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La Nación dislocada y Binner a la espera

Para ordenarse el oficialismo habla de “Néstor jefe de Gabinete”, mientras en la oposición asoma Hermes.

Por: Alberto Fuentes

Mucha preocupación hay en diversos sectores de la sociedad en razón de los últimos acontecimientos políticos, y no es para menos. La presidenta ha sostenido que en la oposición están quienes ponen en riesgo la estabilidad institucional y fustigó sin atenuantes a ciertos jueces que se prestan a una acción que para algunos kirchneristas es bien premeditada.

Lo cierto es que no son pocos los que coinciden en que en una parte de la oposición huelga la responsabilidad y que algunos quisieran ver al matrimonio K partiendo en helicóptero antes de cumplirse el mandato, como debió hacerlo el ex presidente Fernando de la Rúa. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, por ejemplo, acaba de señalar que “hay una clara intención de la oposición de no dejar gobernar”. Algo de eso hay, aunque no en todos los casos.

Pero la irresponsabilidad opositora va más allá de estos deseos a veces inconfesos. Mauricio Macri, por ejemplo, ha salido a declarar que podría establecer una alianza política con Eduardo Duhalde con miras al 2011, pero se ha olvidado que los argentinos no necesitan por estas horas de estrategias electorales, sino de proyectos que coadyuven a sacar a esta Nación de la crisis que padece. No es el único que piensa en el 2011 mientras millones de argentinos se desangran apenas iniciado el 2010.

A la hora del análisis, por supuesto, no se pueden pasar por alto los desaguisados del Poder Ejecutivo. Así las cosas, mientras la presidenta anunciaba ante la Legislatura la derogación del decreto de necesidad y urgencia que determinaba el pago de la deuda con las reservas, la grata sorpresa entre los legisladores duró poco, porque mientras la presidente hablaba, sus allegados urdían un plan patético y consumaban una tremenda travesura: el traspaso de fondos del Banco Central al Tesoro mediante otro decreto para el pago de la deuda. Fue una verdadera burla, una ofensa política que disparó la indignación razonable del arco opositor.

 ¿Néstor jefe de Gabinete?

 Y mientras todo este disloque que perjudica seriamente al país se sucede, en Buenos Aires ha comenzado a sugerirse en ciertos ámbitos que el ex presidente Néstor Kirchner sea el que ocupe el estratégico y determinante puesto de jefe de Gabinete, desplazando a un Aníbal Fernández que, en ese lugar, hace agua por todas partes, especialmente cuando habla. “Sería lo mejor que pudieran hacer –dijo un empresario habituado a frecuentar los despachos oficiales a quien esto escribe– se blanquería la situación y se daría carta blanca a alguien que supo manejar la política hasta que debió retirarse del poder. Esto lo desarticuló”.

Lo cierto, además, es que por estas horas el ministro de Economía, AmadoBoudou, debe pilotear su permanencia en medio de una fenomenal tormenta. El mismo reconoció en una reunión íntima con algunos amigos hace pocas horas (cosa que no ha trascendido, por supuesto) que podría realizar algunas acciones “si aún permanezco”.

Lo curioso es que un personaje que nada bien le ha hecho al gobierno de los K, Guillermo Moreno, aún siga en funciones y con más poderes.

El magro retorno

 Rafael Bielsa, el ex candidato a gobernador, se acordó que Santa Fe existe y ha retornado a visitarla. No para aportar proyectos que ayuden a los santafesinos, nada de eso, sino para tantear el terreno con miras a su candidatura como gobernador. ¡Qué escasa visión política! Ni lerdo ni perezoso, un dirigente político peronista de la ciudad de Santa Fe, que no quiere saber nada con la estructura peronista y va por afuera con imagen creciente, hizo medir a Bielsa. “En mi ciudad mide 5 puntos”, dijo el hombre hace unas horas en una reunión en Rosario. Un conocedor de las cuestiones políticas y peronistas corrigió de inmediato: “en esa encuesta hay un error, seguro que mide menos. Ese puntaje es demasiado”. Sí, parece ser demasiado para alguien que vuelve con meras expectativas electorales.

 Binner y sus sucesores

 La aparición pública de Ricardo Alfonsín (hombre serio, prudente y una de las figuras más reconocidas de la oposición), al lado del gobernador Hermes Binner, ha generado más que una conjetura y hasta la conformación de dos fórmulas que para muchos son “excelentes por donde se las mire”. No hay que ser un agudo observador para deducir que las alternativas podrían ser, en un caso hipotético: Binner-Alfonsín o Alfonsín-Binner. Sin embargo, desde el socialismo alguien aclara: “No hay que pensar en fórmulas, hay que pensar en gobernar, es lo único que nos interesa”.

En el marco de las especulaciones y del lanzamiento que algunos hacen del gobernador santafesino (uno de los líderes opositores con mejor imagen en el país) al orden nacional, ya le han buscado a Hermes sucesor para la provincia de Santa Fe. Si hasta algunos, en un acto imaginativo superlativo y disparatado, han visto a dirigentes ajenos al Frente Progresista como pre candidatos. “Nada más equivocado –dijo una fuente socialista el viernes al autor de esta tira– el candidato será radical o socialista. No hemos construido todo esto para regalarlo a personas ajenas a nuestro espacio”. Para más claridad, echarle agua.

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