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Sangriento rescate de rehenes en una planta de gas de Argelia

Estiman medio centenar de víctimas entre cautivos y captores islamistas que apoyaban a los rebeldes de Mali.


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Decenas de personas murieron ayer cuando fuerzas especiales liberaron a centenares de rehenes secuestrados por un comando islamista en una planta de gas en el sureste de Argelia. Hubo “un número importante de rehenes liberados y desgraciadamente unos muertos y heridos” pero no es posible dar cifras “definitivas”, indicó el ministro argelino de Comunicación Mohamed Said.

El funcionario anunció que varios rehenes habían muerto, muchos otros fueron liberados y varios “terroristas neutralizados”, al mismo tiempo que la agencia argelina AP anunciaba el fin del asalto a la planta en In Amenas, en el desierto, 1.300 kilómetros al sureste de la capital, Argel.

El grupo que había tomado las instalaciones afirmó que los rehenes muertos habían sido 34 y que quince de de sus hombres también habían sucumbido ante el ataque de las fuerzas argelinas.

El grupo islamista copó el miércoles la planta de gas en apoyo de los rebeldes de esa pertenencia que luchan en el vecino país de Mali y en señal de advertencia al gobierno de Argel por haber permitido a Francia el uso del espacio aéreo argelino para acudir en ayuda de las autoridades de Bamako, la capital malí.

Said acusó a una “multinacional terrorista que procura involucrar” a Argelia en el conflicto malí de “desestabilizar” al Estado argelino y “destruir su economía”, muy dependiente de los hidrocarburos.

Por su parte, un portavoz del grupo autor del secuestro había indicado antes a la agencia mauritana Nuakchott Information (ANI) que 34 rehenes extranjeros, detenidos en el lugar, murieron en la operación del ejército y que otros siete seguían vivos.

“Treinta y cuatro rehenes y 15 de los secuestradores murieron en un bombardeo (aéreo) del ejército argelino”, declaró el portavoz.

El jefe del grupo islamista asaltante, Abu Al Baraa, figura entre los muertos, según esta fuente.

Otros siete rehenes occidentales –tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico– siguen vivos y sobrevivieron al ataque del ejército argelino, agregó.

El comando islamista había entrado a Argelia por la frontera Libia, indicó por su parte el ministro argelino del Interior Dahou Ould Kablia.

Argelia justificó anoche la intervención de su ejército para poner fin a la espectacular toma de rehenes, pero varias potencias  occidentales que tenían ciudadanos secuestrados por el comando islamista se mostraron preocupadas por un balance potencialmente fuerte.

Los secuestradores se habían presentado como los “Signatarios por la sangre”, nombre de la katiba (unidad combatiente) del argelino Mokhtar Belmokhtar, apodado “el tuerto” o “Mister Marlboro” por sus supuestos tráficos de cigarrillos.

El primer ministro británico, David Cameron, que a raíz de la crisis de los rehenes en Argelia debió postergar sin fecha su discurso sobre Europa previsto para hoy por la mañana en Amsterdam había advertido por televisión a sus compatriotas que debían “prepararse para la posibilidad de más malas noticias” en el país norafricano.

Un ciudadano británico ya había muerto el miércoles durante el ataque de los islamistas a la planta de In Amenas, operada por la petrolera británica BP, la noruega Statoil y la argelina Sonatrachen.

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