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La alcoholemia cero suma voces para la polémica

Un catedrático de la UNR y una psicóloga aportan su visión, a favor, de eliminar el alcohol al volante.


Especialistas en diversas áreas se sumarán esta semana al debate del proyecto de Alcoholemia Cero en la comisión de Gobierno del Concejo Municipal. La iniciativa presentada por el edil radical Sebastián Chale ya fue analizada la semana pasada por diversas ONG que bregan por la conciencia vial, que mostraron su apoyo a la iniciativa.

Especialistas presentaron algunos reparos al igual que empresarios gastronómicos, que aseguran que la ordenanza podría perjudicados. Al Palacio Vasallo acudirán hoy, entre otros actores, Héctor Girolami, titular de la cátedra de Toxicología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas de la UNR; y Sandra Crescente, responsable del área de Tránsito del Colegio de Psicólogos de Rosario y coordinadora de la Comisión Nacional de Psicología del Tránsito. Ambos anticiparon a El Ciudadano su posición al proyecto que busca prohibir totalmente el consumo de alcohol previamente a la conducción de un vehículo.

Especialistas

“Lo ideal es el alcohol cero porque no es que con 0,49 (gramo de alcohol por litro de sangre) uno está bien y con 0,51 ya está bajo los efectos del alcohol. Ese límite se fija porque la ley debe establecer un corte. Ya con 0,20 se ven alteraciones en los reflejos. Quizás con un vaso de cerveza uno no está bajo los efectos del alcohol pero tiene una alteración en la medición o reacción frente a un obstáculo”, reconoció Héctor Girolami.

En sintonía, Sandra Crescente manifestó que la iniciativa está apuntada a fijar un límite en lo que respecta al consumo de alcohol a la hora de conducir. “Es cambiar la práctica. En lugar de sentarme en un restaurante, consumir una bebida alcohólica y salir manejando, se trata de beber algo sin alcohol. Lo mismo sucedió con el cigarrillo. Es cuidar no sólo de los demás sino también preservar la propia vida. No entiendo cuál es la desventaja cuando existe la alternativa de consumir otra bebida, ir en otro vehículo o contratar un servicio de taxi o remís”, analizó la profesional.

Materia de debate

La iniciativa de Chale prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas para los conductores particulares y contempla medidas preventivas para quienes excedan el cero y sanciones monetarias a partir de 0,3 gramo de alcohol por litro en sangre. En la actualidad, un conductor de auto puede presentar como máximo 0,5 gramo mientras que un motociclista tiene el límite en 0,2. Esto dividió las aguas entre quienes sostienen que contribuirá a disminuir la cantidad de accidentes de tránsito, apoyándose sobre datos revelados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la situación en países que ya aplican esta normativa (ver aparte), y aquellos que aseguran que podría derivar en la aparición de muchos casos de falsos positivos por consumir, por ejemplo, un chocolate con licor o utilizar enjuagues bucales a base de alcohol. Ante estos posibles “falsos positivos” piden en cambio aumentar las penas a conductores que manejan ebrios. En este grupo están los representantes de locales nocturnos y gastronómicos.

Aseguran que avanzar por este camino representará un severo perjuicio para su actividad. Hasta tildaron como responsable al Estado de no promover controles de alcoholemia en los horarios pico de accidentes: entre las 6 y 12.

La psicóloga Crescente explicó que hoy presentará frente a los ediles que integran la comisión de Gobierno sus fundamentos por los cuales la iniciativa contribuye a prevenir accidentes de tránsito vinculados con el consumo de alcohol.

“Todos estamos de acuerdo con nada de alcohol al conducir, pero luego queda como un eslogan porque cuando se aplica la alcoholemia cero muchos están en desacuerdo. De lo que se trata es de un análisis de las conductas de las personas en la movilidad, es decir, en el espacio público, sin importar si va como pasajero, peatón o conductor”, explicó Crescente, quien da clases en la escuela de choferes de taxis de la ciudad, participa en campañas de concientización y también asesora a legisladores en la elaboración de proyectos.

Mito desmentido

En relación con los “falsos positivos” mucho se habló de la fermentación del azúcar al consumir una ensalada de frutas o de la ingesta de un bombón de chocolate con licor como causal de alcohol en sangre.

Girolami se encargó de desmentirlo: “Científicamente no es posible. Si bien es cierto que los azúcares fermentan y pueden producir alcohol, necesitan un tiempo determinado”. Sin embargo, reconoció que los enjuagues bucales pueden dar positivo porque generalmente contienen entre un 5 y 10 por ciento de alcohol. Sin embargo, ello puede solucionarse rápidamente repitiendo el test unos minutos después.

Números que apuntalan esta iniciativa

Diversas encuestas revelan que el consumo de alcohol es una de las principales causas de muertes, tanto por enfermedades que desencadena como por accidentes de tránsito bajo sus efectos.

Desde la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana del municipio indicaron que a lo largo del año se realizaron más de cien operativos, contabilizando cerca de 11 mil test de alcoholemia, de los cuales sólo 963 dieron positivo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hace poco un estudio con datos que avalan la implementación de medidas para reducir el consumo de alcohol a conductores.

