Dos certeros disparos en la cabeza terminaron con la vida de un muchacho de 25 años que salió de su casa en plena madrugada de ayer tras contestar un llamado telefónico que lo sacó de la cama. El crimen ocurrió en barrio Costa Esperanza, en el este de Villa Gobernador Gálvez, y fue descubierto varias horas después, a la luz del día, cuando el cuerpo de Tomás Emiliano Arce se hizo visible. Yacía sin vida en la puerta de un pasillo ancho a la vuelta de su casa y entre sus ropas tenía el celular de donde surgió el nombre del principal sospechoso, que al cierre de esta edición era buscado.
La hipótesis principal del asesinato de Arce es que se trató de un “ajuste de cuentas”, aunque los pesquisas no quisieron revelar el motivo. El joven había estado “un par de meses detenido” por un hecho de lesiones del año pasado, y luego mencionado en el homicidio de un joven conocido como Pirañita, perpetrado a principios de febrero, aunque no hubo pruebas para imputarlo en la causa.
Fuentes del caso dijeron que cerca de las siete de ayer, vecinos de calle 20 de Junio al 100 bis, del barrio Costa Esperanza de Villa Gobernador Gálvez, se toparon con el cuerpo sin vida de Tomás Arce, de 25 años. Tenía dos heridas de bala en la cabeza, una en el mentón y otra en región occipital.
El hallazgo de una vaina servida calibre 9 milímetros dio cuenta del arma utilizada mientras que vecinos indicaron a los pesquisas que el hecho se habría registrado alrededor de las 3.30 de ayer.
Los datos coinciden con el testimonio que brindó la mujer de la víctima a los uniformados al mencionar la hora en que su pareja recibió un llamado al celular y salió de la casa.
La Policía dijo estar tras las pistas de un sospechoso, que se habría comunicado varias veces en los últimos días con la víctima, y al cierre de esta edición se disponían a realizar allanamientos para dar con su paradero.
Las fuentes agregaron que Arce había salido de la Alcaldía de Jefatura con un permiso transitorio el 24 de diciembre y que su detención era por un hecho de lesiones graves, en el que le achacaron un “escopetazo” en la pierna a un hombre que perdió el miembro.
Pero los pesquisas relacionan su muerte con declaraciones recolectadas en el homicidio de Ezequiel “Pirañita” Martínez, de 24 años, asesinado el 8 de febrero pasado, en el mismo hecho en que hirieron a su compañero Maximiliano M., de 23, conocido como Hueco.
El crimen es investigado por personal de la comisaría 29ª, con jurisdicción en la zona y la Brigada de Homicidios.
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