“La primera traición de este grupo es haberse armado a nuestras espaldas, y la segunda, la contramarcha que organizaron el 6 de abril pasado, en un acto de cobardía. Ellos se cuelgan de nuestros logros y no hacen nada”, apuntó sin medias tintas Marcela Nissoria, viuda de Hugo Montefusco, una de las víctimas fatales de calle Salta 2141. La mujer salió a responder la nota publicada en la edición de ayer por El Ciudadano al presidente de la Asociación Civil 6 de Agosto, Gonzalo Tellería. La representante de este grupo de familiares de víctimas marcó las diferencias y admite que no le molesta que haya dos grupos “pero perseguimos intereses diferentes, nos quisieron usar y no pudieron”. Desde la Asociación que lidera Tellería objetaron la metodología en los reclamos del grupo al que pertenece Nissoria. Al respecto, la mujer respondió: “Si somos violentos porque gritamos, puteamos o llevamos un aerosol es porque hace nueve meses que nadie nos da una mano”.
—¿Tuvieron algún acercamiento con la Asociación 6 de Agosto?
—Mientras nosotros peleábamos por justicia, ellos, por detrás, se empezaron a armar. Me entero un día que llamo a la familia de Domingo Oliva, uno de los fallecidos, y su viuda me dijo que tenía reunión con esta gente, le pregunté de qué se trataba y me dijo que nos iban a llamar. Cuando estuvimos con Tellería le dijimos que no nos gustaba lo que había hecho, le explicamos que nosotros estábamos convocando a todas las reuniones, hacíamos los volantes incluyendo a todos, familiares y damnificados, pero ellos ya tenían todo cocinado. Pero en una de las primeras reuniones en la que estuvo Eleonora López (hermana de uno de los fallecidos), ellos no incluían entre sus objetivos ni el pedido de justicia ni de memoria, algo que ahora sí incorporaron. Ellos planteaban la ayuda a los damnificados, que está bien, pero para nosotros era más amplio.
—Tellería cuestionaba la manera en que se movilizan o la metodología del escrache, como ir a las oficinas de Litoral Gas.
—Nosotros fuimos a las oficinas de Litoral Gas y no produjimos un solo hecho de violencia. Que nos interpelen por nuestra forma de lucha, cuando ellos no hacen nada, la verdad, es una falta de respeto. Yo quiero ver qué haría con un hijo aplastado con 20 toneladas de materiales y de hierros encima. Cuando fuimos el lunes pasado a Litoral Gas un guardia me decía “yo rompería todo en lugar de ustedes”, y nosotros mantuvimos la calma, nos contuvimos. Veíamos cómo un gerente pasaba y nos sonreía. Nos mantuvimos calmos, sin ninguna agresión, simplemente exigíamos que dieran la cara. Logramos que el próximo martes nos reciban en Tribunales. ¿Somos violentos porque gritamos, puteamos o llevamos un aerosol?, estamos reclamando porque hace nueve meses que nadie nos da una mano. Ahora estamos detrás de obtener una pensión, y eso es gracias a nuestra lucha; ellos nos ponen en un lugar de violentos y no trabajan con nosotros, pero sí se cuelgan de nuestros logros.
—¿Por qué señalan que hubo traición de parte de la Asociación?
—La primera traición de este grupo es haberse armado a nuestras espaldas, y la segunda, la contramarcha. En un acto de cobardía, ellos organizaron una contramarcha el domingo 6 de abril, cuando el horario de la convocatoria era a las 18 y ellos llamaron a los medios al mediodía para hacerse conocer. El día que el Concejo colocó la placa en el cantero de Oroño nosotras estábamos llorando y ellos aprovecharon las cámaras para convocar más temprano. Trabajaron a espaldas y se cuelgan de nuestros logros. Por ejemplo, el diputado Pablo Javkin me preguntó si podía llevar adelante la idea que yo había subido al Facebook, que la multa del Enargas a Litoral Gas fuera para los familiares; ahora, esta Asociación 6 de Agosto está pidiendo una reunión con Javkin por la placa en el cantero del bulevar Oroño, algo que le pedimos a los concejales; es decir, lo mismo: se cuelgan de todo lo que hacemos.
