seguridad para sacarle los grillos. El objeto del debate fue la prisión preventiva que la jueza de Instrucción Irma Bilotta dictó contra Héctor Daniel R., procesado por el homicidio agravado por uso de arma de fuego de Delgado y la tentativa de homicidio agravado por uso de arma de fuego y participación de un menor de edad –su hijo– del grupo rival con quienes dirimieron sus conflictos a los tiros.
El crimen
El 8 de enero de 2013, Ludueña fue escenario de un tiroteo. En esa oportunidad David F. junto a sus medios hermanos Ramón y Jonatan P. se balearon en Bielsa y Garzón con Héctor R. y sus hijos Daniel y Matías, alias Guadaña. Según testigos, el enfrentamiento cesó y uno de los agresores emprendió la retirada aunque Héctor R. resolvió iniciar una nueva balacera parapetado detrás de un tapial de su casa, circunstancia en la que Mercedes Delgado, una militante barrial que dividía sus horas entre sus 6 hijos y su labor de cocinera en un comedor del lugar recibió un tiro en el abdomen que le costó la vida.
La Cámara Penal no admitió la discusión sobre el procesamiento que recayó sobre el chaqueño –quien se mantuvo prófugo durante 20 meses–. Pero habilitó la revisión de la prisión preventiva dictada en su contra. La discusión se centró en la apariencia de responsabilidad del acusado en el hecho y su defensa, a cargo de Rodrigo Mazzuchini y José Ferrara, planteó la teoría del exceso en la legítima defensa. Mazzuchini sostuvo que los adversarios fueron a atacar la casa del imputado, que no era la primera vez y que según el expediente su cliente replicó el ataque y se defendió.
A su turno, el fiscal Guillermo Camporini desechó la versión defensista e hizo mención a un testimonio que habla de una agresión de un grupo de hermanos hacia el imputado y sus hijos donde se produce un tiroteo en la calle. Y agregó que en el momento que David F. se retiró, el acusado comenzó a disparar y es ahí donde se produce la muerte de Mercedes Delgado. El funcionario afirmó que en una segunda secuencia el imputado asumió el riesgo y se debió representar que si su interés era matar a David F., con su accionar podía matar a aun tercero por lo que debe responder. Postura que fue respaldada por la querella a cargo de Ricardo Lamas.
Por su parte, Lurati resolvió confirmar la prisión preventiva impuesta y desechar una morigeración por problemas de salud deslizada en la audiencia. Para ello tuvo en cuenta la elevada pena en expectativa que tiene la imputación que enfrenta y no dejó de lado el tiempo que el chaqueño estuvo prófugo. A su vez, la camarista hizo mención a la teoría de “error en el golpe” en referencia a la intensión de balear a una persona y pegarle a otra, y explicó así por qué procesaron a Héctor R. por tentativa de homicidio y por el crimen de Delgado.
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