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Crítico

Abbas pidió la retirada de Israel

El presidente palestino demandó en la ONU apoyo del Consejo de Seguridad. El dirigente árabe caracterizó a Tel Aviv como “Estado racista y genocida”.


El presidente palestino, Mahmud Abbas, pidió ayer en su discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución que exija la retirada de los territorios palestinos ocupados, como paso previo a una reanudación de negociaciones de paz con Israel, país al que calificó como “Estado racista y genocida”.

Abbas explicó que inició “contactos intensivos” con grupos regionales de Naciones Unidas con el objetivo de introducir dicha resolución en el máximo órgano de decisión del organismo internacional, en concordancia con sus esfuerzos políticos y diplomáticos para lograr una solución negociada al conflicto.

La resolución, según las palabras de Abbas que fueron reproducidas por el canal web de la ONU, buscará terminar con la ocupación de Israel de los territorios palestinos, lograr una solución de dos Estados con Jerusalén Este como capital de Palestina, y lograr un acuerdo sobre la situación de los refugiados.

“Esto sería vinculado con una inmediata reanudación de las negociaciones entre Israel y Palestina para demarcar las fronteras, alcanzar un acuerdo detallado e integral y esbozar un tratado de paz entre las partes”, dijo.

El documento también incluiría un calendario con tiempos específicos con el fin de que se cumplieran los compromisos, informó el mandatario.

“Es hora de que esta ocupación con asentamientos termine, la hora de la independencia de Palestina ha llegado”, dijo el líder palestino en el esperado –y en algunos tramos duro– discurso.

Un día antes, las facciones palestinas rivales Al Fatah y Hamas acordaron que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) –encabezada por Abbas– asuma el control de Gaza, desde 2007 controlada por Hamas.

El mandatario palestino reservó varios tramos de su discurso a la operación militar Barrera Protectora y acusó el gobierno de Benjamín Netanyahu de cometer “crímenes similares al genocidio” durante los ataques que dejaron más de dos mil palestinos muertos, la mayoría civiles y centenares de ellos niños y mujeres.

“No había motivos para un enfrentamiento y ésta fue la tercera guerra racista en cinco años”, dijo el titular de la ANP, quien calificó la maquinaria de guerra israelí como “racista y colonialista”, tras advertir que Palestina y los palestinos “no olvidarán ni perdonarán la masacre perpetrada a ojos y oídos de todo el mundo”.

Insistió en que la principal pre-condición para el éxito de cualquier plan de paz es el fin del bloqueo israelí que desde hace años “asfixia a la franja de Gaza y la ha convertido en la mayor prisión del mundo, con casi dos millones de palestinos”. Luego, subrayó su compromiso para consolidar el alto el fuego en Gaza “mediante negociaciones bajo los auspicios de Egipto”, pero alertó que “para evitar que se repita el ciclo de guerra y reconstrucción” cada tres años es “imperativo” entender que “el sufrimiento de Gaza no se aliviará” sin la independencia de Palestina.

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