Ciudad

Zamarini, otro año en el timón

Por Pablo Moscatello.- Referente de un sector minoritario del socialismo, el veterano ocupante de la presidencia del Concejo Municipal se superpuso a la competencia interna y renovó el cargo con más apoyo opositor que de su propio redil partidario.


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Por noveno año consecutivo Miguel Zamarini será presidente del  Concejo Municipal tras haber sabido sortear con buena muñeca las tensiones internas que parecían obstaculizar el trámite. En la elección del lunes el edil socialista obtuvo 18 votos sobre 24; sólo el PRO rechazó su candidatura. Referenciado con el senador nacional Rubén Giustiniani y mirado siempre con cierto recelo por el propio bloque socialista y el Ejecutivo, que planteó la posibilidad de impulsar a otro candidato, Zamarini supo construir su postulación en base al respaldo de los líderes más importante de la oposición. La vicepresidencia quedó otra vez en manos del Frente para la Victoria y en ese lugar seguirá Norma López.

La elección de las autoridades del Concejo Municipal este año llegó en medio del clima enrarecido y de tensión que vivió en las últimas horas el país por la sublevación de algunos sectores policiales. Sin embargo, los ediles se enfrascaron en la negociación interna y parecieron estar ajenos a lo que acontecía afuera. No hubo manifestaciones de las fuerzas políticas haciendo públicas sus posiciones sobre el asunto. Y mucho menos una postura común de todo el cuerpo. El hecho no dejó de llamar la atención.

Según pudo saber El Ciudadano, en algún momento del lunes se tanteó la posibilidad de suspender la elección. Sin embargo, terminó primando una idea que esbozó Héctor Cavallero, quien manifestó la necesidad de apurar las designaciones y contar así con autoridades legitimadas para salir a plantear alguna postura institucional en caso de ser necesario. Pero la rosca se hizo larga y recién a la medianoche llegó la definición.       

Zamarini supo durante todos estos años mostrar buena cintura para mantenerse en el cargo. Y gran parte de eso lo debe a los lazos que entabló con el grueso de los dirigentes opositores. Éstos le reconocen una apertura al diálogo y la negociación política que dicen no encontrar en los sectores más cercanos y afines a la intendencia.

El recelo con el que es mirado Zamarini por sus pares socialistas también tiene su origen en cierta independencia que ha tomado su gestión y en opiniones críticas que ha vertido sobre cuestiones vinculadas al municipio, que no cayeron nada bien.      

La reelección de Zamarini llega gracias al sostén político que le entregaron, sobre todo, Héctor Cavallero y Jorge Boasso, quienes con sensatez plantearon que la presidencia debía ser para la primera minoría.

El ex intendente defendió desde un principio esa idea y fue el primero en manifestar que debían respetarse los resultados de los comicios de octubre. Allí el Frente Progresista superó por siete puntos a la lista del Frente para la Victoria que encabezó el “Tigre”.

Con el mismo argumento Cavallero sostuvo que su fuerza debía continuar en la vicepresidencia. Y fue así que se logró sostener a Norma López en ese lugar.

Se cayó 

Con el apoyo del PJ y el radicalismo no frentista Zamarini contaba hasta este lunes con nueve votos. Las dudas venían por el lado del Frente Progresista.

El fin de semana la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, hizo saber que el Ejecutivo propondría a Miguel Cappiello como candidato del oficialismo. Esa novedad marcó de inmediato una división interna ya que algunos ediles de la coalición gobernante preferían sostener a Zamarini en la presidencia. De todas formas, los números ya no le cerraban al ex ministro de Salud y finalmente su postulación no prosperó.

El proceso de elección tuvo un episodio muy particular y llevó la disputa por la presidencia a un clima de tensión que hacía años no se vivía en el Palacio Vasallo. Se produjo cuando un medio de comunicación de la ciudad publicó que antes de fin de año pasarían a planta permanente del Concejo veintidós asesores, uno por cada edil en funciones. Por entonces trascendió que en esa lista se encontraban familiares directos de algunos legisladores locales.

Desde el radicalismo no frentista y el PJ acusaron a dos ediles, uno aliado al socialismo y otro del PRO, por filtrar esa información y así buscar desestabilizar a las autoridades del cuerpo. Eso provocó que las chances de esos dos concejales, ya de por sí remotas, se terminaran de desinflar.

El PRO

El macrismo en Rosario, tal como había hecho saber en los últimos días, impulsó la idea de un candidato no oficialista para encabezar el Legislativo. Como no tuvo eco en las otras fuerzas opositoras fue al frente con uno propio, Carlos Cardozo, quien con el único apoyo de su sector obtuvo apenas cinco votos. La fuerza que a nivel nacional encabeza Mauricio Macri tuvo que conformarse con seguir ocupando la vicepresidencia segunda. A la saliente Laura Weskamp la reemplazará María Julia Bonifacio.

El argumento con el que el PRO salió a buscar la conducción del Palacio Vasallo es que su bloque será el más grande. Ese argumento careció desde un principio de solidez y está lejos de condecirse con lo que se acostumbra a la hora de elegir autoridades.

Tras larga definición, el Concejo definía anoche el reparto de las comisiones

Luego de una jornada de reuniones entre los ediles locales el Concejo Municipal se acercó a definir a quienes presidirán las distintas comisiones de trabajo para 2014. Al cierre de esta edición fuentes del órgano legislativo indicaron que si bien no se había votado ya estaban elegidos los titulares de los grupos de trabajo que se reúnen entre los días lunes y martes.

 En lo preliminar el cambio más destacado fue que la comisión de Gobierno y Cultura (que convoca a los ediles los martes a las 12) pasaría a manos del edil radical Jorge Boasso. La comisión de Planeamiento y Urbanismo estaría a cargo del edil del bloque Compromiso por Rosario, Osvaldo Miatello. Contrario a lo que se suponía por la trayectoria de Miguel Ángel Capiello, la comisión de Salud quedaría en manos del bloque Unión PRO Federal al igual que las de Seguridad Pública y Ciudadana y Presupuesto y Hacienda.

El PRO también tendría a María Julia Bonifacio como presidenta de la comisión de Ecología y Medio Ambiente, espacio de trabajo que se reúne de forma semanal los lunes desde las 11. A cargo de la comisión de Servicios Públicos Concedidos, que se reúne los lunes desde las 9, mantendría al jefe de la bancada socialista, Manuel Sciutto. También retendría la presidencia Héctor Cavallero, del PPS, en la comisión de Obras Públicas que se reúne los martes a las 10. En tanto, María Eugenia Schmuck, del radicalismo, estaría al frente de la comisión de Derechos Humanos que se reúne los martes a las 10. Por último, la comisión de Producción y Promoción del Empleo sería dirigida por el concejal Martín Rosúa, que se desempeñaba como funcionario en la Dirección de Empleo Municipal. La distribución se dio un día después de que fuera reelegido para ocupar por novena vez la presidencia del cuerpo legislativo local Miguel Zamarini. También fue reelegida Norma López como vicepresidenta primera y María Julia Bonifacio para ocupar la vicepresidencia segunda en lugar de Laura Weskamp.

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