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Cabín 9

Asesinaron a un almacenero

Ángel Vergara tenía 71 años y al menos dos ladrones lo balearon en el tórax.


Cuando en la calle Los Espinillos de Cabín 9 se pregunta por Vergara, los vecinos sonríen y recuerdan al hombre de 71 años como el buen hombre del quiosco de la esquina que los vio nacer a todos. En su local, todas las tardecitas los amigos del barrio se reunían a tomar una cerveza fría y fue allí donde lo encontró la muerte ayer por la madrugada, cuando entraron a robarle mientras dormía y lo asesinaron de un balazo en el tórax.

Ángel Vergara era entrerriano y llegó Cabín 9 hace unos 50 años cuando en la zona se abrían las primeras calles perpendiculares a las vías del tren. En el barrio de la zona oeste, lindero con Pérez, se casó, tuvo tres hijos que le dieron varios nietos y hace unos años enviudó.

Para los vecinos, el quiosquero era un personaje del barrio que todos conocían y querían mucho: “Vergara nos vio nacer y crecer a todos: vivía acá desde siempre”.

En el frente de su casa de Los Espinillos al 100, abrió una despensa que enseguida se volvió un punto de encuentro donde los vecinos más antiguos solían sentarse a tomar algo en los banquitos de cemento pintados de azul y amarillo, ubicados a la largo de la galería. Con los años, los frecuentes robos en la zona hicieron que el quiosco se empezara a enrejar y Vergara comenzó a cerrar más temprano que de costumbre.

De acuerdo con lo informado por fuentes policiales, cerca de las 3.30 de ayer dos o tres personas entraron a robar a la despensa de Vergara. Los intrusos primero intentaron abrir una ventana pequeña y enrejada que está cerca de la esquina. Para eso, utilizaron un pedazo de viga que estaba suelta sobre el techo de la galería. Al no poder abrirla por completo, decidieron romper la puerta de chapa por la cual se ingresa al quiosco.

Ruidos

Los ruidos despertaron a Vergara, que dormía en su casa ubicada detrás del negocio.

Cuando los ladrones lograron entrar, el anciano los esperaba en calzoncillos y los investigadores consideraron que se produjo un forcejeo. Uno de los asaltantes estaba armado y le efectuó un disparo que ingresó debajo de la tetilla izquierda de Vergara. La víctima cayó al suelo detrás del mostrador y los intrusos se dieron a la fuga con una caja registradora que estaba rota y dos balanzas. Una de ellas fue encontrada a las pocas horas en un descampado ubicado a pocos metros de la vivienda.

A las seis, un vecino salió a la vereda para ir a trabajar y vio la puerta del comercio abierta. Enseguida, corrió a buscar a uno de sus hijos que vive en la misma cuadra y llamaron a la Policía, que se hizo presente en el lugar y encontró al quiosquero ya sin vida.

El homicidio de Ángel Vergara es investigado por la subcomisaría 18ª, con jurisdicción en la zona, a las órdenes de la Fiscalía de Homicidios.

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