—¿Tuvieron diferencias con que se levantara un memorial en el lugar de la tragedia?
—La mamá de Maxi Fornarese ya había dicho lo del memorial; y cuando lo planteamos, Tellería nos dijo que “eso habría que llevarlo a votación”. Le dijimos que era una decisión de familiares de víctimas, no podíamos sumarnos a un lugar donde uno de los objetivos como la memoria no estaba contemplado. Y planteamos que la presidencia y la tesorería debían estar en manos de una madre.
—Tellería señaló que en las reuniones ustedes les dijeron que ellos se preocupaban por los muebles…
—Es obvio que el dolor no es el mismo, no es lo mismo perder a tu esposo que perder cosas materiales. A ellos no les gustaba que nosotros dijéramos que la explosión fue en Salta 2141 y no decíamos 2143, 2145… Cuando los muertos son de 2141, se fijaban en cosas menores. No estamos en condiciones de ver cosas menores porque estamos inmersos en el dolor. Ellos nos invitaban a participar de algo que ya estaba hecho. Les dijimos, “todo bien, ustedes sigan con lo de ustedes”. Pero qué pasa, ellos nombran en sus volantes “familiares”, y de familiares de víctimas sólo está la viuda de Domingo Oliva. Nosotros somos Asociación Salta 2141. Nosotros hacemos obras de caridad y solidaridad, como ayudar a un comedor de un barrio. Lo que nosotros pedimos es para toda la comunidad, para ellos también, asesorías para gente que pasa por lo mismo, con apoyo psicológico, jurídico y legal, porque uno queda despojado. Si bien hay sensibilidad por lo que pasó en calle Salta, la sensibilidad está puesta, mayormente, por aquellos que perdieron a sus seres queridos. Nos quisieron usar y no pudieron. Ellos tienen el tiempo, el espacio y la cabeza para ver por dónde meterse en un grupo como el nuestro, que está vulnerado por el dolor, pero con mucho trabajo solidario a pesar de todo.
—¿Que haya dos grupos no es contraproducente a la hora de los reclamos?
—No está mal que haya dos grupos, está mal que involucren a familiares de víctimas cuando somos, justamente, nosotros los familiares de las víctimas. La gente está sensible por los muertos de calle Salta, no por el que se le rompió el departamento. No queremos que usen a nuestros muertos. La organización que la gente ve es la nuestra, la que organiza las marchas, la que sale en los medios, la que pone las cruces.
—Justamente planteaban que hay gente a la que le cuesta pasar por la cuadra por las cruces…
—Hay gente que le molesta las cruces, lo lamento, porque es una manera de mantener viva la memoria. Tienen que ponerse en lugar nuestro. ¿Cómo creen que estamos soportando la ausencia? Si ellos están dolidos, el nuestro es un dolor superior. Soportamos actos de vandalismo con las cruces, nos arrancan las fotos de los muertos, la empresa Milicic nos tiró siete veces a los contenedores la pancarta donde está el rostro de las 22 víctimas. Hay que tener empatía. Nosotros no vamos a permitir que esta gente consiga cosas con nuestro esfuerzo y dolor y que, encima, nos rotulen de violentos.
—Dentro de la Asociación 6 de Agosto hay gente que no está convencida con la expropiación del terreno.
—Si hay propietarios que quieren el lugar, hay cientos de lugares en Rosario para emprendimientos inmobiliarios, cualquiera que vivía ahí puede vivir en cualquier lugar. Estamos de acuerdo con que se les pague lo que corresponde y lo vienen cobrando, aún falta que cobren la expropiación, falta el juicio también. Muchos van a estar económicamente mucho mejor. Para nosotros no pasa por lo económico, lo nuestro es irrecuperable. Queremos justicia y si nos desbordamos, gritamos o usamos aerosol, lo lamento. No quiero que nos juzguen por lo que hacemos, sino que se pongan en nuestros zapatos.
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