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Piden reclusión perpetua para el verdulero de barrio Parque

Ayer las partes expusieron sus alegatos finales y el fallo será dado a conocer el próximo jueves en Tribunales.


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El juicio seguido contra Martín Santoro por los crímenes de tres ancianos que vivían en barrio Parque y la localidad de Zavalla  llega a su fin. Ayer las partes expusieron sus alegatos finales, en los cuales argumentaron sobre su teoría del caso. Luego de hacer un detalle de todo el material probatorio y sostener que el acusado fue uno de los autores de las muertes de Concepción Lavore, Susana García y José Savini, la fiscalía requirió una condena de reclusión perpetua por tres hechos de homicidio criminis causa (matar para esconder otro delito). Según la teoría mayoritaria, esta sanción implica una pena en expectativa de hasta 50 años de cárcel. Por su parte, la querella solicitó la misma condena, mientras que la defensa, con un fuerte alegato contra las irregularidades de la investigación, pidió la absolución de su defendido. El próximo jueves, el tribunal integrado por los jueces María Isabel Mas Varela, José Luis Tutau y Roxana Bernardelli dará a conocer el fallo.

El fiscal Esteban Franichevich abrió su alegato sosteniendo que los crímenes fueron cometidos por “una gavilla rudimentaria y con división de funciones”, por lo que Martín Santoro, el único sospechoso que llega a juicio, debería estar sentado en el banquillo de los acusados junto con otras personas. Además, sostuvo la validez de todos los actos procesales y cuestionó la falta de memoria de algunos policías.

El representante del Ministerio Público hizo hincapié en la existencia de denominadores comunes en los distintos hechos: el desorden, los cuerpos de las víctimas violentados y el franqueo de las puertas (no hubo violencia en las cerraduras), lo que habla de que las víctimas –que vivían solas y eran adultos mayores– conocían a su homicida.

Respecto del acusado, el fiscal detalló que al momento de su detención le secuestraron elementos que pertenecían a las víctimas. También resaltó el hecho de que en la cocina de Susana García, una de las víctimas fatales, había bolsas con verduras con ataduras similares a las encontradas en la casa de Concepción Lavore, otra mujer asesinada en el mismo barrio.

Las pruebas

Acerca del crimen de Susana García –quien era clienta de la verdulería– Franchevich sostuvo que algunos llamados anónimos sindicaron a Martín Santoro como el autor de ese homicidio. En este sentido, el fiscal hizo referencia a una comunicación telefónica que el acusado mantuvo con Pablo R. –ex imputado en la causa e informante de la Policía–. Durante esa conversación, Santoro dijo que tenía que mover cosas de una casa y le consultó a Pablo R. si sabía encender un automóvil. Cuando el informante le preguntó por lo dueños del lugar, Santoro sostuvo que los había matado, según su versión. Franichevich hizo referencia además a otra charla en la cual el acusado mostró su preocupación porque su hermano no había usado guantes en un hecho y había colgado a la víctima del picaporte (posición en la que se encontró a García). El fiscal también habló de Matías M., otro ex sospechoso, a quien Santoro le contó que tenía un auto y objetos para vender, siempre de acuerdo con sus dichos.

Franichevich hizo mención a una pericia realizada al celular de Susana García, hallado en poder de Santoro, del que surgieron dos datos de interés: en la agenda había números de personas relacionadas con el  entorno del acusado y un mensaje que decía “llamame, soy Martín”.

El fiscal también se refirió al crimen de José Savini, hallado muerto de una puñalada en su casa de la localidad de Zaballa. El representante del Ministerio público dijo que el sobrino de la víctima vio estacionada la noche anterior al homicidio una tráfic blanca con un abollón.

Con respecto a este homicidio, Franichevich mencionó algunas pruebas. Primero habló de un teléfono secuestrado al acusado que fue sometido a una pericia y reveló que el día de la muerte de Savini se registró una llamada realizada desde Zaballa. Ese mismo día, una vecina había visto a la víctima hablar con una chica y un muchacho alto y de cabello corto. Dos mujeres que trabajaban en la verdulería –las ex imputadas Alicia P. y Natalia M.– corroboraron que Santoro iba a Zavalla. Por último, una pericia sobre una huella encontrada sobre la mesa de la casa de Savini coincidió con una zapatilla del acusado.

En el caso de Concepción Labore los elementos colectados fueron menos. Había verduras atadas sobre la mesada y un primo de la víctima reconoció entre las cosas secuestradas a Santoro un reloj de la mujer.

Perverso

El fiscal habló también de una pericia psicológica hecha a Martín Santoro, la cual revela que sufre uno de los tipos de perversión más pensados y cuidados. A esto agregó que el proceso de conversión religiosa que atraviesa el imputado es un arma consciente de ocultamiento.

Por todo esto, Franichevich pidió al tribunal la aplicación de la pena de reclusión perpetua por tres hechos de homicidio criminis causa, la aplicación de una multa extrema, el decomiso de los bienes utilizados en los delitos y el resarcimiento del daño material y moral si corresponde.

Querella

La querella, representada por el abogado Ignacio Carbone, apuntaló lo expresado por el fiscal y consideró que Martín Santoro tiene “un trastorno de la personalidad antisocial que esconde violencia, con rasgos perversos”.

“Santoro admitió que era fletero de mercaderías robadas, que sabía que estaba mal pero ello le generaba adrenalina”, refirió el querellante, quien solicitó una condena a reclusión perpetua por el homicidio criminis causa de García.

Defensa

Por último, el defensor, Raúl Superti, sostuvo que todo comenzó con un anónimo y la incorporación de un informante que a través de llamadas telefónicas y engaños obtuvo información del acusado. El letrado solicitó la nulidad de las intervenciones telefónicas, ya que no contaron con fundamentación suficiente. También sumó a la lista los allanamientos realizados atento a que las órdenes no fueron firmadas por el comisario.

El abogado sostuvo que las pericias realizadas sobre celulares y la zapatilla secuestrada en la casa de Santoro son nulas porque no les permitieron presenciarlas. También cuestionó la lectura de las indagatorias prestadas por Santoro durante la instrucción al sostener que a su cliente le asiste el derecho de decidir cuándo hablar y agregó que sólo pueden ser valorados en la sentencia los elementos materiales incorporados en el juicio y eso no pasó con un reloj reconocido por un familiar de Lavore o la zapatilla con la que se cotejó la huella. Un punto aparte hizo sobre la actuación policial al sostener que “no se hizo nada”.

Luego de hacer todas las reservas del caso, el letrado defensor solicitó la absolución de su cliente.

Al finalizar la jornada, los jueces que integran el tribunal –María Isabel Mas Varela, José Luis Tutau y Roxana Bernardelli– anunciaron que la parte resolutiva del fallo contra Martín Santoro será dada a conocer el próximo jueves 12 de diciembre en la sala de audiencias del primer piso de los Tribunales provinciales.

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