Una de las deudas que dejará el gobierno del Frente de Todos es la prometida recuperación del poder adquisitivo del salario. Durante este período los ingresos del sector privado acumularon una pérdida de 9 puntos porcentuales y quedaron muy lejos de los indicadores del año 2015, cuando los ingresos encabezaban el podio en comparación con los de la región.
Un informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) comparó los salarios registrados de las últimas décadas, y expuso que el indicador durante este último gobierno quedó solo por encima del alcanzado en la era Macri. Paradójicamente el hachazo más fuerte a los ingresos este año se dio en el tercer trimestre, previo y posterior a las elecciones Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias (Paso).
En los tres meses previos al ballotage, donde el oficialismo sufrió un duro revés quedando tercero, se acumuló una inflación de 37%. El cálculo de Mate es que, continuar doce meses a ese ritmo, implicaría un aumento anual de 255% de los precios. El peor momento de los precios se dio justo en el contexto de elecciones.
En el sector privado registrado, el salario de septiembre fue 4,5% menor al de un año atrás. Pero al mirar por el espejo retrovisor, el mandato de Alberto Fernández acumula una caída de casi 9 puntos del salario en comparación a 2019.
Si se equiparan los salarios actuales y anteriores a valores de hoy, a los ingresos del final del Frente de Todos le falta $161.000 para alcanzar los de 2015. E incluso en esa comparación quedo bastante por debajo de los salarios en el final del ciclo Cambiemos.
De acuerdo al informe del Mirador, en ningún momento del mandato del FdT el salario real había sido tan bajo. Siempre estuvo cerca de su valor inicial, sin caer ni levantar respecto al nivel salarial heredado de Macri. Pero en los últimos meses se produjo una fuerte caída.
El gráfico expone que en los dos gobiernos de Cristina Kirchner, la última parte se caracterizó por mejoras salariales o al menos por sostener la tendencia que arrastraban. En el epílogo de la gestión de Alberto Fernández se advierte una marcada curva descendente.
Al revisar la evolución trimestral del salario, también se destaca lo sucedido en esa previa a las elecciones Paso. Es que durante ese período la pérdida de ingresos fue del 7,7%.
El informe expone como parámetro que en ningún trimestre del gobierno de Maci cayó tanto el salario y de hecho, para buscar un dato peor, hay que remontarse a 2002.
A grandes rasgos, el gobierno de Alberto Fernández terminará con un crecimiento del Producto Bruto Interno en comparación con 2019, aunque en caída en el último año y medio de gestión.
Uno de los pocos puntos a favor fue que durante estos cuatro años el empleo creció de forma sostenida desde la recuperación postpandémica. Como saldo, se acumulan 360.000 nuevos empleos privados formales en comparación con 2019.
Mientras tanto, los problemas fiscales continuaron sin resolución. Los ingresos se redujeron por la caída de las exportaciones (menores cobros de retenciones), los gastos por menos pagos de jubilaciones (compensados con bonos para los perceptores de la mínima) y por menos subsidios energéticos.
Por su parte, las reservas en poder del BCRA cayeron en forma permanente durante todo el año. La sequía se sumó a los problemas heredados provocados por el alto nivel de endeudamiento público y privado.
El impacto de la sequía hizo lo suyo y generó un fuerte déficit comercial. Para colmo los problemas financieros se profundizaron: casi 26.000 millones de dólares se perdieron por motivos financieros. Como solución transitoria y parcial se produjo un fuerte aumento de la deuda comercial.
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