La gerente del Ente de Transporte de Rosario (ETR), Mónica Alvarado, defendió ayer en el Concejo Municipal el proyecto que propone implementar carriles exclusivos en avenida Alberdi. La reunión duró casi dos horas. Si bien la funcionaria despejó mucho de los interrogantes planteados, hubo marcadas críticas a la propuesta municipal en varios tramos del cónclave. Las dudas más importantes surgieron tras el planteo de representantes de una entidad que defiende a personas con capacidades diferentes. Es que la iniciativa viola dos ordenanzas que los protegen específicamente.
De movida, Alvarado dio explicaciones sobre algunas de las características del proyecto y justificó por qué los carriles exclusivos se implementarán ahora en avenida Alberdi. La funcionaria sostuvo que en esa arteria transitan unos 100 mil usuarios por día en colectivos urbanos y que la velocidad promedio de los mismos es de 11 kilómetros por hora. Una de las ideas del municipio es precisamente mejorar ese tiempo de recorrido en los dos kilómetros y medio en que se prevé ejecutar los carriles, que esta vez estarán uno por cada mano entre Nansen y Patio Parada. En total, son siete las líneas urbanas que circulan por la zona y 4 las interurbanas.
En torno a cómo estará estructurado, yendo desde la vereda hasta el cantero central, el proyecto propone para ambos sentidos de circulación seguir mantenimiento el estacionamiento, al que le sucederán dos carriles para autos particulares, el sendero exclusivo para el transporte público (ómnibus, taxis y remises) y, finalmente sobre la izquierda, el cantero central con las dársenas para pasajeros. Alvarado señaló que habrá seis paradas de cada lado a lo largo del recorrido y que las mismas estarán ubicadas a una distancia promedio de 300 metros entre sí.
Una de los cuestionamientos más importantes que plantearon ayer los ediles opositores y comerciantes de la zona –representados por Oscar Díaz–, estuvo vinculado con las posibles complicaciones que podrían darse con los vehículos particulares al momento de salir tras haber estacionado. La idea es que en la zona los autos se ubiquen a 45 grados y “de trompa” (hoy lo hacen de culata). Tanto Héctor Cavallero, del PPS, como Alberto Cortés, de Proyecto Sur, aludieron con fuerza a esa cuestión. Alvarado respondió que la propuesta de cambio para estacionar de frente responde a una recomendación técnica de Ingeniería de Transito municipal.
Lo cierto es que la propuesta municipal trajo algunos cuestionamientos de instituciones que defienden los derechos de personas con discapacidades.
Discapacidad
Ayer en el Palacio Vasallo estuvieron representantes del Movimiento de Unidad de Ciegos y ambliopes de Rosario (Mucar). El secretario de esa organización, Alejandro Palermo Romero, explicó que como se dispondrán las paradas cada 300 metros en dársenas ubicadas sobre el cantero central, además del riesgo por el intenso tráfico en la zona se violarán dos ordenanzas referidas a las personas con discapacidad o movilidad reducida. Esas normativas les otorgan hoy derecho a ascender o descender de la unidad en cualquier esquina que lo pidan, siempre y cuando lo hagan en los últimos 30 metros de la cuadra. Esto, claro está, no lo podrán solicitar en Alberdi
Palermo Romero, quien también es abogado y coordina el Área de Discapacidad del Centro de Derecho de la Ancianidad de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), señaló que estas normativas se aplican hoy en el resto de los carriles exclusivos de la ciudad. Y que allí no hay inconvenientes porque calles como San Lorenzo, Santa Fe, Córdoba, Laprida y Maipú lo permiten El mayor conflicto, en todo caso (dicen), radica en el hecho de que quienes no respetan la norma no deteniéndose son muchas veces los propios choferes.
Lo cierto es que este es tal vez el tema más importante a abordar de aquí en adelante y hasta la aprobación de la iniciativa. “Nosotros planteamos que una opción para poder utilizar los carriles exclusivos y no violentar la normativa vigente es colocar el carril para el transporte público sobre la mano derecha donde hoy están las dársenas de estacionamiento en 45 grados y pasar los coches al centro de la calle”, sostuvo Palermo Romero, exponiendo una idea que será difícil implementar ya que implicaría modificar gran parte del proyecto municipal.
En tanto, y consultada al respecto por El Ciudadano, Alvarado admitió tal situación y señalo que el municipio propondrá modificar esas normativas (que son la 3745, que es la de discapacidad en Rosario; y la 6822, de transporte público) para que el ascenso y el descenso se realice sólo por lugares establecidos en el proyecto.
Tras eso, Alvarado igual defendió la iniciativa municipal señalando que tanto la propia avenida Alberdi como la calzada central donde se tomará el colectivo tendrán rampas de accesibilidad. “Además tienen puestas bandas de acercamiento, de proximidad, que se llama. Y la idea es también llevar a cabo una señalización en Braile”, agregó la funcionaria.
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