A un año del incendio del depósito de Iron Mountain, ubicado en el barrio porteño de Barracas, los ocho bomberos y dos rescatistas que perdieron la vida en la tragedia fueron homenajeados ayer por familiares y compañeros, quienes reclamaron mayor celeridad a la Justicia, que se encuentra todavía realizando peritaje. Además, a las 9.15 de ayer también sonaron las sirenas de las autobombas de los más de 900 cuarteles de bomberos voluntarios que hay en el país.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien participó de otro acto realizado a las 11 de ayer en la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal, remarcó que pasó un año y no hay “ninguna definición por parte de la Justicia”, aunque cree que “ese incendio no fue fruto de la casualidad, sino que fue intencional”.
A las 8.15 del 5 de febrero del 2014, varias dotaciones de bomberos de la Policía Federal y los voluntarios de Vuelta de Rocha y de La Boca acudieron a sofocar un incendio de enorme magnitud en el depósito de Iron Mountain.
Los bomberos y rescatistas esperaban poder ingresar por una de las entradas, pero se encontraron con que el portón estaba herméticamente cerrado y mientras esperaban órdenes y evaluaban la situación, una gigantesca pared de más de diez metros de alto se derrumbó sobre ellos.
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