En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida más de dos mil rosarinos participaron de la Campaña Anual de Prevención y Detección del VIH-Sida, organizada por la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de Sida (Saisida). El acceso gratuito, rápido y “al paso” a la prueba de detección y a la concientización sobre los riesgos de contagio pusieron en la agenda de la jornada de la ciudad a este tema que afecta a toda la población mundial. Además del fácil acceso al test, diversas charlas y talleres se realizaron a lo largo del día, dando a conocer algunos datos alentadores, como la estabilización y hasta retroceso del contagio de la enfermedad, y otros un tanto llamativos, entre ellos, que la población infectada creciente está compuesta por adultos de más de 50 años.
A pesar del calor de ayer, cerca del mediodía ya empezaban a formarse las primeras colas frente a las carpas armadas en la plaza Montenegro (San Luis y San Martín), uno de los puntos de la campaña “Una prueba por la vida”. Una mezcla de tranquilidad, nerviosismo e incertidumbre se reflejaba en la cara de aquéllos que esperaban hacerse el test o recibir el resultado. Daban vueltas por la plaza, el único lugar al aire libre en donde se hizo la detección, algunas caras de preocupación, otras de curiosidad; pero sin importar qué sentimiento invadía a cada uno, todos los presentes tomaron el valor de acercarse alentados por el anonimato garantizado, algo que se reflejó a la hora de hacer algunas entrevistas. El “depende qué preguntes” y la falta de nombres fueron las condiciones para que la gente contara por qué estaba ahí o qué inquietudes la arrastraba a la plaza.
Antono, de 80 años, esperaba sentado a la sombra. Era la primera vez que se hacía el test y estaba muy seguro de acercarse y enfrentarlo. Desde su punto de vista, la información sobre el VIH/Sida sobra: “El que dice que no sabe nada es un mentiroso”. Este hombre, como muchos otros de su edad, forma parte de una población de “adultos mayores” (o sea, personas de más de 50 años denominadas así por convención) en que la incidencia del virus es cada vez mayor.
“Estamos todos en riesgo y todos se acercan”, contó ayer Sergio Luppo, presidente de la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de Sida (Saisida). “Hombres, mujeres, jóvenes, y también adultos mayores que, aunque no parezca, cuanto más grandes son menos preservativos usan”, describió. Además de los datos que se derivan de las estadísticas, aún no muy claros ni exactos, los centros de salud y las inquietudes en las consultas, describen una realidad tan nueva como llamativa: la población infectada creciente es la de adultos mayores.
Raúl Bortolozzi, director del programa provincial de ETS/Sida, explicó: “Aunque los datos no son claros, puedo decir que hay un buen grupo de infectados”. Agregando luego un dato esencial para entender la problemática: en el Pami ya hay 140 personas en tratamiento por VIH.
Ahora bien, ¿por qué este nuevo índice? “Hay factores biológicos y sociales. El viagra, por ejemplo, marcó un antes y un después; también influye que las mujeres a esa edad no pueden embarazarse. Y otros diversos cambios sociales: libertad sexual o divorcios ante todo”. Se suman a estos factores que, por lo general, las campañas no están focalizadas en estos grupos, o que resulta más difícil charlar y explicar sobre sexualidad y protección. Afrontar este nuevo paradigma demandará a la salud nuevos proyectos y perspectivas, por eso durante la jornada de ayer una de las actividades principales fue sobre esta problemática.
Uno de estos encuentros se realizó ayer por la mañana en la sede de Gobernación, y estuvo encabezada por el doctor Raúl Bortolozzi. Allí, Claudio Ziaurriz, de la Dirección Nacional de Sida, indicó que “el 20 por ciento de los nuevos diagnosticados con Sida tienen más de 45 años; de los cuales el 70 por ciento vive en grandes ciudades”. Además, recordó que actualmente en Argentina hay 130 mil afectados por el Sida, habiéndose registrado 1.800 nuevos casos, y dijo que hasta ahora fallecieron 25 mil personas infectadas. “Los porcentajes de personas mayores de 50 años diagnosticadas crecen año a año”, señaló.
