Coronavirus

Crónicas de cuarentena

Vacaciones 2020/21: demasiado en juego y el riesgo siempre latente de las malas decisiones

El preludio veraniego nos incita a fantasear con el descanso y el placer, es decir, es tiempo de empezar a soñar con las ansiadas vacaciones… Pero, ¿cómo serán las vacaciones en el verano austral? ¿Qué condiciones impondrá el dañino virus que no deja de atormentarnos?


Elisa Bearzotti

Especial para El Ciudadano

A pesar de la incertidumbre climática, típica de la inconstancia primaveral, octubre reincide con sus promesas de calidez y días alargados; y nos acerca, venturoso, el preludio veraniego. Entonces, nos ponemos a renovar canteros, buscamos el lugar más soleado del patio para colocar las macetas que cobijarán las nuevas semillas, desenfundamos parasoles, colgamos la irrompible hamaca paraguaya, y nos maravillamos con los gorjeos de las aves que, inmunes a cualquier pandemia, buscan una pareja para reiniciar el ciclo reproductivo.

Por estos días resulta inevitable además comenzar a fantasear con el descanso y el placer, planificando la recolección de las semillas pacientemente cultivadas en largas horas de tedio y malhumor laboral; es decir, es tiempo de empezar a soñar con las ansiadas vacaciones… Pero, ¿cómo serán las vacaciones en el verano austral? ¿Qué condiciones impondrá el dañino virus que no deja de atormentarnos?

Por el momento está claro que, al menos en el territorio argentino, no veremos la típica postal marplatense con su explosión de sombrillas coloridas, playas abarrotadas, niños salpicando arena a escasos centímetros de los ojos mientras intentamos que el sol adormezca los músculos y sobre todo el cerebro; vendedores ambulantes vociferando todo tipo de productos, pelotas de distintos tamaños cruzando nuestra cara; hilos de barriletes cortándonos las piernas cuando intentamos caminar por la playa, y perros que nos atropellan al ir en busca de su palito en el mar. No, eso ya no será.

Sin embargo, algo se está pergeñando. Hace unos días el gobierno nacional creó el “Consejo interministerial para la reapertura progresiva y responsable del turismo”, de cara a las vacaciones de verano 2020/21, para tratar de reavivar uno de los sectores más golpeados por la pandemia y ordenar un poco las diversas demandas de los sectores involucrados.

El Consejo, que se encuentra dentro del ámbito del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, será presidido por el titular de esa cartera, Matías Lammens, y estará integrado por los responsables de los ministerios de Salud, Transporte, Seguridad y Obras Públicas, y dos representantes de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete. En el Boletín Oficial se indica que su conformación resulta de la necesidad de “coordinar una reapertura progresiva y responsable de la actividad, que fomente la adopción de estrategias sustentables en el marco de la emergencia sanitaria y examine en detalle la cadena de valor del turismo desde la perspectiva del consumo y la producción responsables”.

El nuevo organismo seguramente intentará poner algo de orden en el caótico devenir de las autoridades de los municipios costeros que han lanzado consignas contradictorias y vagamente ejecutables. Por ejemplo, desde la Municipalidad de Villa Gesell adelantaron que implementarán un sistema, a través de una aplicación que se podrá descargar gratuitamente en el celular, para que los turistas verifiquen qué playas están llenas y cuáles tienen espacio antes de dirigirse hacia allí. Personal municipal estará a cargo del control de los ingresos y también se pondrán banderas para señalar si el lugar aún cuenta con capacidad. Mientras que, a muy pocos kilómetros, las autoridades de Pinamar han decidido dejar en manos de la responsabilidad social colectiva el ordenamiento de los turistas: distanciamiento, tapabocas e higiene de manos serán los únicos requisitos para moverse entre las exquisitas playas del municipio. ¿Adivinen hacia dónde se dirigirán las multitudes?

En Mar del Plata dijeron que se establecería un límite por carpa y por sombrilla de 4 personas y una distancia de 4 metros entre ellas, mientras los vestuarios permanecerán restringidos, y los paradores tendrán que admitir menos gente en sus mesas. La gran incógnita es cómo harán para controlar el ingreso a las playas dada la gran cantidad de kilómetros que abarca el litoral marítimo de “La Feliz”. Eventos masivos y boliches, absolutamente prohibidos.

En Rosario, con su oferta de costa ribereña y deportes náuticos, aún todo está por verse. Este fin de semana el secretario de Deporte y Turismo de la Municipalidad, Adrián Ghiglione, indicó a un medio local que una de las alternativas que se analizan es demarcar espacios con un esquema de círculos hechos con caños de PVC o una cuadrícula de estacas, habilitando la conformación de grupos de hasta 4 personas, en las playas de La Florida y la Rambla Catalunya. También adelantó que estudian limitar el factor ocupacional en las nueve piletas públicas al 50 por ciento para asegurar el distanciamiento social.

Dada la incertidumbre reinante, la gente comenzó a interesarse por la posibilidad de alquilar quintas, chacras, y casas en barrios cerrados, con el único requisito de que cuenten con una pileta, para asegurar la postal de reposeras al sol durante el día y picada con cerveza por la noche. El resultado es que las propiedades han alcanzado precios astronómicos, y los dueños se ponen cada vez más exigentes.

En definitiva, que el virus no deja resquicios ni siquiera para idealizar el ocio, en estas condiciones probablemente tan estresante como el tiempo que en este 2020 hemos dedicado al trabajo y al cuidado de la salud. No obstante, el verano ya abre sus puertas y el clima invita a dejarnos seducir por las doradas arenas de la costa atlántica o los arroyitos serpenteantes de las sierras cordobesas… ¿Cómo harán las autoridades argentinas para dar respuestas adecuadas a las demandas, a veces contrapuestas, de los operadores turísticos, los referentes sanitarios y el público en general, deseoso de olvidar por un rato la maldita pandemia? La pregunta del millón sigue sin respuesta, y desvela por la noche a unos cuantos funcionarios…

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