Ciudad

Diez heridos en un múltiple accidente de tránsito

Involucró a un Gol, una Ford F100, un Taunus y un colectivo. Hay dos personas internadas en grave estado.

Diez heridos dejó la accidentada mañana de ayer tras un choque automovilístico ocurrido en bulevar Seguí y Castellanos. El siniestro, que involucró a un Volkswagen Gol, una Ford F100, un Ford Taunus y un colectivo de la línea 128, ocurrió aproximadamente a las 8.30 y el conductor del Gol, que en apariencias habría causante del accidente, se encontraba alcoholizado, según un informe preliminar del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde se encontraba internado por presentar traumatismos. Además, su novia (ambos rondando los 27 años), tres tripulantes de la Ford F100 y cuatro personas que viajaban en el colectivo, incluido entre ellos el chofer, resultaron levemente heridos.  

Según explicaron desde la comisaría 18ª, que tiene jurisdicción en la zona del siniestro, “el Gol se dirigía por el bulevar en sentido oeste-este; luego de una mala maniobra, el conductor perdió el control del automóvil y, tras cruzar el carril central, envistió primero contra la Ford F100, luego contra el Taunus estacionado y finalmente contra el colectivo”.

A las declaraciones policiales, se suman las del chofer del 128 quien, minutos después del episodio, contó a LT8: “El vehículo venía a más de 130 kilómetros, seguro. Tan rápido que el impacto me frenó a mí, no yo a él”.

Por la magnitud del impacto, tanto el conductor como su novia debieron quedar internados en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, siendo los heridos más comprometidos del siniestro. Según un último parte médico recibido en la comisaría 18ª, ambos sufrirían traumatismos en la zona del abdomen, y el conductor presentaría indicios de haber ingerido grandes dosis de alcohol.

Más choques

El mismo día, pero pasada la medianoche, precisamente a la 1.30 de la madrugada de ayer, un motociclista que circulaba a alta velocidad por bulevard Rondeau, a la altura de Portugal, cayó a un pozo de aproximadamente tres metros de boca y cinco de profundidad; que además presentaba en el centro una aparente estructura de hierro. Dada las características del lugar, el motociclista, que no llevaba casco ni ningún tipo de protección, se salvó de milagro.

Según testimonios de los vecinos, el pozo siempre estuvo bien señalizado, aunque no presenta ninguna identificación, por lo que ayer no sabían a quién pertenece.

Según informó un testigo que presenció el accidente, la moto, que iba en dirección sur-norte a gran velocidad, no vio las vallas que bordeaban al pozo, impactando de esta manera contra ellas y cayendo en su interior.

Esta imprudencia suele repetirse en la zona, un cruce de avenidas en el que los automóviles siempre pasan rápido. 

Los accidentes están siendo investigados por la Justicia Correccional en turno.

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