Política

Análisis político

Los nuevos audios picantes del omnipresente Sain amplifican las pesadillas del peronismo provincial

El nuevo escándalo que tiene como epicentro al ex ministro de Seguridad promete llenar las semanas por venir y oscurece el futuro electoral del perottismo. La oposición aprovecha el costado más débil del gobierno, aquel que remite a la promesa de “la paz y el orden”


¿Hasta cuándo el fantasma de Marcelo Sain seguirá protagonizando las pesadillas del peronismo provincial? Respuesta probable: hasta el 10 de diciembre de 2023. El nuevo escándalo que tiene como epicentro al ex ministro de Seguridad y ex jefe del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación promete llenar las semanas por venir, atado al concurso que en abril próximo derivará en el reemplazo del jefe de los fiscales provinciales, Jorge Baclini. Después, las elecciones y, luego, el traspaso de mando.

El acceso de las querellas a los audios que figuran en la “causa” que investiga desde la ciudad de Santa Fe un hipotético fraude con la compra de armamento y una presunta inteligencia ilegal con el perfilamiento de figuras públicas y no tanto de la provincia liberó de peso a quien efectivamente haya puesto a jugar esos audios, contenidos en los celulares de los subordinados de Sain en Seguridad que les fueron incautados hace ya casi un año, sin que haya habido aún audiencia imputativa alguna.

Así, la oposición golpea el costado más débil del gobierno provincial, aquel que remite a la promesa de “la paz y el orden” que depositó a Omar Perotti en el sillón de la Casa Gris y que, pasada la pandemia, se convirtió en un pagaré ilevantable ante el regreso con mayor virulencia y mayor número de víctimas de la violencia atada al narcomenudeo y al robo depredatorio presente en las calles de las principales ciudades de la provincia.

¿Es Sain el culpable de todo lo que pasa hoy en materia de seguridad y justicia? ¿Es sólo la lógica continuación de los tropiezos que marcaron la gestión de doce años de frenteprogresismo? ¿Su gestión fue sólo una declaración de buena voluntad que más allá de tres proyectos de ley que nunca fueron tratados en la Legislatura poco y nada tendrá para recordar? ¿O es verdad que al meterse con intocables todo le salió muy caro, y que al ser el único pleno que intentó el rafaelino terminó por enlodarle los aciertos de su gestión? Preguntas que tienen muchas respuestas posibles, pero que igual hoy parecen no tener mucho sentido. Porque hoy, y como parte de un juego que alguien armó y pondrá a andar por mucho tiempo, lo que hay son audios de Sain. ¿Y qué podría ser peor que los audios de Sain? ¿Sain se quedará callado si piensa que le sueltan la mano?

Al enlodar de entrada a hombres cercanos a Perotti como el diputado Roberto Mirabella o el secretario de Justicia Gabriel Somaglia, quien haya puesto a andar los audios en los medios pateó el tablero de los concursos, que en los mentideros de la política daban por preacordados en sus principales nombres entre oficialismo y oposición, y así, además de volver a foja cero esas designaciones clave, garantizó horas y horas de declaraciones y contradeclaraciones.

¿Alguien que se quedó afuera de ese preacuerdo recurrió a la difusión de audios como manera de que el ahora agonizante concurso se convoque de nuevo? ¿Fue sólo una coincidencia que termina beneficiando a la oposición y de paso refuerza su pedido de “transparencia” para lograr ubicar más cantidad de propios nombres en un juego en el que, siempre, el partido gobernante es el que impone las condiciones?

Lo cierto es que, aturdido, el gobierno tardó en responder y lo hizo con un nuevo tiro en el pie: convocó a un off the record a cuyo final el gobernador daría una conferencia de prensa y, al decir de trabajadoras y trabajadores de prensa presentes, optó por dejarlos con la ñata contra el vidrio y delegar la palabra “en on” en su ministro de Gestión Marcos Corach. “No existe ninguna orden del gobernador ni de funcionarios para hacer investigaciones que no tengan que ver con causas judiciales”, definió el funcionario.

El que otro de los audios mencione que por orden del mandatario provincial Sain debía investigar y hasta encarpetar a un empresario periodístico generó que la noticia escalara hasta los medios porteños, ya habituados a los audios picantes del Picante Sain, que gustosos amplificaron el ataque a la libertad de expresión con repudios de todas sus agremiaciones empresariales.

Pero además, que adelantara la investigación sobre “San Lorenzo”, como en un audio eligió mencionar a su archienemigo senador Armando Traferri, también pone en la mira investigaciones posteriores. Lo mismo con el ex subjefe de Policía Ariel Zancocchia, quien “cayó” en desgracia y fue encausado por la Fiscalía provincial meses después de un audio en el que Sain, ya como ministro de Seguridad, anticipa que lo iba a “suceder”. Así, el omnipresente Sain parece volver todo el tiempo, no sólo para oscurecer el futuro electoral del peronismo, sino incluso el de las pesquisas penales que él dijo haber impulsado, y que algunos fiscales concretaron.

Por supuesto que desde el radicalismo y el socialismo aprovecharon este nuevo escándalo para llevar agua a su molino: el antecesor de Sain como ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, quien es querellante en la “causa”, se llamó a silencio luego de la difusión del audio en que Sain afirma que Mirabella le pidió que investigara sus nexos con el comisario condenado por narcotráfico Alejandro Druetta. Pullaro anduvo esta semana por Buenos Aires, donde se sacó foto con Facundo Manes y Martín Lousteau. Pero no dijo ni mu.

Para el Ejecutivo, que venía por estos meses restañando heridas, sobre todo entre el bloque de senadores con el que la sangre estuvo a punto de llegar al río, es también un golpe a su interior, en un justicialismo donde hay actores partidarios que factura en mano pretenden cobrar de alguna forma los traspiés del perottismo.

En este escenario, ¿habrá Paso en la provincia? En el país cada vez toma mayor fuerza la hipótesis de que el oficialismo las sacará del camino. ¿Está en condiciones el gobierno santafesino de eliminarlas? Perotti reiteró que nunca estuvo de acuerdo con su implementación, aunque borrarlas de un plumazo no parece estar dentro de las posibilidades del oficialismo provincial, que no controla Diputados. Desde el socialismo y el radicalismo pidieron esta semana al gobernador que dé precisiones sobre el proceso electoral. Por las dudas.

La política transita estos años cada vez más por los Tribunales y no sólo se dirimen allí los conflictos con los opositores. Así, el control de las investigaciones penales termina siendo decisivo a la hora de poder gobernar sin mayores ataduras. Que lo diga Lula en Brasil o Cristina en nuestro país. Con la suficiente capacidad de presión el poder concentrado logra que la mentira sea la verdad y viceversa. Esa lógica, la lógica del lawfare, parece ser el epicentro de este tembladeral: que nadie pueda armarme causas, ni cuando soy gobierno, ni cuando soy oposición.

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