Ciudad

La barranca del extremo norte se va para arriba

Por Pablo Moscatello.- En avenida Carrasco se admitirán construcciones hasta los 7 metros. Críticas opositoras en el Concejo.

El Concejo Municipal aprobó en la sesión del jueves una ordenanza que modifica la altura máxima permitida en el Paseo Ribereño sobre la avenida costera Eudoro Carrasco, entre las calles Pintor Musto y Ricardo Gutiérrez. El tramo abarca los “últimos”  600 metros del extremo norte de la ciudad, antes de desembocar en el acceso al puente Rosario-Victoria o el límite con Granadero Baigorria. La iniciativa admite a partir de ahora una altura máxima de 7 metros (antes permitía hasta 4) para toda nueva construcción destinada a “vivienda unifamiliar o usos comerciales admitidos”.

La ordenanza aprobada en la sesión del pasado jueves establece que en la avenida Carrasco (la continuación de Colombres), entre las calles Pintor Musto y Ricardo Gutiérrez, se admite a partir de ahora edificar a una altura máxima de 7 metros, “tomados desde el nivel de vereda de la avenida hasta el borde superior de losa, para toda nueva construcción destinada a vivienda unifamiliar o usos comerciales admitidos”. Pintor Musto es la “última” arteria en el extremo norte de la ciudad que corre en sentido este-oeste y por la cual también se puede acceder a la rotonda para tomar el Puente Rosario-Victoria o la Ruta Nacional 11 por la que se accede a Granadero Baigorria. El tramo sobre el que se acaba de legislar incluye 600 metros sobre la citada avenida costera, un espacio, como todos los que se encuentran frente al río, altamente cotizado. El lugar cuenta con los emprendimientos inmobiliarios de uso comercial más importantes a los salones de eventos Centro Castilla y Punta Barranca. Los mismos son gestionados por privados bajo el régimen de concesión.

La iniciativa dispone que no se admitirán “nuevas construcciones bajo nivel de vereda de la avenida Eudoro Carrasco, a excepción de instalaciones, sala de máquinas o sanitarios, siempre que se correspondan con el perímetro de la edificación superior”. Además se acota que “en ningún caso podrá alterarse o modificarse el perfil de la barranca existente con edificaciones” tales como pérgolas, terrazas o escaleras, entre otras. Igualmente se indica que se admitirá la construcción de piscinas sin ningún tipo de edificación anexa, como muros, vestuarios o tanques de agua.

En otro tramo de la normativa se dispone que “las nuevas edificaciones deberán tener la mayor parte de su envolvente transparente para asegurar la continuidad de visuales. Los usos comerciales no podrán utilizar el techo como terraza accesible para ocupar con mesas u otro uso complementario al uso admitido”. También, y en otro orden, se modifica la servidumbre de jardín de 7 metros sobre la línea municipal oeste de Carrasco entre las calles Martín Fierro y Escauriza, la que se reduce a 4 metros; mientras que se establece una servidumbre de jardín de 4 metros sobre la línea municipal este de la propia Carrasco, entre las calles Pintor Musto y Gutiérrez”.

En contacto con este medio, Mirtha Levín, la secretaria de Planeamiento municipal, explicó que “la mayor parte de esos terrenos están afectados a parques públicos municipales. Hay  pocas viviendas en esa zona”. “Hasta ahora se admitían construcciones de 4 metros tanto para casas como para emprendimientos gastronómicos. Se modifica para que esos tipos de uso no tengan inconvenientes. A algunos no les daban hoy los metros. Y para poder ampliarse sólo podían hacerlo tomando parte de la barranca, o sea, hacia abajo. Y eso implicaba destruirla. Se modificó para que puedan construir un poco más para arriba. Es algo mínimo”, explicó la funcionaria, quien luego relató que Punta Barranca estaba buscando una “ampliación” de su salón. Ahora podrá encuadrar esa modificación dentro de la normativa.

Lo cierto es que la iniciativa, si bien no se discutió en el recinto, no tuvo unanimidad y fue aprobada con 11 votos a favor y 7 en contra. María Eugenia Bielsa, del Bloque Encuentro por Rosario, no apoyó el proyecto y cuestionó no sólo que no se haya explicado por qué el Ejecutivo decidió modificar la regulación en la zona, sino toda la política de planificación de la ciudad (ver aparte). “No sabemos si atrás hay algún interés particular. Pero seguramente lo aprobado  debe tener que ver con un emprendimiento que se viene. Habrá que estar atentos a ver qué hay atrás de esto”, sostuvo en duros términos la concejala.

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