Espectáculos

Miradas e historias en “Siete días en La Habana

Historias en la isla de Cuba, contadas por Laurent Cantet, julio Medem, Pablo Trapero, Gaspar Noé y Benicio del Toro, con Emir Kusturika como actor, llegan a las salas cinematográficas con siete miradas sobre la capital cubana.


Por Sergio Arboleya, Télam


Directores de fama internacional como Laurent Cantet, Julio Medem, los argentinos Pablo Trapero y Gaspar Noé y Benicio del Toro fueron convocados para mostrar siete miradas sobre la capital cubana en un ejercicio de cortos engarzados que, sin embargo, resulta anacrónico en sus críticas al régimen socialista que impera en la isla desde hace más de 53 años.

Si podría sonar panfletario referirse aLa Habanade hoy día refiriendo a la gesta revolucionaria de Ernesto Che Guevara o al liderazgo de Fidel Castro, también lo es pero en sentido inverso y tan poco original como aquel, recortar la compleja y vital realidad cubana a partir de las críticas que pueblan “7 días enLa Habana”.

El tono general que impera en el filme parece un decálogo “made in Miami” sobre las penurias y el agobio que padecen los cubanos, en lugar de entrometerse con mayor valor y agudeza en el abanico de  pesares, alegrías, complicaciones y particularidades que atraviesan a los habaneros en la ciudad que, como toda capital, es una suerte de corazón y centro neurálgico del país.

SiLa Habanay sus habitantes padecen el contraste entre sus vidas modestas y el lujo ostentoso del turismo internacional y la infraestructura montada para atenderlo y cosechar divisas indispensables para la precaria economía local, en sus calles también habitan la dignidad, la rebeldía y un fino humor capaz de enfrentar los problemas y burlar la todavía pesada y gris maquinaria propagandística oficial.

Entre los cubanos que la habitan, le insuflan vida y la padecen,La Habanaes un crisol de realidades coloridas, vitales y cambiantes que la película coral que se estrenará el jueves no consigue reflejar en su intensa variedad para, en cambio, quedarse

con las postales de su belleza y desarrollar un discurso viejo, gastado y políticamente sesgado.

Por ejemplo, la prostitución -un terrible fenómeno de violencia social que atraviesa a las sociedades, sean éstas de cualquier signo o posición- sobrevuela buena parte de estos siete relatos autónomos pero no siempre independientes entre sí.

Como muestra de esta tentación, “7 días enLa Habana” abre con    “El Yuma”, de Benicio del Toro, contando las andanzas del joven turista norteamericano Teddy Atkins al que el taxista Angelito (quien encarna el doloroso pero gastado asunto de los

profesionales que eligen dejar su oficio para servir al turismo) le muestra el submundo de la noche habanera y casi que lo empuja a la tentación de terminar la noche con una travesti.

Si el puertorriqueño que encarnó al Che en dos títulos del estadounidense Steven Soderbergh cayó en la obviedad, el argentino Pablo Trapero sorprendió con un fresco protagonizado por el excesivo cineasta y músico serbio Emir Kusturica.

En “Jam Session”, el autor de “Mundo Grúa” y “Carancho”, mostró al indomable Kusturica más preocupado por salir de parranda que por recibir lauros del Festival de Cine deLa Habana, en un tránsito etílico en el que descubre -en otra mención sobre la

tensión entre deseos y realidades- que el chofer que le asignaron es un fantástico trompetista de jazz.

Julio Medem, matizó en “La tentación de Cecilia” una historia de amor con final (in)feliz a partir del convite de un empresario musical, español como él, fascinado con la belleza y la voz de la dama mulata cuyo nombre figura en el título del corto, a la que le ofrece “sacarla” de los pesares cubanos para hacerla triunfar en el “show business” europeo.

Después de padecer las comparaciones entre la pieza que comparte con su novio, un jugador de baseball caído en desgracia, y la habitación de hotel con vista al Mar Caribe donde el español trata de convencerla, ella se queda enLa Habana. Peroen el capítulo “Dulce amargo”, del local Juan Carlos Tabío, se va con su novio en balsa a Miami.

En ese corto de quien co-dirigió con Tomás Gutiérrez Alea “Fresa y chocolate” y también fue autor de “Guantanamera” y “El cuerno de la abundancia”, el foco está puesto en Mirta Gutiérrez, una psicóloga que hasta da consejos por TV y es madre de Cecilia, pero que para parar la olla debe cocinar y vender tortas y dulces.

Más original resulta “Diary of a Beginner”, de y con Elia Suleiman, atónito observador de la realidad habanera y percibiendo la omnipresente voz de Fidel Castro en todos lados, que vaga por las calles de la ciudad mientras espera por una cita organizada por

la Embajada Palestina.

También sin diálogos pero con una poderosa fuerza visual, Gaspar Noé (“Irreversible”) exhibe el “Ritual” al que unos padres someten a su hija después de descubrir que tras una noche de baile de reggaetón en el malecón, sostiene una relación homosexual.

El cierre del recorrido es con “La fuente”, del francés Laurent Cantet (“Recursos humanos”, “La clase”), una delirante cruzada motorizada por la vieja Martha para cumplirle el deseo ala Virgen Maríaquien en un sueño le pidió que le construyera una

fuente en su living.  A los gritos para convocar a los demás habitantes de un edificio ruinoso, la mujer logra convencer a sus vecinos de emprender una cruzada comunitaria contrarreloj para seguir los designios dela Virgen.(Télam).-

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