Una banda de asaltantes irrumpió ayer por la madrugada en dos viviendas del barrio cerrado San Marino, perteneciente al complejo Funes Hills, ubicado en la vecina localidad de Funes. Unos seis ladrones ingresaron por el patio de una casa de fin de semana, rompieron el cerco lindante y tras reducir y maniatar a los propietarios de sendas edificaciones –uno fue golpeado– huyeron con joyas y dinero, alrededor de 90 mil pesos. Horas después, la Policía detuvo a tres hombres a quienes les incautaron algunos de los elementos sustraídos, los que serán imputados hoy, dijeron fuentes judiciales.
El hecho ocurrió ayer minutos después de las 2 de la madrugada cuando un vigilador se contactó con personal policial afectado al servicio de horas extra, que recorría el perímetro del country Funes Hills, compuesto por los barrios cerrados San Marino, Cadaqués y Miraflores –donde el pasado 20 de febrero una banda asaltó a tres familias–: les dijo que una familia y un hombre habían sido víctimas de un asalto.
Los robos sucedieron en las viviendas de los lotes 218 y 224 del barrio San Marino, separadas por menos de 100 metros y sus víctimas coincidieron en la mecánica: ingresaron por la ventana, los sorprendieron durmiendo, los amenazaron con armas de fuego, los maniataron y los despojaron de todo el efectivo y las joyas que tenían en su poder.
La pareja identificada como Pablo L., de 43, y Carina S., de 44, describió que dormían al igual que sus hijos pequeños cuando los sacaron de la cama al menos media docena de hombres. Los asaltantes golpearon al dueño de casa en la cara, le exigieron que entregara todo el efectivo, unos 60 mil pesos, y las joyas. Mientras la pareja entregaba sus pertenencias, una parte de la banda se trasladó a la casa lindera. En el lote 224, los asaltantes despertaron a Hugo P., de 65, lo redujeron y maniataron, para llevarse alrededor de 3 mil dólares y 3 mil pesos. La víctima agregó que luego del asalto descubrió que los agresores habían ingresado por una ventana que no tenía seguro.
Según fuentes relacionadas con el caso, la banda hizo inteligencia previa para asegurarse la ausencia de los propietarios de una casa de fin de semana de Galindo al 2500, cuyo patio es lindero con el barrio cerrado. Allí, el grupo cortó el cerco perimetral que está camuflado por una espesa vegetación e ingresó al predio de Funes Hills. Por estos asaltos, el fiscal Nicolás Foppiani ordenó a la Policía de Investigaciones (PDI) una serie de medidas para dar con la banda. En simultáneo, ayer al mediodía la fiscal Juliana González había montado un operativo en una vivienda de Moreno entre Brown y Jujuy, en Rosario. La fiscal estaba tras la pista de un evadido de una comisaría 24ª.
Tras obtener una orden de allanamiento, uniformados de la PDI irrumpieron en la casa y detuvieron al evadido, identificado como Jeremías P., de 33 años, el cual se encontraba con dos cordobeses identificados como Dimas Ricardo R., de 41 años, y Germán Eduardo B., de 39. Del operativo surgió que estos dos hombres habían arribado al lugar en un Chevrolet Vectra negro y del interior secuestraron 1.400 dólares, 3.100 pesos, tres teléfonos celulares y dos ganzúas de las denominadas paleteras, por lo que la fiscal González dio intervención a su par Foppiani. Los investigadores agregaron que, al cierre de esta edición, una de las víctimas reconoció uno de los celulares incautados, por lo que el trío quedó bajo acusación de ser parte de la banda que cometió el golpe en San Marino.
Jere, el de la joyería
“Ey Jere, hola amigo, ¿qué pasa? Ya, pero ya urgente nos tenemos que juntar en la obra. Bueno, y me pasás a buscar, mirá que no vamos a dejar todos los autos estacionados en la casa del Culón”. La escucha fue detectada algunos días después del espectacular golpe a la joyería MG de Maipú 1062, que ocurrió en las primeras horas del miércoles 25 de marzo pasado, en el final de un feriado de cuatro días, cuando cuatro hombres se colaron en un local abandonado. De allí, pasaron al techo de la joyería que está pegada al lugar y empezaron a hacer el boquete. Tras ingresar al local, sin que la alarma se disparara, el cuarteto se escondió en los baños, esperó a que los dos empleados llegaran y los sorprendió a las 7.45. Los asaltantes obligaron a las víctimas a que les abrieran las vitrinas y la caja fuerte y llenaron los bolsos con todas las joyas que encontraron a su paso: 6,2 kilos de oro y 8,4 de plata. El cuarteto escapó por la puerta principal y se subió a un VW Gol Trend estacionado frente al ingreso para huir. La pesquisa dio con la cara de uno de los asaltantes a partir de una filmación de videovigilancia. En los primeros minutos de la madrugada del 4 de abril, luego de haberse detectado en una escucha telefónica que la banda se reunía con el presunto comprador del botín en una vivienda de avenida Pujato al 7800 (en el barrio Hostal del Sol), la fiscal González ordenó un allanamiento en el que fueron detenidos ocho hombres, siete con antecedentes penales. Entre ellos estaba Jeremías P., sindicado como uno de los cuatro que efectuó el golpe. Y también Gustavo C., un joyero de 51 años que a mediados de junio pasado fue penado con dos años de prisión condicional por encubrimiento agravado en juicio abreviado.
Jere fue uno de los ocho reclusos que se fugaron en la madrugada del 16 de junio pasado del penal de la comisaría 24ª de Granadero Baigorria, aprovechando que la seccional estaba en obras de refacción. El grupo rompió la reja de un patio y abrió un boquete en una pared, para huir por los techos de las viviendas de la manzana.
Jeremías P. fue condenado a perpetua por el crimen del garrafero Humberto Folch, ocurrido en diciembre de 1999, pero esa sentencia fue revisada por la Cámara Penal, que la bajó a 13 años. Como esa pena estaba cumplida recuperó la libertad, hasta que volvió a caer por el robo a la joyería.
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