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Los Lakers no dejaron dudas en el primer juego de las finales de la NBA

Los Ángeles derrotó con claridad a Miami en el comienzo de la definición de la mejor competencia del mundo. El Heat sufrió varias lesiones


Los Ángeles Lakers sacó a relucir el poder dominante de sus dos grandes estrellas, Anthony Davis y LeBron James, y se quedó con el primer partido de las finales de la NBA ante Miami Heat por 116-98. La diferencia en el resultado había llegado a ser de 32 puntos durante el tercer cuarto, una que se ajustaba más a lo que se vio en cancha, y el Heat lo que hizo fue apenas “dibujarla” un poco en un partido que ya estaba definido.

Anthony Davis fue dominante, con 24 tantos, y LeBron James quedó a una asistencia del triple-doble con 25 puntos, 13 rebotes y 9 pases gol.

El equipo dirigido por Frank Vogel comenzó mal en defensa, con Dwight Howard, titular, sufriendo los embates del Heat en la pintura y Bam Adebayo y Jimmy Butler en ritmo. Pero a partir del séptimo minuto del primer cuarto la historia cambió: Davis empezó a actuar como pivot, LeBron llevó bien las riendas de su equipo y el resto de los Lakers desataron una catarata de triples (terminaron con 15 tiros de tres puntos anotados, récord en la historia de la franquicia en las Finales) y fueron un conjunto muy superior al de Erik Spoelstra, basando todo más que nada en el dominio físico.

Si para Miami todo llevaba mala pinta ya en el segundo cuarto, el que perdieron por 34-20, peor quedó con Goran Dragic marchándose al vestuario durante ese período para no regresar al encuentro y con Bam Adebayo también fuera en el inicio del segundo tiempo. El esloveno se lesionó la planta del pie izquierdo y deberán realizarle estudios, mientras que el estadounidense se resintió su hombro derecho y tampoco regresó al encuentro. Además Jimmy Butler se había doblado el tobillo izquierdo y jugó visiblemente tocado en la segunda parte.

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Davis continuó influyendo en el juego y el partido ya quedó totalmente definido durante el inicio del tercer período. La buena noche del rookie Kendrick Nunn (18 puntos, con 8-11 de campo) hizo que el resultado no tenga una diferencia muy abultada, pero la sensación que quedó este miércoles fue la de unos Lakers arrolladores ante un Miami al que todo le salió mal, que mostró su peor versión de todos los playoffs 2020 y que deberá realizar modificaciones estratégicas (y probablemente de personal también) de cara al siguiente partido.

El próximo encuentro de las Finales se disputará el próximo viernes a las 22.

 

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