La banda del Tuerto Lucas, que según la acusación está integrada por tres jóvenes, fue imputada por cinco hechos de robo calificado y privación ilegítima de la libertad que ocurrieron dos meses atrás en viviendas de la zona norte del cordón industrial. Los jóvenes cayeron el jueves pasado tras una serie de allanamientos realizados en Rosario y Granadero Baigorria. El miércoles se definirá la medida cautelar en los Tribunales de San Lorenzo para dos de los acusados, ya que el tercero, Bladimir M., quedó en libertad, informó su abogado, Marcos Cella.
Los cinco asaltos con modalidad entradera bajo investigación ocurrieron hace dos meses en viviendas ubicadas en Dorrego al 100 de la localidad de Capitán Bermúdez; Quiroga al 300 y Falucho al 100, ambas de Fray Luis Beltrán; en avenida La América 700, de San Jerónimo, y en calle 28 al 500, de Pueblo Andino, y tuvieron una docena de víctimas. Por la mecánica y la fisonomía de los asaltantes los investigadores agruparon los casos y el jueves pasado el fiscal de San Lorenzo Juan Ledesma solicitó una serie de allanamientos para dar con los supuestos autores.
En esa instancia, la Policía de Investigaciones irrumpió en una casa de Baigorria y detuvo a Marcos Nahuel E., de 26 años y conocido como Coto. Además, en operativos simultáneos se allanó una casa en Freyre al 1900, en la zona norte de Rosario, donde cayó Bladimir M., de 22 y apodado Bladi, y cerca de allí, en Urunday al 1200, fue apresado el sindicado líder, Lucas Ezequiel G., de 23 años y alias Tuerto, quien ya tenía un pedido de captura tras quedar firme una condena.
En diferentes domicilios, los pesquisas secuestraron gran cantidad de electrodomésticos, dinero en efectivo, objetos de electrónica y una escopeta doble caño calibre 16 junto con cartuchos de diversos calibres. En ese marco, la audiencia imputativa se realizó anteayer por los cinco hechos mencionados arriba.
El Tuerto y Bladi
El Tuerto Lucas tiene sobre su haber una condena a seis años de prisión por dos asaltos. Se trató del primer juicio oral por robo calificado del nuevo sistema penal, desarrollado en marzo de 2015, cuando el acusado se presentó a la instancia en libertad y tras escuchar la resolución siguió en ese estado debido a que el juez Gonzalo López Quintana decidió postergar la detención hasta tanto quedara firme la sentencia. El fiscal Nicolás Foppiani apeló.
Seis meses después de aquel fallo, el Tuerto cayó con su compañero Bladi en el interior de un taller mecánico de pasaje Mont Cenis al 4300. Allí, los atraparon cuando intentaban sacar elementos del interior de un Renault 21, siempre según la acusación.
Un mes más tarde, el Tuerto volvió a sonar en las crónicas policiales cuando protagonizó un enfrentamiento armado contra otros dos muchachos que lo fueron a visitar a su barrio: Empalme Graneros. Fue el 30 de octubre en Medrano y Siripo y todo terminó con Lucas herido de un tiro que le quitó la visión en un ojo y otro en el brazo, mientras que uno de sus contrincantes recibió cuatro balazos en las piernas.
En tanto, Bladi estuvo nombrado como uno de los autores de la balacera que dejó heridos a dos nenes de 7 años que jugaban al fútbol en el club Defensores de América (Casiano Casas y Washington) a fines de marzo pasado, en medio de un enfrentamiento entre bandos. Tras ser acusado el 19 de abril por la Fiscalía, se dispuso su arresto domiciliario debido a que estaba convaleciente por un disparo en el estómago y también el juez Carlos Leiva valoró que no había pruebas concluyentes en su contra. Esa herida le dejó como secuela una bolsa de colostomía.
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