Edición Impresa

“Nadie quiere ser argentino”

Un legislador malvinense afirma que no entiende cómo la Argentina, con 40 millones de habitantes, amenaza a un “país” de 3.000, obviando que el que denomina como tal no es sino una colonia.

Dick Sawle, integrante de la Asamblea Legislativa kelper en Port Stanley (Puerto Argentino), calificó ayer como una “amenaza” el reclamo de la Argentina por la soberanía de las islas Malvinas y pidió que se “respete el derecho de autodeterminación” de los habitantes del archipiélago, aunque el canciller Héctor Timerman advirtió que la ONU no reconoce esa instancia.

“Argentina no respeta el derecho de autodeterminación de los habitantes de las islas. No hay ni una persona que quiera ser argentino”, aseguró Sawle en declaraciones a un canal de noticias, en medio de una nueva escalada en el conflicto argentino-inglés por el archipiélago.

Por su parte, el canciller Timerman afirmó que en la negociación por las Malvinas “para la ONU, los únicos que pueden hacerlo son Argentina y Gran Bretaña” y aclaró que esa organización “no reconoce el derecho a la autodeterminación” de los habitantes del archipiélago.

“Amenazas fuertes”

“No entiendo por qué un país con 40 millones de habitantes como la Argentina amenaza a un país de 3.000 habitantes”, remarcó Sawle, miembro de la Asamblea Legislativa que representa a los kelpers para decidir sobre temas locales tales como otorgar permisos de pesca o de exploración hidrocarburífera.

Asimismo, detalló que las medidas que impuso el gobierno argentino en reclamo de la soberanía, como restricciones a vuelos y controles sobre la pesca en  la plataforma continental argentina, entre otros, son “amenazas bastantes fuertes” contra los kelpers.
“Nosotros no pedimos nada más que decidir nuestro propio futuro”, remarcó el funcionario kelper en alusión a la negativa de Gran Bretaña de sentarse a negociar con la Argentina la soberanía de las islas, tal como lo establecieron reiteradas resoluciones de Naciones Unidas, la última de las cuales contó también con el importante respaldo de China, país miembro permanente del Consejo de Seguridad.

Por su parte, Timerman salió a desestimar los reclamos del primer ministro británico, David Cameron, y del gobernador malvinense, Nigel Haywood, quienes habían señalado que los kelpers no querían pertenecer a la Argentina.

“La ONU no reconoce el derecho a la autodeterminación de los malvinenses. Para la ONU, son «objeto de derecho», pero no «sujeto de derecho»”, sostuvo el canciller.

“Los únicos que pueden negociar, para la ONU, son Gran Bretaña y la Argentina. Sólo los dos países, y no los isleños, pueden hablar como partes litigantes”, indicó Timerman en declaraciones publicadas ayer en Buenos Aires.

La alusión a “objeto” y “sujeto” se basa en que, como población implantada tras una apropiación colonial, no se pueden tener en cuenta los “deseos” de los residentes en el archipiélago a una autodeterminación digitada desde Londres, pero en cambio deben considerarse sus “intereses” en la restitución de las Malvinas al territorio nacional argentino.

Timerman destacó además el llamado al diálogo que efectuó Estados Unidos, luego de que Cameron acusara al gobierno nacional de actuar como “colonialista”.

“Es un gran logro para la posición argentina y por eso la expresión de la postura norteamericana fue recibida con mucho beneplácito por toda América latina”, sostuvo.

Con respecto a la decisión de los países del Mercosur de prohibir que barcos con bandera de las islas recalen en sus puertos, el funcionario dijo que “es jurídicamente mucho más importante de lo que aparece a veces en algunos análisis apurados”.

“La Argentina no busca organizar un bloqueo a las islas. Sólo quiere contrarrestar el interés británico con un hecho jurídico que se opone a una medida de facto. Si ante la medida de facto, que es un barco atracando en un puerto del Mercosur con bandera de las islas, ningún país dice nada, quiere decir que está reconociendo la juridicidad de ese hecho”, explicó.

Firmeza y diálogo

“Le hemos quebrado al Reino Unido una estrategia de hechos consumados. Las banderas no son trapitos. Si al aceptar un pasaporte se reconoce la entidad de otro país, ¿cómo no va a ser importante una bandera? Vencimos la estrategia inglesa y fue una gran victoria argentina. Esta victoria fue la que motivó la reacción intempestiva de Cameron”, agregó.

Por último, reiteró que la Argentina no participará de ninguna agresión bélica, y que seguirá apostando al diálogo.

“La Argentina va a seguir insistiendo en la necesidad de negociar. La Argentina ya está sentada a la mesa de negociaciones. Gran Bretaña merecía un llamado de atención por parte del mundo. Deben saber que entraron en un camino peligroso en el cual la Argentina no quiere ni va a participar”, concluyó.

Comentarios

10