Ciudad

Una pequeña localidad en la periferia de la gran urbe

El plan habitacional público más voluminoso de la ciudad avanza en su totalidad. Un recorrido por las obras.

Será algo así como un nuevo pueblo en los márgenes de la gran ciudad. Luego de que a principios del año pasado comenzaran finalmente a construirse parte de las 1.443 viviendas correspondientes al Programa Plurianual de Construcciones de Viviendas (anteriormente Plan Federal II), el antiguo descampado de Nuevo Alberdi que se encuentra detrás de Circunvalación entre la autopista a Santa Fe y el inicio de la ruta 34 que lleva a la ciudad de Rafaela (prácticamente en el límite con la localidad de Ibarlucea) ya  ha dejado de ser tal. Allí pronto quedará configurado un gran barrio con todos los servicios que hoy avanza a buen ritmo y que cuando esté ocupado en su totalidad albergará a más de seis mil personas. La transformación comienza a ser imponente. Es que ese sector, denominado Zona Cero por no estar urbanizado, se encuentra con las obras a pleno y es el espacio receptor del más voluminoso plan habitacional público que se desarrolla en Rosario en estos momentos. Este medio pudo recorrer ayer los trabajos y dar cuenta de la profunda transformación, la cual tendrá una inversión final, entre viviendas, servicios  internos e infraestructura de escala urbana, de 306.602.477 millones pesos. 

Junto a la edificación de las propiedades están llegando el agua, la luz, el gas, todo. “Esto era un campo, incluso no había ningún servicio. Es una construcción que está prácticamente fuera de la ciudad. Hay que proveerle todo. Además hay que generar una producción. No es que tirás un caño y llevás agua. Hay que traerla para potabilizarla; no es que tenemos energía de baja tensión que llevás un cable y conectás al vecino, sino que traes energía de alta tensión y hay que transformarla. Para la red cloacal hay que crear estaciones elevadoras para llevar a los niveles donde vas a desembocar. No está tan fácil. No es agarrar un terreno y construir una casa”, explica Brian Zicarelli, asesor técnico de la Dirección provincial de la Vivienda. La descripción del funcionario no hace más que graficar la magnitud del proyecto. 

La construcción de las viviendas  va de la mano con las obras internas del barrio y la puesta en marcha de toda  infraestructura de escala urbana necesaria. Todo se desarrolla en el marco del denominado Programa Habitacional Zona Norte, el cual se despliega a lo largo 167,78 hectáreas y que en rigor, entregará a futuro la posibilidad de edificación de un total de 4.500 soluciones habitacionales con todos los servicios.

Según explican desde la provincia, la urbanización comenzó por el sector central de todo el espacio, el cual tiene 52 hectáreas. Es allí donde se emplazarán las 1.443 viviendas.

En torno a las viviendas, el Programa comprende siete complejos habitacionales. La recorrida que llevó a cabo El Ciudadano ayer permitió dar cuenta de viviendas se están edificando con un modelo diferente al tradicional. Lo más novedoso tiene que ver con la tipología de las construcciones. “Esto es distinto a lo que es la típica torre de los Fonavi. Evitamos eso. Acá todo es más espacioso, hay más posibilidad de crecimiento. Todas cuentan con un jardín delante, veredas anchas y paralelas a esto, un espacio para bicicendas.  Está pensada con un concepto urbanizador. Normalmente en esta cantidad de hectáreas metés cuatro o cinco veces la cuantía de gente que va a haber acá”, explicó Zicarelli, para luego agregar que “al tener todos los habitantes bien delimitado su espacio hará que, por ejemplo, se generen menos conflictos entre vecinos”. 

En tanto, también se utilizarán distintos prototipos de hogares: dúplex (muchas de éstas serán de dos pisos), tríplex, y viviendas en planta baja. Todas contarán con dos dormitorios, baño (en algunos casos habrá dos), cocina, estar-comedor y patio. De los siete complejos, ya hay cuatro bien avanzados, mientras los tres restantes recién comenzaron edificarse el mes pasado con fondos provinciales. Este hecho fue motivo de algunas polémicas días atrás, cuando desde el gobierno provincial salieron cuestionar atrasos en envíos de dinero por parte de la Nación. La financiación de las viviendas corresponde al gobierno central, mientras que todo lo referente a infraestructura y servicios al Ejecutivo provincial. En tanto, el sorteo de adjudicación de las propiedades se llevará a cabo cerca del final de las obras. Los beneficiados saldrán de las 30 mil personas que están inscriptas en el padrón del Servicio Público de la Vivienda, a la espera de un techo propio. La cuota a pagar será fija y se estima que el plazo será de 30 años. 

Otra particularidad es que en cada una de las futuras manzana habrá dos locales comerciales. En total, se están construyendo unos 40, los cuales también serán adjudicados por sorteo, al igual que las viviendas. “Son locales chicos. No para un supermercado, sino para el típico quiosquito de barrio o una despensa”, explica Zicarelli.

En tanto, todo se completará con una escuela primaria y secundaria; tres jardines maternales, y la nueva comisaría, que ya está incluida en el presupuesto de  2011. También se contempla un Caps (Centro de Atención Primaria de la Salud), el cual fue licitado y está en proceso de adjudicación.

Si bien el proyecto de viviendas ya llama la atención por ciertas cuestiones distintivas, el impacto y el cambio integral que sufrirá la zona  es notable. De un descampado “virgen” sin ningún servicio (propiedad que también se repite en varios terrenos de la periferia de la ciudad) se pasará sin términos medios a la urbanización total.       

En el lugar se está construyendo  una Estación Transformadora de Energía Eléctrica “Ibarlucea”, que incluye la ejecución de 1.200 metros de línea de alta tensión de 132 kilovatios (Kv),  tendido de 3.000 metros de cable subterráneo y montaje del transformador de la potencia. De acuerdo a los datos proporcionados por la Empresa Provincial de la Energía (EPE), la Estación permitirá el suministro del servicio a 16.000 nuevos hogares. La inversión final ascenderá  a los 24 millones de pesos.

La obra también cuenta con la construcción de dos emisarios pluviales con una inversión de casi 20 millones de pesos que permitirán el saneamiento de un área de 200 hectáreas, posibilitando el escurrimiento y evitando anegamientos en los futuros complejos habitacionales. El cuerpo receptor de las descargas del sistema será el canal Ibarlucea, perteneciente a la cuenca del Arroyo Ludueña.

Por supuesto, antes de ser descarga- da, el agua tiene que llegar, y para eso se necesita la obra de conexión de agua potable. En este sentido, los trabajos consisten en la ejecución de un acueducto de refuerzo de 2.169 metros que deriva del Acueducto Zona Norte –actualmente en construcción–, el cual permitirá la provisión de agua potable a las 16 hectáreas.

Finalmente, también se están llevando a cabo las obras de desagües cloacales, para las cuales se necesitan un monto, actualizado, de 15.488.902 pesos. La obra consiste en la edificación de una Estación Elevadora que se ubicará en los terrenos de la ex-Estación Nuevo Alberdi. También, se realizará la instalación de la cañería de impulsión que permitirá la  evacuación de excretas y aguas servidas en los conjuntos habitacionales, beneficiando a futuro a una población aproximada de 20.000 habitantes.

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