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Histótico

Palestina izó su bandera en la ONU

Mahmud Abbas pidió el reconocimiento de todos los países miembro.


Los palestinos izaron por primera vez su bandera en la sede de las ONU, en Nueva York, ayer, en un gesto simbólico que, no obstante, no esconde el estancamiento absoluto de una de las crisis más antiguas en la historia mundial.

“En este momento histórico le digo a mi pueblo en todas partes: icen la bandera de los palestinos muy en alto porque es un símbolo de nuestra identidad”, dijo el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmud Abbas a la multitud.

“Hoy es un día de orgullo para los palestinos: el alba se aproxima”, agregó el presidente de la ANP, de 80 años, durante la ceremonia.

La bandera roja, negra, blanca y verde fue izada en el jardín de rosas de la sede de la ONU, en una nublada tarde neoyorquina que amenazaba con lluvia. Algunos aplausos y bulla estallaron al verla ondear con la brisa.

El pabellón será luego llevado al frente del edificio de la ONU y quedará flanqueado por las banderas de los 193 países miembro de Naciones Unidas, y de El Vaticano, que como Palestina, tiene estatus de miembro observador en la ONU.

El izamiento de la bandera constituye un hito en los esfuerzos de los palestinos por lograr su reconocimiento dentro del concierto de naciones, pero la sobriedad de la ceremonia también reflejaba el pesimismo reinante respecto al conflicto palestino-israelí, que se remonta a los albores de la ONU.

Abbas presidió la ceremonia junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, poco después de lanzar una denuncia en la Asamblea General contra la ocupación de Israel.

Estados Unidos e Israel han desestimado la iniciativa como un gesto simbólico que traba la causa de la paz, pero Ban apuntó que los símbolos “son importantes” y pueden “impulsar a la acción en la dirección correcta”.

“Ahora es tiempo de que tanto israelíes como palestinos restauren la confianza en un acuerdo pacífico con vías de crear dos Estados para dos pueblos”, añadió.

La Asamblea General de la ONU aprobó el 10 de septiembre pasado una resolución para permitir izar la bandera de Palestina y del Vaticano en el órgano mundial al lado de las de los países miembros.

La resolución fue apoyada por 119 países, con un fuerte bloque de países de América Latina y los votos de Francia, Rusia y China. Otros 45 se abstuvieron, mientras que Australia, Israel y Estados Unidos la rechazaron.

Fin de la paciencia

En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Abbas utilizó el podio para pedir a “aquellos países que todavía no han reconocido al estado de Palestina a hacerlo”. Además, acusó a Israel de violar los acuerdos de paz de Oslo, firmados en 1993 y amenazó con dejar de respetarlos si el Estado hebreo no lo hace.

“Palestina, que es estado observador en Naciones Unidas, merece reconocimiento y membresía plenos en el órgano mundial”, aseguró.

En su discurso, el presidente palestino amenazó también con no respetar más los acuerdos de Oslo si Israel no hace lo mismo, por ejemplo continuando con su política de colonización en Cisjordania.

“Declaramos que no podemos seguir obligados legalmente por estos acuerdos firmados y que Israel debe asumir todas sus responsabilidades como un poder ocupante, porque el statu quo no puede continuar”, dijo Abbas en su discurso.

El presidente palestino aseguró que esa será su postura “mientras que Israel se niegue a acabar con las actividades de asentamientos y liberar al cuarto grupo de presos palestinos”, porque hasta ahora los israelíes “violan continuamente” los acuerdos de Oslo. Además, consideró: “Israel debe asumir la responsabilidad completa por lo ocurrido. Nuestra paciencia ha llegado a un fin”.

Esta amenaza, agitada a menudo por los responsables palestinos, llevaría en la práctica a la disolución de hecho de la ANP, y según las Convenciones de Ginebra, Israel debería entonces asumir los asuntos civiles de la población de los territorios ocupados.

Las palabras de Abbas recibieron una crítica inmediata del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, antes de que él mismo suba al podio de Naciones Unidas hoy.

“El discurso de Abbas es deshonesto, incita a la provocación antiisraelí y a la destrucción en Oriente Medio”, aseguró el primer ministro de Israel en un comunicado.

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