El paupérrimo torneo de Newell’s no acarreará consecuencias directas en el próximo Apertura, pero la realidad obliga a la dirigencia a extremar medidas de cara al armado de un plantel que seguirá desmembrándose de acá al 30 de junio y necesitará de un buen número de refuerzos para encarar el futuro con mejores perspectivas.
Los números no son muy alentadores a la hora de armar la lista de supuestos refuerzos. Si bien los 700 mil dólares originales aprobados en el presupuesto llegarían a un millón después de “cambiar de opinión” respecto a la compra del 50 por ciento de Cristian Lema (le pidieron a Jorge Cysterpiller mayor plazo), la nueva cifra tampoco genera que Torrente pueda aspirar a grandes figuras.
A simple vista el entrenador necesitará al menos incorporar cinco o seis jugadores “titulares”, lo que obligará una vez más a agudizar el ingenio y también llevará a los encargados del fútbol leproso a buscar en “mercados emergentes”, con los riesgos que eso conlleva.
Como ejemplo vale aclarar que en el receso de la temporada anterior (2010/2011), la Lepra dispuso de 500 mil dólares para reforzar el plantel, y con ese monto apenas pudo traer a Sebastián Taborda, Luis Rodríguez, Gabriel Cichero, Iván Borghello y Leandro Velázquez, cinco nombres cuyo paso por el Parque no dejará ninguna sonrisa.
Otro ejemplo para reflejar lo difícil que es conseguir refuerzos con poca plata es Claudio Bieler, un jugador que Racing no quería, pero cuyo préstamo por apenas seis meses costó 200 mil dólares.
Vale recordar que en algún momento la Lepra no pudo acceder a Hernán Rodrigo López por no contar con 600 mil dólares, y el delantero se fue a Estudiantes. Algo similar sucedió con el Chino Luna, que antes de pasar a Liga de Quito pudo recalar en el Parque, pero los 600 mil dólares que pretendía Tigre por el 50 por ciento de su pase fue una cifra inaccesible para Newell’s.
Frente a este panorama, algunos directivos no verían con malos ojos buscar inversores externos que arrimen jugadores al Parque, una manera de reforzarse bien y sin demasiado costo. Pero esta situación no tendría el visto bueno de varios dirigentes de peso y tampoco de la justicia.
En su oportunidad la jueza Paula Sansó rechazó la llegada del peruano Zlatan Fernández, operación que se realizaba a través de un grupo inversor que adquiría al delantero incaico. Algo similar ocurrió con Gustavo Canales.
Además de la dificultad que presenta la situación judicial de Newell’s, esta forma de traer jugadores tampoco tiene aceptación en gran parte de la dirigencia, ya que consideran que significaría regresar a una política que ellos mismos habían sentenciado como errónea.
Para peor, el último presupuesto indica que se debe vender por 5 millones de dólares, lo que provocaría que cualquier oferta “interesante” por Mauricio Sperduti pondría a los directivos en un dilema difícil de resolver.
Lo cierto es que una vez más la plata no sobra, pero esta vez las necesidades son mayores y ya no habrá un colchón de puntos como para permitirse errores como Taborda, Cichero o Fuentes.
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