Ezequiel, el chico de 14 años que el martes pasado fue baleado en el patio de la escuela media 661 Juana Azurduy, recibió en el mediodía el alta médica y aseguró que todavía no sabe si volverá a estudiar en el mismo establecimiento.
“No sé si voy a volver a esa escuela, pero mis padres son los que me instruyen y van a decidir qué es lo mejor para mí. Ellos están muy preocupados”, contó el joven a la salida del Sanatorio de la Mujer, adonde llegó el pasado martes después de recibir un disparo en una pierna durante un recreo en la escuela Juana Azurduy, de Ovidio Lagos
Al respecto, Estela, la madre de Ezequiel, aseguró que la llamaron desde varias escuelas para ofrecerle un lugar donde su hijo pueda seguir estudiando en caso de que decidan no enviarlo más a la Juana Azurduy. “De todas maneras es algo que vamos a decidir con mi marido en los próximos días”, aclaró.
El chico relató también que recibió la visita de la jueza de menores María Dolores Aguirre Guarrochena, quien le hizo “una pregunta” sobre cómo sucedieron los hechos del martes. “Yo le conté que estaba parado al lado de una columna, hablando con un amigo. Se escuchó una explosión, que fue el disparo, aunque todos decían que había sido un petardo. Ahí sentí el impacto en la pierna. Pero no vi quién me disparó, así que no puedo señalar a nadie”, indicó.
También aseguró que los compañeros que lo fueron a visitar en estos días al sanatorio le comentaron que “están preocupados por lo que pasó” y que además le aseguraron que “en Facebook están comentando cosas, que hay un chico que contó cómo fue todo, aunque no se sabe si ése fue el agresor o un testigo”.
“Los chicos siguieron yendo a clases en estos días pero están preocupados. Me dijeron que, por las dudas, la escuela expulsó al chico con el que me peleé. Ese chico se va a ir a otra escuela y entonces yo seguiré estudiando, porque tengo ganas de seguir, aunque todavía no sé si en la Azurduy o en otro lado”, expresó Ezequiel en declaraciones a Canal 3.
El joven fue intervenido quirúrgicamente el jueves para extraerle el proyectil que se alojó a la altura de la rodilla derecha, y luego de permanecer en observación unas horas más en el mediodía dejó el centro asistencial. “La operación duró una hora y media para sacarme la bala, que se llevó la policía. El martes tengo que volver al sanatorio por control, me van a curar y entonces me van a decir cuánto tiempo me va a llevar la recuperación”, manifestó el chico.
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