De la mano de estos nuevos índices aparecen otros datos también importantes: que cada vez son más las mujeres infectadas y que el contagio en las parejas homosexuales de hombres vuelve a incrementarse. “Hay cinco infectados cada mil”, explicó Luppo. “Pero es un número que varía según la población afectada. En trabajadoras sexuales, travestis y homosexuales, ante todo”, añadió. Por otro lado, Lelio Mangiaterra, secretario de salud pública municipal, sumó que “cada dos varones, hay una mujer infectada. A veces menos. Todas chicas de entre 25 y 32 años”.
El testeo como el que se realizó ayer en la ciudad es un test no invasivo (“sólo un pinchacito en el dedo”) y cuya solución se obtiene en pocos minutos. Fuera de esta campaña, el test se hace en centros de salud de manera anónima y gratuita con una extracción de sangre con jeringa y los resultados están a los pocos días. Sea donde sea que uno se haga esta prueba, se recibe una asesoría previa y posterior. “En la previa, se detecta si la persona tiene riesgo mayor o menor de portar el virus, y en la posterior, si es negativo, se busca que la persona no incurra más en la falta de prevención”, explicó Luppo. En caso de que la prueba dé positivo, se vuelve a hacer una extracción de sangre para confirmar. La negatividad de estos test es 100 segura, no así cuando dan positivo: es probable también que la prueba de confirmación dé negativo, siendo ése un resultado seguro. Y en caso de que se confirme de que una persona es portadora del virus, el tratamiento al que tiene acceso para llevar una vida normal es gratuito.
“Las entrevistas que realizamos recogen epidemiológicos, y se centran en la preocupación del paciente. A veces cree estar en riesgo y no lo está, pero no es lo corriente. Por eso, nos centramos en la percepción de riesgo y en el riesgo real, preguntamos qué pasa con el uso de preservativo, por qué no se usa. Y eso sirve al paciente y a nosotros, que podemos ver la realidad y deducir que no es tan cambiante: año tras año vemos que la mitad de las personas no se cuida correctamente”, relató Sergio Suppo.
Es dentro de este panorama que se enmarcan los trabajos contra el Sida, para que la gente pueda testearse e informarse. Entre otros datos, Suppo advirtió que la mitad de los infectados con VIH no sabe que lo están: “Esto hace que haya dos tipos de enfermedad: una absolutamente controlada para los pacientes que saben que están infectados, con una expectativa de vida normal, teniendo que hacerse apenas tres o cuatro controles por año y tomar muy pocas pastillas por día; y por el otro lado, el Sida, para el que no lo sabe, cayendo en complicaciones que a veces llevan a la muerte. Para el que sabe que está infectado no hay Sida, para el que no sabe sí”.
Y si bien la posibilidad de hacerse la prueba está al alcance de todos, la gente no se acerca a hacerla. Por eso, las actividades y campañas de prevención y detección se hacen a lo largo del año y de diversas maneras, para que “no sea sólo un día de campaña, sino un trabajo cotidiano que incorpore el tema a la cotidianeidad”, según enfatizó Mangiaterra.
La principal causa de contagio es la de transmisión sexual y el preservativo es “una barrera al alcance de cualquiera”, según detalló el secretario de salud pública. Hay cada vez más información, pero el preservativo, que lo reparten gratis en todos lados, que puede llevarse en el bolsillo o la billetera, sigue sin usarse. Para Bortolozzi, ésa es la mejor prueba de que existe una gran brecha entre lo que se sabe y lo que hay que hacer. “Hay que concientizarse y, claro, cuidarse siempre”, destacó.
“El trabajo por la prevención de este virus es una tarea social del Estado, el gobierno, la educación, de los medios, de todos”, remarcó Mangiaterra. El secretario, además, no dudó en aportar datos positivos, que hacen a que las fuerzas en el trabajo contra la enfermedad no caigan: “En el país hay 50 mil personas en tratamiento, menos mortalidad y menos contagio. Argentina está en una región donde se ve estabilidad y hasta retroceso en el avance del Sida”. De esta misma manera, Bortolozzi adelantó que “el año que viene se profundizará la actividad, en busca del acceso universal a la protección y la información. El lema de la campaña será: «test para conocer, preservativo para cuidarse. Hacé valer tus derechos que están a tu alcance»”.
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