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Taxis: el Concejo aprobó suba y más firmes controles

El Concejo votó por mayoría las subas, y por unanimidad la obligatoriedad de instalar el nuevo “sistema generador de datos”.


Con un fuerte dispositivo de seguridad desplegado por la Policía y una movilización de taxistas que, sin incidentes, ocupó toda la cuadra de 1º de Mayo frente al Palacio Vasallo, el Concejo aprobó ayer –por mayoría– la nueva tarifa de taxis y de remises, y por unanimidad las nuevas condiciones para prestar el servicio, en las que se denota un salto en la  presencia del Estado en el “planeamiento estratégico y planificación de las políticas operativas” del sector.

Dos decretos y una ordenanza formaron el “paquete” que se votó para los taxis, que llegó empujado y a la vez resistido, según de qué arista se tratara, tanto por el Sindicato de Peones como por los titulares de chapas que no tienen choferes contratados y por quienes tienen varios autos y licencias.

Para pasajeros

El primer decreto votado correspondió al nuevo cuadro tarifario para taxis (ver aparte) que se aplicará en dos tandas: la primera, con un aumento del 30 por ciento sobre la tarifa vigente, se comenzará a aplicar en un plazo estimado de diez días o menos y llevará la tarifa diurna a 7,30 pesos la bajada de bandera y 0,36 la ficha cada cien metros y el minuto de espera. Para la nocturna, –después de las 22 del viernes, sábado y domingo, la bajada de bandera será de 8,20 pesos y 0,42 la ficha y minuto de espera. El adicional por radiollamada costará 1,69.

En otro artículo quedó aprobado el segundo aumento escalonado, que elevará en un 13 por ciento los nuevos valores a partir del 1º de noviembre. Desde esa fecha, tomar un taxi costará un 47 por ciento más que hoy: la bajada de bandera será de 8,25 pesos y la ficha y el minuto de espera 0,41; en tanto que la tarifa nocturna los fines de semana será de 9,41 la bajada de bandera y 0,47 peso cada cien metros o minuto de espera. El adicional por radiollamada será entonces de 1,84 peso.

En otro decreto aprobado por mayoría reglamentaria, el Concejo aprobó la suba en la tarifa única de remises. También aquí se desdobla entre el incremento inmediato –11,45 pesos la bajada de bandera; 0,45 la ficha y 0,68 el minuto de espera– y el que regirá desde noviembre: 12,94 pesos la bajada de bandera; 0,51 la ficha y 0,76 el minuto de espera.

Para tacheros

Junto a los decretos de actualización tarifaria –para los que se inauguró la metodología de cálculo elaborada por la Universidad Nacional de Rosario– los ediles votaron, esta vez en forma unánime, la nueva ordenanza que regirá al sector, contra la que los taxistas, que dos semanas atrás habían acompañado con un paro el reclamo de aumento, se plantaron días después para resistirla. Tanto, que incluso pasaron a un segundo plano la pelea por la suba.

Pero nada pudieron hacer: el Concejo aprobó –en parte empujado por recurrentes quejas de usuarios del servicio– no una norma sino una sucesión de cambios a una, la 2.649 de 1980, dando paso a un marco más estricto y con mayor control del Estado.

Esto estará dado por el sistema de posicionamiento global: el GPS, aparato que se sirve de información satelital para indicar originalmente una posición, pero que ahora cuenta con un sinúmero de otras prestaciones.

Lo que arrancó como un “chiche” se convirtió, para los tacheros, en una trampa. Es que el GPS será parte de un equipo obligatorio: conectado al taxímetro integrará el “sistema generador de datos”. Los datos serán recibidos en un ente estatal creado también ayer: el Centro de Monitoreo de Taxis y Remises. Dará información en línea y en tiempo real de la “gestión operativa de taxis y remises”. Cantidad de viajes, kilómetros recorridos libres y ocupados, horas trabajadas por unidad son sólo algunos de los datos recabados.

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