El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich afirmó hoy que “la sangre derramada y la soberanía nacional sobre Malvinas no se negocian”, al encabezar el acto central de la provincia en conmemoración por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas realizado hoy en Las Garcitas.
A 33 años de aquella gesta, el gobierno del Chaco rindió ese reconocimiento en esa localidad ubicada a 168 kilómetros al noroeste de esta capital porque “Las Garcitas ofrendó con 19 soldados la defensa de nuestras Islas Malvinas. Dos ellos han fallecidos, y hoy están con nosotros sus familiares para este homenaje”, dijo el gobernador.
Participaron de este acto las autoridades de los tres poderes del Estado provincial, representantes de ese y otros municipios, integrantes de Fuerzas Armadas, seguridad, la Policía, veteranos de guerra, soldados movilizados por aquel conflicto bélico de 1982 con el Reino Unido de Gran Bretaña y vecinos de Las Garcitas.
“Hoy tenemos aquí a siete de nuestros soldados. Otros estarán en otros actos y también razones personales, familiares o laborales. Y por supuesto agradezco muy expresamente el acompañamiento de todos los Centros de Soldados Ex Combatientes de Malvinas que nos acompañan en este merecido homenaje del pueblo del Chaco a nuestros héroes”, remarcó.
El jefe del gobierno provincial dijo “a 33 años de aquella gesta, reivindicamos nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas y reconocemos el liderazgo de la presidenta de Cristina Fernández de Kirchner para hacer valer nuestros derechos sobre esos territorios de la Nación Argentina”.
En ese sentido sostuvo que Malvinas “nos pertenecen por integridad territorial, por preceptos históricos” y que también oportunamente se reclamó por la vía diplomática que en 1965 la Asamblea de las Naciones Unidades “aprobó 20/65 que ambos gobiernos debían reanudar negociaciones”.
Capitanich pidió que “se cumpla de una vez por todas y para siempre que es la reivindicación del pueblo argentino exige a aquellos piratas que se apropian de territorios de ultramar en una actitud canallesca, que es absolutamente incompatible con la vigencia del Derecho Internacional”.
A ello sumó que “la usurpación de nuestro territorio en 1833 merece una condena, precisamente, de los mismos países que en el ámbito de la Asamblea de las Naciones Unidas no respetan el marco jurídico que garantiza nuestra integridad territorial”.
Consideró que hay antecedentes históricos que avalan ese reclamo como “el Tratado de Tordesillas de 1494 en adelante, la reivindicación derivada del reconocimiento del Reino Unido de Gran Bretaña de la Revolución de Mayo y que efectivamente no implicó el reclamo correspondiente a este posición”.
Luego marcó “no es admisible que un país reclame a 10.000 kilómetros de distancia una posición de ultramar ante otro país que está a 400 kilómetros” y “esto es absolutamente inadmisible, es innegociable. Por eso reivindicamos aquella frase que dice: la sangre de Malvinas no será negociada”.
“La soberanía nacional no se negocia, menos frente a los piratas de ultramar. No es posible que pretendan las potencias internacionales generar bases de apoyo militar. Y eso no es casualidad. La Argentina es un país que está emergiendo en el concierto internacional para lograr la defensa patriótica de sus intereses”, afirmó.
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