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Newell’s: Lo dejó chiquito

Fue 6 a 0. Schiavi y Formica hicieron dos cada uno, Estigarribia otro y Salvatierra el restante. Dos frentes abiertos

Simple, contundente, efectivo, Newell’s aplastó a San José de Oruro y salvo una catástrofe inimaginable ya está en cuartos de final de la Copa Sudamericana. Si bien se jugará a 3.800 metros sobre el nivel del mar, luce impensado suponer una complicación.

No hubo equivalencias y se notó muy rápido. Ya desde el arranque la precariedad defensiva del San José rozaba el amateurismo. Y en ese marco se movió Newell’s. Si se busca un elogio, resalta la inteligencia para no desesperarse. Esperar el momento, sin caer en los centros obligados. Y así fue como el Flaco Schiavi (vestido de artillero) en un córner ejecutado por Sperduti encontró un rebote y marcó el primero, suyo y de Newell’s.

Era la dosis de tranquilidad que el equipo necesitaba. Mateo y Bernardi (cada vez juega más) ganaban el medio con facilidad, Sperduti era un tren por la derecha, mientras Formica y Borghello esperaban por su momento. Y fue el Gato quien apareció en una faceta distinta a lo que se le conoce, peleó una pelota en el borde del área, y del rebote sacó un remate cruzado que se metió en el arco de Padilla, dos a cero y no se había llegado a la media hora de juego.

Mientras Peratta ganaba protagonismo en el festejo de los goles, porque a su arco no llegaba nadie, el Flaco Schiavi se mandó una de película para quedar como el defensor que más goles logró en el historia del club, superando por uno a Jorge Theyler, fue como venía, y casi de media vuelta, tras un tiro libre frontal puesto al área por Sperduti.

Llegó el descanso y la incógnita era hasta que número estiraría la diferencia el equipo de Sensini. Enseguida llegó uno de cabeza de Estigarribia, y después Formica metió el quinto. Fiesta total en las tribunas, la cara de los suplentes de San José eran la imagen de la más cruda frustración.

En la cancha solo faltaban los cambios para reservar jugadores, y que llegaran los goles de Sperduti (participó en casi todos los tantos) y Borghello. Este, lejos de ser un goleador se cansó de generar espacios que aprovecharon sus compañeros, por eso se fue aplaudido.

Para el final quedaba un regalito para el pibe Salvatierra. Final a toda orquesta y los hinchas ya piensan en Unión San Felipe de Chile o Liga de Quito, como próximo rival.

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