Según la OMS, el porcentaje de hombres con consumos episódicos fuertes de alcohol –que ingieren cuatro o cinco bebidas alcohólicas al menos en una ocasión en los últimos 30 días–, pasó del 18 al 30 por ciento entre 2005 y 2010. En mujeres, el aumento fue del 4,6 al 13 por ciento entre las mujeres.

Uno de cada cinco bebedores practica episodios de consumo alcohólico excesivo, superando el promedio global.

Sólo cinco países (Brasil, Chile, Colombia, Uruguay y Ecuador) han adoptado medidas para contrarrestar esta tendencia. Sobre esto, el concejal Chale agregó: “En Brasil, el alcohol cero consiguió descender un 20 por ciento las emergencias hospitalarias. En Chile, la cantidad de fallecidos por accidentes de tránsito provocados por el consumo de alcohol registró una baja de 28 por ciento. Los test de alcoholemia positiva, que antes de la ley alcanzaban un 22 por ciento, descendieron al tres por ciento. En nuestro país, en Córdoba, se registró un 20 por ciento menos de casos positivos, mientras que en Salta se registraron 30 por ciento menos de incidentes viales”.

La narcolemia, paso difícil de implementar

El debate sobre alcoholemia lleva también a pensar en otro tipo de sustancias de habitual consumo en conductores pero que no están prohibidas. Hace un año que el Concejo Municipal pidió al Ejecutivo local que instrumente un control de narcóticos junto con el de alcohol en operativos de tránsito. El proyecto, frustrado como otros cuando llega la hora de la implementación, fue del radical Jorge Boasso. El control pretendido buscaba detectar presencia de cocaína o marihuana en un conductor de vehículos, con multas de 600 a casi 2 mil pesos e inhabilitaciones de quince días a tres meses.

Según la ordenanza, se harán pruebas a conductores mediante un dispositivo que permite detectar drogas psicoactivas en la saliva. El sistema se basa en una plaqueta que se apoya sobre la lengua, absorbe la saliva y en unos minutos se obtiene el resultado.

Según ideó el edil radical, esta tarea de prevención no contemplaba por el momento a conductores bajo el efecto de psicofármacos como las benzodiazepinas conocidas por los nombres comerciales Rivotril, Clonazepam o Alplax. De acuerdo al Sedronar, son estas pastillas junto con el alcohol las que constituyen el principal problema en cuanto a adicción en el país.

El titular de la cátedra de toxicología de la facultad de Bioquímicas de la UNR, Héctor Girolami, señaló que implementar tales controles es, al menos, complejo. “El alcohol es un compuesto volátil que se elimina por la respiración. Te permite detectarlo. No así, detectar el consumo de Rivotril u otras drogas que solamente se metabolizan o eliminan por orina”, explicó el catedrático.

La búsqueda de narcóticos en orina o sangre requiere del consentimiento del conductor.

“Sumado a esto hay drogas como la marihuana que tienen un período de permanencia en el organismo más prolongado que el alcohol. Si un conductor fumó un porro la noche anterior a lo mejor todavía tiene el psicoactivo tetrahidrocannabinol (THC) circulando en la sangre y le va a dar positivo”, ejemplificó Girolami.

“Con el alcohol hay una correlación bastante directa con lo que es el aire inspirado y el alcohol en sangre”, agregó el bioquímico.

Un estudio europeo difundido por un laboratorio nacional indicó que hay relación entre medicamentos y los accidentes de tránsito.

Desde el Colegio de Farmacéuticos admitieron que los psicofármacos son legales y están regulados por el sistema de recetas en la ciudad aunque su adquisición de medicamentos por internet no es controlada.

El presidente del colegio, Cándido Santa Cruz, señaló que si se pudiera detectar el consumo en conductores es probable que existieran muchos con dosis que impiden manejar. En la actualidad, agregó el farmacéutico, mucha gente usa benzodiazepinas para dormir, desacelerar o sobrellevar una depresión.

Llegó hasta la Corte Suprema

La polémica en torno a qué aparato se utiliza para la prueba de alcoholemia tiene un antecedente que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. El año pasado un hombre al que le había dado 0,936 gramo de alcohol en sangre impugnó la multa aludiendo que en el acta de infracción no detallaba tipo, marca y fabricante del equipo utilizado. Por esto, entendió que no reunía los requisitos de la normativa vigente, una ordenanza de la capital santafesina, y que la muestra estaba viciada.

La apelación pasó del juzgado de faltas a la Justicia ordinaria hasta el máximo nivel provincial. Desde el municipio santafesino entregaron a la Justicia la constancia de aprobación y homologación por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) del alcoholímetro utilizado. Le sumaron el certificado de calibración, tipo, marca y número de serie, y fabricante del aparato en cuestión.

Con votos de los jueces Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco, Mario Netri y Eduardo Spuler, la Corte rechazó el recurso de queja presentado por el conductor y se confirmó lo actuado por el municipio santafesino.

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