Una mujer de 35 años prendió fuego a su pareja anteayer en la zona de Lamadrid al 4200, en el sudoeste, dijeron fuentes de la investigación. Según esta versión el hombre murió calcinado y luego la victimaria lo tiró a un volquete y lo tapó con basura. Debido a su grave estado de salud mental, la detenida fue trasladada al Hospital Psiquiátrico Agudo Ávila.
Según voceros del caso, el viernes por la mañana personal policial acudió a la zona de Circunvalación y Lamadrid, alertado por el llamado de un vecino. El hombre había visto a una mujer del barrio prendiendo fuego un cuerpo en un basural. Desde la Fiscalía afirmaron que la mujer, identificada como María “Maru” A., de 35 años, se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico. La víctima fue su pareja, Alejandro Marcelo “Jano” Silva, de 35 años.
La mujer vivía desde hace unos meses en una casilla que alquilaba en el asentamiento lindero con la avenida Circunvalación y su pareja residía en una casa a unas pocas cuadras, aunque, según indicaron vecinos de la zona, “siempre se los veía andar juntos”.
Testigos dijeron que el jueves por la noche vieron una llamarada proveniente del patio de la casa de Maru, pero nunca se imaginaron lo que ocurría puertas adentro.
Fuentes de la investigación afirmaron que, ayer por la mañana, un vecino vio a la mujer salir de su casa arrastrando un bulto envuelto en una frazada. Caminó unos 100 metros hasta un basural cercano y prendió fuego (por segunda vez) el cuerpo ya carbonizado de su pareja.
El vecino acudió rápido y apagó las llamas, mientras su hija retuvo a la mujer cuando intentaba escapar. Policías llevaron Maru a la comisaría 18ª bajo acusación de homicidio. Una pesquisa dijo que el cadáver estaba completamente carbonizado.
Según un vecino, Maru contó a un familiar lo ocurrido y el relato circuló por el barrio. El jueves por la noche, la mujer le pegó un garrotazo a Jano en la cabeza y luego lo prendió fuego. A la mañana siguiente sacó el cuerpo y lo llevó al basural, donde volvió a encenderlo y lo tapó con basura.
Según este relato, tanto Maru como Jano solían consumir pastillas con frecuencia y “siempre andaban por la calle medio perdidos”. Esta versión fue ratificada por la Fiscalía de Homicidios Dolosos, desde donde se relató que la pareja consumía pastillas que les recetaban en un dispensario de la zona y que Maru tiene graves problemas mentales. Luego del crimen, la mujer quedó en shock y ayer por la tarde fue trasladada al Agudo Ávila.
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