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Los dueños de una fábrica de colchones, a juicio por muerte

Los hermanos Majul están acusados del delito de incendio culposo agravado por el resultado de muerte de un operario.


La Cámara de Apelaciones en lo Penal ratificó la elevación a juicio oral de los hermanos Ivana, Germán y Cecilia Majul, dueños de la fábrica de colchones Productos Industriales SRL, donde hace más de dos años se produjo un fatal incendio que causó la muerte de un operario. Los tres empresarios están acusados del delito de incendio culposo agravado por el resultado de muerte, lo cual los enfrentará a una posible pena de prisión de uno a cinco años.

El fatal incendio se desató el 10 de septiembre de 2013, en las instalaciones de la empresa de colchones, ubicada en Urquiza y República Dominicana –barrio Ludueña–, donde murió Javier Saucedo, un obrero de 24 años. Ese día, alrededor de las 13.30, el fuego se propagó con tal velocidad que no le dio tiempo al joven de refugiarse de las llamas. El resto de lo trabajadores había salido, como todos los días, a almorzar a un quiosco cerca de la firma. La víctima fatal no salió con sus compañeros porque dijo que se quedaría a descansar.

El juzgado de Instrucción de la 14ª Nominación llevó adelante el sumario, y el 18 de agosto de este año la magistrada interviniente, Delia María Paleari, resolvió dictar “auto de procesamiento en contra de Cecilia Soledad, Ivana Andrea y Germán Pablo Majul, responsables de la empresa Productos Industriales SRL, en calidad de presuntos autores penalmente responsables del delito de incendio culposo, con resultado de muerte”.

Frente a esa situación, la defensa de los imputados interpuso un recurso de apelación que fue concedido por la jueza. Sin embargo, el jueves pasado, la Cámara de Apelación en lo Penal, con la firma de Carina Lurati, rechazó el recurso. De esa manera, el auto de procesamiento quedó firme y la causa debe ser elevada a juicio oral.

En los fundamentos, la jueza Paleari manifestó que se acusa a los imputados de “no haber observado los reglamentos y ordenanzas con relación a su profesión y a las normativas referidas a seguridad e higiene del trabajo dentro de la fábrica, causando así el incendio” y posterior muerte del operario.

Paleari expresó que “la temeraria conducta de los imputados, al no cumplir con la normativa vigente, ante un incendio originado por un cortocircuito de un artefacto eléctrico (mal ubicado), no puede relevarse a los mismos de responsabilidad, puesto que lo que la víctima debía esperar era la protección suficiente para que ante este evento cuidaran de su vida y al de todos sus compañeros”.

La ex pareja de Saucedo y sus dos hijas se constituyeron como querellantes del caso, y son representadas por los abogados María Bernardita Iturraspe y Federico Jolly.

“Para la familia de Saucedo la pérdida es irreparable. De todas maneras, está tranquila porque confía en la Justicia. Uno mismo como profesional intenta creer en la Justicia pero siempre se necesita ver para creer”, resaltó Jolly, uno de los abogados de la familia de la víctima.

Y concluyó: “Esta resolución va más allá de los intereses que estaban en juego por parte de la empresa y la desigualdad entre los trabajadores y la parte empresarial. Hay que confiar y estamos camino a eso”.

Ni la primera ni la última

Un episodio similar al de 2013 había ocurrido el 28 de junio de 2012 en Productos Industriales SRL. Aquella vez, el fuego se inició en un depósito donde se guardan las materias primas para la fabricación de colchones. Aunque los operarios intentaron extinguirlo, no pudieron contra la voracidad de las llamas y tuvieron que intervenir varias dotaciones de bomberos de Rosario y de Pérez.

Hubo daños materiales considerables, pero no víctimas. Pero hay antecedentes más recientes: el 16 de abril pasado las instalaciones volvieron a arder. En esa oportunidad, la primera dotación de bomberos que llegó al lugar logró controlar las llamas y no hubo víctimas fatales ni heridos. La preocupación de los vecinos del barrio Ludueña Sur es constante por la reiteración de este tipo de hechos y sus reclamos ya se hicieron oír en el Concejo.

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