Ciudad

Polémico edil perdonó a un ladrón que robó en su casa

Es Miguel Ángel Coradini, de Arroyo Seco, quien pidió “molerles los huesos a choros y faloperos”.

El presidente del Concejo Municipal de Arroyo Seco, Miguel Ángel Coradini, quien hace un año propuso “molerles los huesos” a los ladrones “para que no vuelvan a robar”, acaba de perdonar a un hombre que hace unos meses robó en una finca de su propiedad y por esa razón el imputado fue condenado sólo a prisión domiciliaria.

La causa recayó en la sala 2ª de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, integrada por Ramón Ríos, Juvencio Mestres y Adolfo Prunotto, que analizó el caso y tuvo en cuenta diversas aristas para morigerar la pena, entre ellas el pedido de perdón que hizo el ladrón y la aceptación de la víctima, el concejal Coradini.

En junio pasado, el edil denunció un robo en una finca de su propiedad ubicada en la zona rural denominada Playa Hermosa, en Arroyo Seco. La investigación de la Policía dio con uno de los autores del hecho, un joven identificado como Claudio G., quien además de confesar su participación en el hecho colaboró con la Justicia para que se pudieran recuperar los elementos sustraídos.

Estos elementos jugaron a favor de Claudio G., como así también se contempló su condición socioeconómica. “El imputado pertenece a un hogar indigente y su padre es un precario trabajador rural que percibe una exigua suma de dinero mensual, insuficiente para paliar las necesidades de su familia”, indica el fallo de la Cámara de Apelaciones entre los considerandos. Agrega que Claudio G. “no tiene instrucción, es primario, carece de antecedentes penales aun durante la etapa de su minoridad y el hecho atribuido descarta el uso de arma o violencia sobre las personas”, y destaca que cometió el robo “a instancias de otros sujetos (quienes quedaron en libertad en los primeros momentos de la investigación) con nutrido historial de ilícitos anteriores”.

Durante el proceso, el hombre pidió entrevistarse personalmente con Coradini para ofrecerle una disculpa y procurar algún tipo de reparación. El concejal, “tras la lógica indignación que le causara verse damnificado por el delito, aceptó sin embargo colaborar en el noble objetivo recibiendo al imputado y aconsejándolo sobre la actitud a asumir en adelante, no obstante haber sufrido los efectos negativos de la conducta antisocial”.

La Cámara entendió que el encuentro entre el ladrón y la víctima “configura todo un reconocimiento de la dignidad humana que agigante a los dos protagonistas como personas”.

Por esta razón, la Justicia resolvió “morigerar los efectos del medio coercitivo” y dispuso “la prisión preventiva domiciliaria de Claudio G. en el domicilio de su progenitor, con el control y discreta vigilancia del titular de la seccional 27ª de la ciudad de Arroyo Seco”.

Aquel exabrupto

Coradini cobró notoriedad en agosto del año pasado cuando se despachó con una serie de declaraciones que conmovieron a la opinión pública por ser, justamente, el presidente del Concejo Municipal de Arroyo Seco.

Durante una sesión del cuerpo legislativo dijo que a “los tipos que chorean y los pibes que se falopean” hay que “molerles los huesos para que no vuelvan a robar” y le pidió a la ciudadanía que “no maten a nadie”, pero sugirió que los castiguen con “cintazos”. En ese ataque de incontinencia verbal también arremetió contra las autoridades: “También hay que molerle los huesos al juez”.

“Acá hay que tomar el toro por las astas, hay convocar al consejo de seguridad y tomar medidas concretas”, arrancó con tono suave durante aquella exposición. “Soy un criterioso de que acá, con el tema ese de la reeducación, la inserción en la sociedad de los tipos que chorean, de los pibes esos que se falopean y salen con el revólver, que se la hagan adentro: hay que meterlos adentro. Y un consejo sano: si alguna vez los agarran y desarman a alguno, hay que molerles los huesos y van a ver que no vuelven a robar”, disparó.

“El comisario debe estar podrido: va, lo detiene, hace el papeleo y después lo sueltan. Al que hay que molerle los huesos es al juez”, insistió Coradini.

Los dichos no tardaron en llegar a los medios y, ante semejante revuelo, el concejal intentó bajarle el perfil al declararse como “un defensor de los derechos humanos” y pidió: “Lo que dije no hay que tomarlo literalmente”.

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