El padre de Paula Perassi, la joven desaparecida desde septiembre de 2011 en la localidad de San Lorenzo, presentó un petitorio para que se resuelva la causa que investiga los atentados y amenazas que sufrió la familia en mayo pasado y por los que recibió custodia. Tras la presentación, el abogado querellante Adrián Ruiz dijo que “si bien no hay objeciones contra la disposición de la custodia, se solicitó al Ministerio Público la celeridad del trámite de investigación para dar con los autores de los atentados contra los Perassi, para así poder llevar una vida medianamente normal”.
Los atentados a los que se refirió el abogado ocurrieron el 19 de mayo pasado en el taller del papá de Paula, Alberto, donde desconocidos destrozaron todos los vidrios y colgaran una cruz en la puerta. Esto ocurrió un día después de que la Justicia procesara a los ocho acusados en la causa caratulada aborto no consentido seguido de muerte. “Es lo mismo que me hicieron cuando me robaron tres veces, me rompieron un auto, destruyeron el coche de un cliente y dejaron notas intimidatorias”, describió Perassi aquella vez.
“No pueden determinar si las letras con las que amenazaron a la familia es la misma que los carteles en los que pedían la libertad de los policías procesados. Esto ha tomado publicidad en la audiencia del 19 de agosto pasado, cuando los acusados fueron puestos en libertad”, describió Ruiz.
Paula fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011. La hipótesis de la Justicia es que estaba embarazada de un empresario de San Lorenzo, Gabriel Strumia, con quien mantenía una relación sentimental, por lo que fue obligada a realizarse un aborto que terminó con su vida.
A más de cuatro años, la familia busca sus restos. La última medida implica una excavación en un predio de Timbúes por parte del Equipo de Antropología Forense. La investigación tardó más de tres años para procesar el 18 de mayo pasado a los acusados por la desaparición de Paula y luego demoró tres meses para revocar la preventiva de los detenidos con cauciones a Gabriel Strumia –amante de la víctima y partícipe del crimen–; su esposa Roxana M., acusada de participar del plan y de esgrimir coartadas para desviar la pesquisa; los comisarios Adolfo Daniel P., ex jefe de Agrupación Cuerpos de la UR XVII, y Enrique K., a cargo de la unidad que investigó el caso hasta que fue derivado a la Tropa de Operaciones Especiales; Mirta R., sindicada como la autora del fallido aborto a Paula, y los también policías Gabriel G., Aldo G. y María José G.
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