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Ollanta no será socio del Mercosur

Kirchner y Humala estudiaron avanzar en otros temas.

Cristina Fernández, Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, saludan sonrientes en Olivos. El visitante peruano promete una nueva era en las relaciones y dejar atrás el caso del tráfico de armas.

Tras los casos de Italia y México, la Argentina ahora buscará relanzar su relación bilateral con Perú, congelada desde que Alejandro Toledo y Alan García fueron presidentes de ese país y los Kirchner están en la Rosada. Para esto, ayer Cristina recibió con todos los honores posibles al jefe de Estado electo de Perú en la Quinta de Olivos. Allí, ambos se prometieron una nueva etapa en la comunicación binacional y la preparación de varias cumbres bilaterales para cuando el nacionalista asuma el poder. Como para dar luz verde a la nueva etapa, el visitante dijo claramente que el conflicto por la venta de armas a Perú «es ya historia pasada».

Para la Argentina, la llegada de un nuevo presidente a Lima es una oportunidad para reparar un error reconocido por uno de los referentes diplomáticos del kirchnerismo. Días atrás, el representante local ante la Unasur, Rafael Follonier, reconoció que no fue una buena estrategia alejar a Perú del bloque en los días de Alan García por cuestiones ideológicas. “Debimos haber establecido puentes como lo hicimos con la Colombia de Santos y el Chile de Piñera”, admitió el cuadro K.

La presidenta recibió a Humala en Olivos, durante una hora y media, con la participación también del canciller Héctor Timerman. Humala vino al país en una gira regional que incluyó Brasil, Paraguay y Uruguay, desde donde llegó la noche del lunes vía fluvial, en lo que lo convierte en otra víctima de las cenizas volcánicas. La Argentina propuso ayer a Humala apadrinar la llegada peruana al Mercosur, posibilidad algo compleja que el propio visitante reconoció. Éste afirmó «su vocación de profundizar su relación con el Mercosur», pero admitió que los Tratados de Libre Comercio (TLC) de Perú con terceros países son un escollo para avanzar en la integración. Los dos más polémicos negociados y cerrados por el tándem Toledo-García son con los Estados Unidos desde 2009 y con las naciones del Pacífico; regiones con las que el Mercosur mantiene relaciones de integración frías y lejanas. De hecho, uno de los clásicos del bloque sudamericano son los intentos crónicos de Uruguay de acercarse a Estados Unidos para algún tratado comercial, que desde el resto de los miembros se le boicotea. La situación es similar a la de Chile, que con tratados muy parecidos a los peruanos se mantiene como un «Estado asociado» del bloque, lejos de las negociaciones de profundización de integración comercial. La única salida que tendría Perú sería la de renunciar a su acuerdo con EE.UU., algo que Humala rechazó durante toda su campaña. La situación es similar, además, con el Pacto Andino, donde participan Perú, Colombia, Bolivia, Chile, Ecuador y Venezuela. Este acuerdo también es incompatible con el Mercosur, lo que constituye el principal escollo para el avance en la llegada de Venezuela y Bolivia (los más interesados en ingresar) al Mercosur.

Igualmente Humala prometió estudiar “los mecanismos para participar en las distintas comisiones del Mercosur, para, en reciprocidad, poder ambos contribuir a la solución de problemas comunes”. El Mercosur está integrado por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, bloque del que Perú es país asociado, junto al resto de las naciones andinas. “Creemos que América del Sur es un espacio muy importante hoy día. Estamos hablando de millones de latinoamericanos que podemos construir un mercado sólido acá, y nos interesa el Mercosur porque ahí encontramos a países del peso de la Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, que pueden, podemos solucionar problemas, si es que Perú puede empezar a participar también poco a poco”, manifestó.

Kirchner y Humala estudiaron avanzar en otros temas, congelados hasta hoy en la relación bilateral. El principal es desarrollar algún tipo de acuerdo migratorio. Habló de un viceministerio especialmente dedicado a la cuestión, con el objetivo de “construir un plan de retorno” para los residentes en el exterior, que puedan acceder a viviendas y créditos en Perú, “para que vean el retorno como una posibilidad y una alternativa económica”. Se estima que en el país viven unos 300.000 peruanos.

Cristina le prometió que hará todo lo posible por estar el 28 de julio en su asunción. No hubo confirmaciones. Todo dependerá de la situación política local y de la evolución de la salud presidencial. «Ya saben que tengo un amor muy especial por Perú, por lo que Perú hizo durante nuestra Guerra de Malvinas, que puso sus aviones y sus pilotos a disposición nuestra. La verdad es que queremos mucho a Perú», definió la jefa de Estado. «Todo esto se lo reconocí al ex presidente Fernando Belaúnde Terry en el propio Parlamento peruano durante mi última visita» en 2010. Antes Humala hizo una revelación que conmovió a los argentinos: el presidente electo peruano, ex militar de la especialidad de paracaidistas, contó que se había anotado como voluntario para participar en Malvinas en 1982.

Humala seguirá viaje hacia Chile. Allí lo espera el punto más conflictivo de su gira, cuando se reúna con Piñera. Durante su campaña, Humala, en definitiva un nacionalista, prometió insistir ante Chile sobre cuestiones de soberanía y apoyar a Evo Morales en su reclamo de una salida al mar para Bolivia. La gira seguirá por Bolivia, Ecuador y terminará en Venezuela. Allí se evaluará en concreto la cercanía real que habrá entre ambos cuando Humala asuma en Perú.

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