Omar Palma confía todavía en las chances de su equipo de clasificar para jugar una de las Promociones del ascenso. Y la expectativa del Negro tiene que ver, en buena parte, con la mejora futbolística que mostró el canalla el sábado pasado, al conseguir la importante victoria frente a Atlético Tucumán en Arroyito.
Ayer, en diálogo con Estadio 3, programa radial que se emite diariamente por LT3, el técnico auriazul analizó el presente de Central de cara a las últimas cinco fechas del torneo.
—El panorama pensando en llegar a la Promoción sigue complicado, pero la sensación es que el equipo mejoró.
—Cuando llegamos al club sabíamos que esto era así. A Central le quieren ganar todos. Pero siempre digo que, cuando no se puede jugar bien, hay que poner otras cosas. Eso es clave en esta categoría, porque los rivales no siempre te dejan jugar. Y ahí es cuando tenés que correr y meter un poco más. Me parece que nosotros cambiamos algunas cositas en ese sentido, y así el equipo mejoró la imagen que tenía.
—¿Tenés ya preparados los dos escenarios, el del equipo ascendiendo o jugando otro año en la B Nacional?
—Seguro, evaluamos las dos situaciones. Nosotros la vamos a pelear hasta el final, y ojalá que lleguemos a hacerlo hasta la última fecha. Pero la realidad es complicada. De todos modos, nosotros estamos enfocados únicamente en el partido que viene. No queremos pensar más allá de eso. Tenemos un partido muy duro con Tiro Federal en el que nosotros no tenemos otra opción que ganar.
—¿La irregularidad de la mayoría de los equipos que participan en este torneo es la que está entregando a Central esta chance de llegar a la Promoción?
—Seguramente. Lo que pasa es que, en este tipo de torneos, el arranque es muy importante. Si vos empezás bien, te permite jugar más tranquilo. Pero para Central todo fue complicado desde el principio, y hoy nos está costando un montón. Ahora no queda otra que trabajar y pelearla. Tenemos que seguir así porque creo que las cosas se están encaminando. Además, cuando uno tiene la chance de jugar por algo, hay mayor motivación. Lo peor que te puede pasar es que en las últimas fechas ya no juegues por nada.
—¿Por qué te parece que los técnicos surgidos en Central son más propensos a confiar en los jugadores surgidos en divisiones inferiores?
—Lo que pasa es que, los que nacimos futbolísticamente en Central, vivimos en Rosario. Entonces, entendemos mejor algunas cosas. Por ejemplo, cuando el equipo anda mal, la gente te reconoce por la calle y te lo hace saber. Lo que pasa es que cuando nos tocó agarrar esto había una inseguridad terrible y el equipo estaba anímicamente muy mal. Al principio, rearmar todo esto cuesta. Los jugadores tienen que entender lo que uno pretende dentro de la cancha.
—¿Está muy diezmado el plantel con el tema lesiones?
—Un poco. Pero estoy contento porque hay varios que ya están recuperados. Pirulo (Rivarola) se está poniendo bien. Es un jugador del que no hace falta que cuente las condiciones que tiene. Además, es importante para el grupo porque es flor de profesional. Jugadores como él son los que van marcando el camino de los chicos que sumamos.
—Volviste a confiar en Valentini. Lo mantuviste en el equipo ante los tucumanos y te respondió.
—Nunca dejé de confiar en Nahuel (Valentini). Todo lo contrario. Lo conozco porque lo tuve en las inferiores. El tema es que, cuando llegamos, la situación no daba para arriesgar. La gente se la había tomado con él y con Diego (Braghieri), y son muy buenos centrales. Van bien de arriba, tienen prestancia, y ya aprendieron muchas cosas de esta categoría, en la que no se puede arriesgar mucho. Generalmente, los rivales tienen delanteros mañeros, que pelean mucho y obligan. Lamentablemente, cuando nosotros llegamos, encontramos esta situación. Si hubiéramos estado desde antes, creo que la cosa hubiera sido distinta. Pero las cosas se dieron así y uno tiene que afrontarlas como se dieron.
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