Política

Rumbo al 2023

Balagué: “Es una incoherencia que el socialismo participe del mismo espacio que el PRO”

La ex ministra de Educación del FPCyS, ahora diputada provincial del PS y representante del sector interno Bases, rechazó alianza con "un representante cabal de la derecha". Sobre la actual situación en el país, advirtió: “Hay una gran crisis de institucionalidad y de credibilidad”


Claudia Balagué tiene una amplia trayectoria en el socialismo. Especializada en educación, fue ministra del área en las dos últimas gestiones del Frente Progresista Cívico y Social en la provincia, y ahora ocupa un lugar en la Legislatura como diputada del PS. Desde el sector conocido como Bases, resiste la incorporación del partido al frente de frentes, pero también mira con preocupación la crisis económica, social y política que atraviesa el país, y el caldo de cultivo para el surgimiento de posiciones extremas. En la provincia es crítica del gobierno por no haber podido solucionar el conflicto docente. Y también le apunta al Senado, al que considera “muy influenciado por algunas corrientes más vinculadas a los sectores más retrógrados de las iglesias”.

—En este escenario de crisis actual, ¿qué le parece lo más grave de todo lo que está pasando?

—La verdad que de todo. Me parece que hay una crisis de institucionalidad y una crisis de credibilidad en las instituciones. Por lo tanto, todo parece como anárquico, parece que cada uno hace lo que quiere, no se logra dialogar, no se logran consensos, no se logran negociaciones efectivas, cada uno tironeando en particular de lo propio, y es difícil que un país funcione así.

—El socialismo viene llamando desde siempre a no acrecentar la grieta, y esté madurando también la idea de que si esta crisis se acrecienta pierde todo el conjunto político, con el surgimiento de posiciones extremas. ¿Cómo lo analiza?

—Sí, parecería que sí, que hay un cierto agotamiento. Si bien lo hemos visto varias veces, y después termina siendo exactamente lo mismo, esperemos que esta vez no. Esperemos que realmente haya mayor racionalidad en poder sostener algo de este querido país, por el que tanto hemos luchado muchos tantos años. Creo que es difícil continuar de esta manera. Habría que hacer un llamado a una negociación productiva para que algo de todo lo que estamos padeciendo encuentre alguna vía de solución, al menos una vía de solución, porque si no, es verdad, comienzan a surgir estos extremismos, los Milei, estas personas que nos corren más hacia la derecha todavía, lo cual es dramático porque hasta se está viendo en el mundo un crecimiento del fascismo. Y eso es un drama, porque pensábamos que esas cosas ya las habíamos superado como sociedad y, sin embargo, cada tanto rebrotan.

—Esta ideología que está detrás de este intento de magnicidio reciente. Son señales que la política debería escuchar, ¿no?

—Debería escuchar, debería escuchar, de todos lados. Yo creo que ahí hay errores cometidos en los distintos sectores políticos mayoritarios. Nosotros lo hemos sufrido también acá, en Santa Fe, cuando se habló de “narcosocialismo”. Hubo embestidas muy fuertes, sin reflexión en lo que eso podía derivar. Que en definitiva puede derivar en la antipolítica y los políticos que se disfrazan de antipolíticos, pero en realidad tienen un tinte fascista. Es complejo, es muy complejo, y habría que tratar de salir de esta situación.

—Bueno, la llevo un poco más al día a día. Pensando en las elecciones del año próximo, ¿cómo está viendo esa posible incorporación del socialismo al frente de frentes?

—Nosotros desde el sector nuestro, desde la corriente de Bases, estamos dando un debate interno muy fuerte. Dentro del propio partido, lo empezamos a ver con la interna partidaria. Y ahora lo seguimos dando, porque entendemos que hay muchos compañeros y compañeras, aunque no pertenezcan estrictamente a la misma corriente de Bases, que piensan igual que nosotros. Que realmente es imposible una articulación con el partido PRO, que es un representante cabal de la derecha argentina. Lo demuestran en sus ideas y lo han demostrado en sus gobiernos. Es como una gran incoherencia que el socialismo participe del mismo espacio que el PRO. No así con el radicalismo, con quienes venimos compartiendo desde hace muchos años el Frente Progresista, junto a otras fuerzas políticas, y que entendemos que esa es la línea que hay que seguir. Una línea progresista, una línea que permita generar políticas públicas en beneficio de la gente, que es lo que este vinimos haciendo durante todos estos años, y finalmente dar una batalla que en el fondo es ideológica. Por eso también la damos adentro de nuestro partido, porque entendemos que, como en todos los partidos políticos, hay distintas corrientes de opinión, y esas corrientes de opinión disputan ideas, y disputan también propuestas políticas. Me parece que todavía estamos a tiempo. Yo soy de las que cree que todavía estamos a tiempo.

