Una vez más Milton César fue noticia en las crónicas policiales. Esta vez, gendarmes que patrullaban la zona sur durante el fin de semana lo pescaron cuando con arma de fuego en mano amenazaba de muerte a una mujer que se encontraba con su pequeña hija. La escena fue observada por los uniformados, quienes luego de una breve persecución lo detuvieron. Ayer tuvo lugar una audiencia imputativa donde César fue acusado de amenazas coactivas y portación de arma de guerra. A su vez, se dictó la prisión preventiva en su contra por lo que volverá tras las rejas al menos por 60 días mientras se resuelve su situación procesal.
El nombre de Milton César aparece en diversas causas penales que van desde homicidios hasta balaceras a frentes de casas o a vehículos. En 2011, quedó detenido acusado de participar en un robo del que el entonces ministro de Justicia Héctor Superti fue víctima. César luego fue desvinculado de este hecho aunque en mayo del año pasado fue acusado de participar en el crimen de Claudio “Pájaro Cantero”. Dos días después de la muerte del jefe de la banda de Los Monos, la camioneta donde iba su madre con su pareja, tres hermanos y un amigo fue atacada a balazos por los ocupantes de cuatro motocicletas. Este ataque, ocurrido en la intersección de Acevedo y avenida Francia, terminó con las vidas de su amigo Marcelo Alomar y su hermano Nahuel. Varios meses después, su madre corrió la misma suerte ya que nunca se pudo recuperar de las graves heridas recibidas en el hecho.
Tiempo después, César fue desvinculado del crimen de Cantero y recuperó la libertad, pero una nueva causa se instruyó en su contra. En octubre pasado se presentó en la seccional 16ª en defensa de dos amigos que habían sido detenidos sospechados de cometer un robo. Según la versión oficial, hubo insultos por parte del muchacho, que se fue en su vehículo, lo que derivó en una persecución que duró algunas cuadras. Al ser interceptado, se secuestró en el automóvil un arma calibre 22 y terminó detenido. Por este hecho fue procesado y su defensor logró una morigeración de su prisión preventiva, por lo que recuperó la libertad hasta que este fin de semana volvió a caer.
Esta vez, cuatro gendarmes lo detuvieron el domingo pasado en inmediaciones de Presidente Quintana al 100 bis cuando manipulaba un arma y amenazaba a una mujer que estaba con su pequeña hija. Aparentemente las intimidaciones tenían como fin que la víctima, pareja de un tío de César, terminara la relación, refirió una fuente policial. Al ver el cuadro los miembros de las fuerzas de seguridad lo detuvieron luego de una persecución en la que se descartó una pistola calibre 9 milímetros con la numeración limada, once balas de plomo y tres de teflón, lo que generó una nueva investigación para determinar el origen de estos últimos proyectiles altamente peligrosos, según refirió el fiscal a cargo de la causa, Eduardo Sorrentino.
Durante la tarde de ayer y después de dos suspensiones por falta de defensor, se llevó adelante la audiencia. César fue acusado de amenazas coactivas y portación de arma de guerra y se dictó una prisión preventiva en su contra por 60 días.
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