Ciudad

Café, birra y arte

Revive polémica por ordenanza de “espectáculos públicos”

La inminencia de la renovación de bancas en el Concejo local alienta a propietarios de los llamados bares culturales a volver a la carga en procura de salir de “espectáculos públicos” y lograr una ordenanza acorde con esa actividad.


La polémica por la necesidad de reformar la ordenanza 7218 de Espectáculos Públicos con el fin de reordenar las normas municipales que habilitan y controlan a los bares y centros culturales de la ciudad se reaviva. Con miras a la renovación de bancas en el Palacio Vasallo los dueños de muchos de estos espacios se reunieron con los principales candidatos a concejales del Frente Justicialista para la Victoria en el tradicional bar Olimpo, ubicado en la esquina de Mendoza y Corrientes, y allí expusieron sus inquietudes, reiteraron la importancia de las actividades que se llevan a cabo en sus locales y coincidieron con que “la actual normativa está vetusta y no nos representa”.

En la ocasión, los titulares de estos comercios volvieron a plantear lo que vienen reclamando desde hace años y es que “existe un bache en la ordenanza de Espectáculos Públicos”.

“Todos estamos habilitados de manera distinta: bar café, bar con amenización musical, bar con amenización y números en vivo. En realidad nos disfrazamos de algo para poder funcionar legalmente”, se sinceró Pablo Teglia, del local que cobijó el encuentro.

Por su parte, Ignacio Gorriz, de Espiral Calipso, aseguró que “hoy por hoy la habilitación de centro cultural no existe”.

“Por ejemplo –explicó–, hay un centro cultural que funciona como tal pero que está habilitado como bar”, para imaginar a continuación: “Llega un inspector y se encuentra con que hay una clase de violín o una clase de danza. ¿Cómo lidiar en ese momento con un inspector que se adueña del espacio y pide cuestiones que no tienen nada que ver con la actividad que se lleva a cabo en el lugar? Es muy complicado”, cerró el empresario.

Puro sentimiento

“Los nuestros son espacios en donde se promueven situaciones que tiene que ver con el arte. Muchas veces con la puesta de talleres y convocatorias pequeñas porque justamente nuestros lugares no tienen mucha capacidad”, sostuvo Javier Reynoso, de Bon Scott. También aseguró que “si bien estos espacios son un negocio y están habilitados como tales, nuestro espíritu en sí no es el meramente comercial sino el de generar propuestas alternativas para artistas emergentes”.

Al respecto, Teglia consideró que “el primer paso es lograr estar encuadrados en una normativa que nos represente porque queremos estar en un marco legal que nos ampare y en el que, por supuesto, vamos a tener responsabilidades”.

La mayoría de los propietarios de los bares y espacios culturales que participaron de la reunión, señalaron a los candidatos a concejal presentes que en ningún momento se discute desatender los aspectos relacionados a la seguridad. “Para nosotros es importante que el matafuegos o la salida de emergencia estén en orden, absolutamente, pero también estamos persiguiendo el deseo, no el dinero y con el Estado ausente y mientras sigan las inspecciones y sanciones, pagamos multas y alícuotas que no nos corresponden como la del Ente de Turismo municipal, cuando es a nosotros que nos tendrían que pagar por fomentar el turismo”, agregó uno de los comerciantes.

Parches

Si bien a mediados de 2014 hubo iniciativas presentadas por particulares, como también un proyecto encabezado por el radical Jorge Boasso que buscó un cambio integral de la ordenanza vigente los titulares de los negocios afectados no tuvieron respuestas.

Una de las propuestas la presentó en julio pasado el Movimiento Giros, que proponía la creación de la figura de “club social y cultural”, de modo que estos espacios, que no sólo ofrecen recitales de música sino también talleres, clases de tango y teatro y presentaciones de libros entre otras actividades, pudieran funcionar  bajo un marco regulatorio distinto al de la ordenanza 7218.

Sin embargo, en las comisiones de trabajo correspondientes la mayoría de los ediles consideraron que hacer algo por fuera de Espectáculos Públicos “era un parche”, y que en realidad lo que correspondía era una reforma integral. Ninguna de las dos propuestas logró llegar al recinto.

A raíz de las numerosas inspecciones de las que fueron y son blanco los llamados “bares culturales” de la ciudad, los titulares de estos comercios mantuvieron varias reuniones con el Ejecutivo para ver qué hacer en el mientras tanto. Así, salió un decreto para que los bares de menos de cien metros cuadrados, que son aquellos que no tienen posibilidad de obtener la habilitación de amenización musical con números en vivo, hoy puedan armar algún tipo de evento.

“Pero es un parche y además, eso es en teoría porque en la práctica siguen los controles y los inspectores no se atienen a ese decreto sino que siguen rigiéndose por la ordenanza de Espectáculos Públicos”, indicó Gorriz.

De créditos y subsidios

Una de las propuestas que barajó uno de los candidatos presentes  es que la Municipalidad otorgue créditos blandos a todos aquellos bares que necesiten hacer reformas, para salidas de emergencias o mejoras en la aislación del sonido, por ejemplo. No obstante, Mattheus, propietario de Kika, dijo que “en el caso de los comercios más pequeños, más allá de los financiamientos bancarios necesitaríamos algún tipo de subsidio para hacer arreglos y mejorar la convivencia con los vecinos”.

“Se necesitan nuestros espacios para promover la cultural local porque con las ofertas que hay por parte del Estado no alcanza para las demandas de todos”, agregó el propietario de Kika, a lo que Gorriz añadió: “Somos lugares sociales que no son convencionales. Quienes vienen a ver los espectáculos o las puestas que se realizan en estos lugares son personas que quieren ver otras cosas”.

Todos invitados, fueron algunos

A la reunión entre integrantes de Espacios Culturales Unidos de Rosario (Ecur), realizada el pasado martes a la noche, estuvieron invitados los principales candidatos a concejales de las distintas listas, aunque sólo fueron quienes forman parte del Frente Justicialista para la Victoria como Fernanda Gigliani, Alberto Muñoz, Eduardo Toniolli, Marcos Aviano y Hugo Ríos. También asistieron los precandidatos a senadores Cristian Reccio, del Frente para la Victoria, y Esteban Mestre, de Unidos Podemos.

Cada uno de los políticos dio su opinión respecto del tema planteado por los propietarios de estos locales y se comprometió a abordar el tema en caso de resultar elegido.

Reforma integral urgente

Al ser consultado sobre la situación de los llamados “bares culturales” de la ciudad, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, sostuvo enfáticamente que es “extremadamente necesaria una reforma integral” de la ordenanza 7218 de Espectáculos Públicos. Por ello es que consideró que el cambio no debe limitarse solamente a algunos artículos sino a toda la norma. Así, coincidió en que las reglamentaciones deben adecuarse a las demandas de la realidad actual.

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