Tal como sucedió en marzo de este año, la Alcaidía de Rosario fue noticia debido a la falta de seguridad y los intentos de fuga de sus reclusos. Aunque ahora, si bien no pudo escapar ninguno, las medidas que tomó el jefe de la Policía santafesina, Osvaldo Toledo, fueron más drásticas: procedió a la intervención y removió a las autoridades de la dependencia de seguridad.
Todo comenzó anoche, cuando 14 presos intentaron escapar del penal limando los barrotes de sus celdas, del pabellón B de la Alcaidía rosarina, ubicada en Ovidio Lagos al 5200.
Si bien lograron el objetivo de escapar, lo hicieron sólo de sus celdas, ya que quedaron atrapados en el patio interno del penal.
Se presume que los presos utilizaron elementos metálicos para poder limar sus barrotes y que fueron ingresados violando todos los controles y quizá escondidos dentro de las partes íntimas de las visitas.
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