—¿Cómo está esa discusión? ¿Cómo lo está viendo usted por dentro?

—Yo creo que, al margen de algunas referencias políticas, los compañeros y compañeras militantes, los que están ahí dando batalla todos los días en los centros socialistas, y trabajando para sus comunidades, y luchando por generar respuestas diferentes, piensan que no debemos ir en una alianza con el PRO. Así que estamos en eso, estamos en eso y todavía no hay ninguna definición tomada.

—La llevo un poco a su especialidad. La provincia está viviendo un momento muy difícil, hay muchos días sin clases, venimos de la pandemia, donde los chicos lamentablemente tampoco podían asistir a la escuela. ¿Qué lectura está haciendo de lo que está pasando con el conflicto docente?

—La verdad que yo estoy muy preocupada con el tema educativo, que es donde me ha tocado trabajar casi toda mi vida, en el sistema educativo provincial y en la universidad, siempre con una lucha muy importante por la educación pública, por generar el derecho a la educación. Y ver qué por un lado tuvimos que atravesar algo dramático, como fue la pandemia, que impactó fuertemente en el sistema educativo; fue un trabajo incansable para los docentes, para la familia, por supuesto para los chicos y las chicas. Y después de todo eso que atravesamos, cuando pensábamos que íbamos a tener un año de cierta normalidad, con presencialidad y demás, ahora se suma este conflicto en la paritaria, que la verdad que agrava la situación. Volvemos a tener muchos días sin clases, sabemos que eso es difícil de recuperar. Hacía muchos años que no teníamos casi un mes este sin clases por no llegar a un acuerdo en la negociación paritaria y esto agrava la situación, porque tendríamos que estar haciendo exactamente lo contrario. Tendríamos que estar intensificando con políticas públicas, con inversión, con propuestas, ayudando a los docentes y ayudando a las escuelas para que los chicos que tuvieran trayectorias frágiles, como decimos ahora, puedan recuperar de alguna manera esos aprendizajes. Y la verdad que estamos en las antípodas de eso, estamos con un conflicto muy serio que no se ve por ahora una salida. Y no se ve tampoco voluntad del gobierno provincial de volver a establecer una negociación productiva, que es, por lo menos de mi parte y de todo el bloque socialista, lo que estamos instando a que se produzca. Que se escuche a los docentes, que se escuche su malestar, que es salarial, por supuesto, porque hay una pérdida muy importante con respecto a la inflación, pero también hay un malestar con respecto al trato de estos últimos años. De no escucharlos, de no entender sus necesidades. Así que, bueno, bregamos para que se vuelva al diálogo rápidamente para resolver este tema.

—¿En la Legislatura hay temas por resolver en este rubro?

—Tenemos muchas leyes, porque la verdad que siempre hemos querido aportar de manera constructiva ideas, propuestas, basadas en nuestra propia experiencia, como la ley de acompañamiento pedagógico, como la propia Ley de Educación Virtual, la ley de educación en general, la ley de ESI. La verdad que fueron decenas de propuestas vinculadas a educación. Recientemente la Ley de Convivencia Escolar. Todas han tenido media sanción por la Cámara de Diputados, pero la verdad es que cuesta muchísimo lograr que el Senado hable de educación. Es increíble, porque en la situación en la que estamos todos los legisladores tendríamos que estar igualmente preocupados. Y sin embargo cuesta muchísimo que atraviesen el Senado los temas vinculados a educación. Así que bueno, es una batalla que hay que seguir dando.

—¿Por qué cree que esto es así?

—Yo creo que el Senado está muy influenciado por algunas corrientes más vinculadas a los sectores más retrógrados de las iglesias, de las distintas corrientes de las distintas iglesias, bueno, los sectores más conservadores, precisamente, son los que tienen una gran influencia en el Senado. Y esto obtura las discusiones permanentemente. Lo vemos también en Diputados, porque tenemos también algunos diputados vinculados a lo que fue en su momento el bloque Somos Vida, que tampoco votan las cosas vinculadas a educación, pero bueno, allí son un sector minoritario. No influyen definitivamente, pero sí en el Senado.

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