Edición Impresa

Un caso cada vez más confuso

Personal policial y judicial volvió ayer el departamento donde el domingo un abogado mató a puñaladas a un joven para realizar más peritajes. La pareja del muerto dio una versión muy diferente de los hechos.


Durante más de tres horas una comitiva de funcionarios policiales y judiciales realizó ayer una inspección ocular en el domicilio de Fabián Casarini, el abogado que en la madrugada del domingo pasado asesinó a puñaladas a un muchacho de 23 años dentro de su departamento de Montevideo al 1600. El letrado, que se encuentra con prisión domiciliaria imputado de homicidio, declaró que no conocía a la víctima y que se trenzó en lucha luego de que el muchacho ingresara por una ventana, armado con de un cuchillo y con fines de robo. Pero los familiares de Andrés Arduvino, un pibe conocido como Lepe con varios antecedentes penales, desmintieron esa versión y deslizaron que el letrado le habilitó el ingreso. En tanto, ayer fue indagada la concubina de la víctima, que está imputada de tentativa de robo calificado en grado de partícipe, quien se encontraba fuera del domicilio cuando comenzó la pelea.

De la medida participaron la jueza de Instrucción de la 12ª Nominación, Mónica Lamperti, la fiscal Cristina Herrera, los abogados defensores de Fabián Casarini (Marta Macat y Darío Kantor) y un letrado en representación del Colegio de Abogados de Rosario, mientras que personal de distintas secciones de la Unidad Regional II (policía científica, laboratorio biológico, criminalística, rastros y fotografía) realizaron pericias en el lugar. Los uniformados secuestraron además varios objetos del domicilio a fin de peritarlos y determinar si ayudan a esclarecer el caso.

Fuentes judiciales indicaron que hasta tanto no estén los resultados de las pericias no se pueden adelantar información, en especial hay muchos interrogantes sobre una pisada con sangre que no condice con el calzado de Arduvino ni con las huellas del abogado, que al parecer estaba descalzo. Los mismos voceros agregaron que también se realizan pericas informáticas en los teléfonos celulares de ambas personas.

Fuentes judiciales reiteraron que el abogado Casarini se encuentra con prisión domiciliaria en un lugar no divulgado para resguardar su seguridad, ya que paralelamente a la investigación por el homicidio de Arduvino, el Juzgado Correccional 8ª da curso a una denuncia por amenazas en la que está imputada una tía de la víctima. Asimismo, la fiscalía informó que entre la medidas solicitadas al juzgado de instrucción a cargo de Mónica Lamperti se pidió que se recabe información sobre posibles antecedentes de “conductas violentas” por parte del letrado imputado.

Esto fue luego que se escucharan rumores sobre malos tratos recibidos por una colega del abogado y una ex pareja, quien se habría ido del país por temor al letrado detenido.

“Me están matando”

Pasado el mediodía de ayer fue indagada Marcela S., la pareja de Andrés Arduvino, quien fue imputada de tentativa de robo calificado en grado de partícipe secundario y se encuentra en libertad. Fuentes del caso dijeron que Marcela contestó todas las preguntas que se le formularon de forma “clara, precisa y circunstanciada” y que en varias oportunidades debieron “contenerla” porque estaba muy angustiada y rompió en llanto.

En su relato, la joven ratificó que el día del hecho su pareja le pidió que la espere en la esquina del departamento, a donde le dijo que iba a buscar una pastilla de metadona (Arduvino era adicto, algo que fue reconocido por su familia), pero que pasados los minutos y algunos ruidos extraños la hicieron acercar al domicilio donde escuchó que Andrés gritaba: “Me están matando, me están matando”.

Según la joven, al acercarse a la ventana pudo observar a su pareja que gritaba de forma desesperada y a “su asesino”, aunque aseguró no haber visto cuchillo alguno. En ese sentido, dijo que se agarró de los barrotes de la ventana, aunque no aclaró si fue ella quien desprendió una de las rejas, al tiempo que gritaba “basta, dejalo ir”.

Luego dijo que la persona que agredía a Arduvino se lo entregó por esa abertura, desde donde salió “boca abajo” y que en esos momentos no vio ni el arma en poder del abogado y tampoco si estaba clavada en el cuerpo de su pareja, que presentaba visibles cortes en distintas partes del cuerpo. Marcela manifestó luego que agarró a su pareja y lo llevó caminando hasta la esquina, donde él se desmoronó, por lo que ella tampoco pudo mantenerse en pie, por lo que pidió auxilio a un vehículo que pasaba por el lugar (descartando la versión de que se desplazaba en moto junto a su pareja) y los llevó hasta el hospital Provincial, donde falleció.

El abogado defensor de la muchacha, Marcos Cella, pidió “prudencia, ya que esto recién empieza a investigarse y la fiscalía está realizando un trabajo fino para determinar qué es lo que ocurrió realmente”. De todas formas, el letrado aseguró que hay varias cosas “que no le cierran” en relación a la versión brindada por su colega Fabián Casarini.

En tanto, fuentes del caso desmintieron que en la autopsia se haya realizado alguna pericia de índole sexual en el cuerpo del muchacho, que tenía nueve cortes en distintas partes del cuerpo. La herida más significativa está en la zona de la espalda, a la altura del cuello, y fue realizada de atrás hacia delante, mientras que también presentaba dos cortes en los testículos, uno en el tórax y varios en los brazos.

Los voceros indicaron además que a comienzos de la semana próxima se realizará la reconstrucción del hecho y, por pedido de la jueza Lamperti, la medida se hará en dos etapas: la primera en forma digital y la restante en el departamento ubicado sobre calle Montevideo al 1600.

El hecho ocurrió alrededor de las 3 del domingo pasado. Según el primer relato de los hechos proporcionado por la policía, Andrés Arduvino aprovechó la oscuridad de la cuadra para romper una de las rejas del departamento que da a la planta baja e ingresar con intenciones de robo.

En ese lugar funciona un estudio jurídico, pero en la parte trasera vive el abogado Fabián Casarini, quien al escuchar ruidos extraños se levantó y fue hasta la sala, donde se habría encontrado en el intruso.

La Policía no pudo especificar cómo fue que el dueño de casa y el intruso terminaron trenzándose en una feroz pelea. Lo cierto es que el muchacho resultó gravemente herido, salió por una ventana y fue llevado por su pareja (que lo esperaba en las inmediaciones) hasta el hospital Provincial, donde falleció.

El abogado, que también resultó herido, no fue hallado en su vivienda ni tampoco en sanatorios o centros asistenciales. A través de dos abogados defensores, se puso a disposición de la Justicia, y se presentó más de 48 horas después del hecho, ya que se encontraba en “estado de shock”.

Comentarios