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“Antes de hacer alianzas con Macri o De Narváez, mejor que sigan los que están”

El socialismo propone volver al diálogo con la UCR, pero rechaza a De Narváez.

Quedan menos de veinte días para el cierre de las listas de diputados nacionales y candidatos presidenciales, de cara a las primarias nacionales del 14 de agosto. Con ese horizonte, es muy poco el tiempo que le queda a Hermes Binner para definir qué lugar ocupará en el armado nacional. Sin embargo, pese a la urgencia, los tiempos de la negociación entre la UCR y el PS parecen dilatarse, buscando que el desplante, si finalmente se concreta, se asuma en el otro bando, en especial por el interés que tiene el socialismo en guardar las formas con quien también es su socio en la provincia.

Mientras tanto, el PS acaba de ordenar el armado de una comisión, que se constituirá el sábado próximo, y que tiene por objetivo retomar el diálogo con la UCR. También se programó un congreso partidario, donde se tomaría la decisión sobre las alianzas, a sólo tres días del cierre de listas, el próximo 11 de junio, un día después de que la Convención Nacional del radicalismo confirme, o no, la alianza con De Narváez.

Ayer mismo el mandatario provincial afirmó que antes de “hacer alianzas con (Mauricio) Macri o De Narváez, mejor que sigan los que están”, dando a entender que prefiere que siga gobernando Cristina Fernández de Kirchner antes de cerrar un acuerdo donde participe el peronista disidente. Casi al mismo tiempo, apenas unas horas antes, la mesa política del PS daba instrucción para la conformación de una comisión que tendría por primera misión reanudar el diálogo con la UCR.

Uno de los dirigentes de esa comisión, el senador provincial Juan Carlos Zabalza, alentó la posibilidad de un acuerdo con la UCR y se esperanzó en la posibilidad de que los radicales den marcha atrás con el pacto de la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, desde el radicalismo nadie piensa en retroceder, en la convicción de que los votos de De Narváez son indispensables en el territorio electoral más importante del país, la provincia de Buenos Aires, a la que consideran indispensable para la posibilidad de un balotaje.

Así las cosas, todo iría encaminado hacia una división de aguas, donde el PS lideraría el espacio de centroizquierda nacional, junto a Pino Solanas, Luis Juez y Margarita Stolbizer (ver aparte), y el radicalismo iría detrás de Ricardo Alfonsín, quien a la vez deberá pensar en otro acompañante de fórmula.

El escenario interno

Sin embargo, esa opción, que parece la más lógica tal como está el panorama hoy, se choca de bruces contra el escenario provincial, donde el radicalismo, su socio electoral,  acaba de reunir 200 mil votos en la interna del domingo pasado, con buena performance en muchos municipios y departamentos, y no ve con buenos ojos un desplante a su candidato nacional. Así lo hizo saber por estos días Mario Barletta, el intendente santafesino, transformado en el referente más importante del partido tras la elección del domingo pasado.

Barletta dejó muy en claro que el Frente Progresista “no corre riesgo”, sea cual fuere la decisión de Binner, pero dejó entrever que no respondía por la actitud que vayan a tomar los afiliados radicales en el voto de las generales del próximo 24 de julio, cuando Antonio Bonfatti compita con el PJ y el PRO por la gobernación de la provincia.

Binner, mientras tanto, dijo ayer que la diferencia entre el armado en Santa Fe y el nacional está en que en la provincia “no hay ningún De Narváez”.

“El problema es que aquí, dentro del FPCyS, no hay ningún De Narváez, ni ningún Macri”, enfatizó, tratando de separar las realidades.

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