El resultado del informe pericial del estado que tenía la Vuelta al Mundo del International Park en el momento de la tragedia que terminó con la muerte de dos hermanas el año pasado, conocido ayer, reparte culpas entre el diseño y la falta de mantenimiento.
El accidente ocurrió el 10 de agosto, cuando se desprendió la canasta en la que iban las niñas y las conclusiones, contundentes, señalan que “con un diseño correcto” la tragedia “podría haberse evitado”, esto es mediante un seguro que hubiese evitado que se aflojaran los tornillos que sostenían la góndola. Además, se destaca que también era necesaria la realización de una “inspección periódica programada, efectuada por personal especializado”. Otro aspecto importante fue que de las dieciocho canastas que tiene la rueda cuatro presentaban graves problemas de desgaste por el uso.
En el peritaje –al que tuvo acceso este diario– se señala que “con un diseño correcto” se podría haber incluido un seguro que evitara que el tornillo de sujeción se saliera. De todas maneras este «diseño incorrecto» no invalida la necesidad de realizar una inspección periódica programada, efectuada por personal especializado, que conozca el diseño del equipo en cuestión, con experiencia en la operatoria de este tipo de juegos, además de contar con experiencia en la determinación de fallas críticas en juegos de parques de diversiones, que buscara dónde estarían los posibles puntos potenciales de falla”.
“Este tipo de revisión periódica sí podría haber detectado esta anomalía”, sentencia el informe.
La canasta que se desprendió, provocando en su caída la muerte de Melany y Florencia Aranda, dos hermanas de 11 y 14 años respectivamente, es la número diez. El informe remarca además que en la canasta número cuatro “se advirtió que el tornillo del lado oeste se encontraba flojo y le faltaban dos vueltas y media para salirse completamente”; que en la ocho “el lado oeste se encontraba deformado y la punta de eje muy desplazada de su posición de trabajo y torcida”; en la nueve “el alto valor tomado del lado oeste implica que la punta de eje se encontraba cerca de desprenderse”; y en la dieciocho “debido al alto valor observado del lado oeste, se retiró la tapa de engrase y se advirtió que el tornillo se encontraba flojo y faltaban cinco vueltas un cuarto para salirse completamente”.
El peritaje detalla luego “la mecánica o secuencia de eventos que desencadenaron el accidente”, comenzando por el aflojamiento del tornillo de sujeción de la punta de eje del lado oeste, “en su totalidad, por acción del constante balanceo de la canasta y/o movimiento relativo entre los anillos externos de la rueda, proceso desarrollado durante un período de tiempo prolongado en forma progresiva”, destaca.
“Al continuar este aflojamiento en el tiempo y al no existir un elemento de retén o seguro del tornillo se produce el desplazamiento de la punta de eje. Al continuar el deslizamiento de la punta de eje, el tornillo se afloja libremente siendo desplazado contra la cazoleta. Se desvincula del soporte o apoyo y cae, al no haber sido detectada esta anomalía por el personal de mantenimiento. Anormalidad que podría ser previsible con un mantenimiento programado y adecuado. La canasta y el peso de los ocupantes, queda soportada por un solo eje (lado este), que no estaba diseñado para soportar esta carga”, se informa.
“Se producen oscilaciones y movimientos de la canasta, debido al sentido de giro que tenía previamente, soportada por un solo apoyo. Se produce la flexión de la punta de eje lado este. Al no soportar el tornillo de fijación, la carga (peso de la canasta y pasajeros), se produce flexo-tracción y posterior corte del tornillo. Como resultado de esto la canasta cayó libremente al vacío, impactando en principio con alguna parte del eje central del carrete, rebotando hasta su posición final, en la rampa de acceso”, se
agrega en el informe.
Insiste finalmente en que el aflojamiento del tornillo de la canasta desprendida ocurrió durante un tiempo prolongado y achaca el hecho a “fallas de diseño y fallas de mantenimiento”, según concluye.
No fue por casualidad
La fiscal de la causa, Cristina Herrera, indicó que el informe pericial que se conoció ayer “coincide con los datos aportados con anterioridad por la fiscalía”. “Esto en cuanto que no tenía nada que ver la cuestión del peso de las chicas y que además había problemas en otras cuatro o cinco canastas más, por lo que no hubo una tragedia mayor porque actuó el factor suerte, de casualidad”, remarcó. “Acá estamos ante una falta de mantenimiento. Con los controles necesarios se podría haber evitado. Creo que hay que descartar la responsabilidad del fabricante, ya que en el manual se indica cómo debe ser el mantenimiento y esto no se cumplió. Hay que poner la mirada tanto sobre el concesionario del sitio como sobre la falta de controles por parte del municipio”, concluyó.
El diseño, también responsable
El abogado de Emiliano, el operario que estaba a cargo de la Vuelta al Mundo del International Park el día del accidente, Froilán Ravena, comentó sobre el resultado del peritaje que “la conclusión es tanto falla de diseño como de mantenimiento. Por lo tanto estimo que la investigación tendría que llegar hasta los diseñadores, porque también tienen responsabilidad”.
“Se establecen dos consideraciones principales: una que hay una falla de diseño del juego, que no contaba con elementos de seguridad externa y demás, y también se hace referencia a una falta de mantenimiento del mecanismo del juego y que se podría haber evitado la rotura de la góndola”, agregó el letrado.
“El trámite ahora está en instancia recursiva. El juez que estaba anteriormente, que es el doctor (Juan Carlos) Curto dictó los procesamientos sin contar con la pericia oficial, basándose sólo en algunos testimonios y con algunos pre-informes que existían. Esos procesamientos fueron apelados y están siendo revisados en la Cámara de Apelaciones”, continuó el profesional sobre la marcha de la causa, que ahora está en manos de la jueza en lo Correccional Marcela Inés Canavesio.
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