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Hija de Robert Kennedy, contra política migratoria de Trump

Kerry Kennedy, hija del político demócrata asesinado en 1968 en plena carrera a la presidencia de Estados Unidos, realiza una huelga de hambre en rechazo a la separación de miles de niños de sus familias inmigrantes


Kerry Kennedy decidió hacer huelga en McAllen (Texas), donde funciona el mayor centro de detención para niños inmigrantes.

Kerry Kennedy, una de las hijas de Robert Francis Kennedy, asesinado en 1968, en plena carrera a la presidencia de Estados Unidos, lleva a cabo una huelga de hambre en rechazo a la política de “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump, que llevó a la separación de miles de niños de sus familias inmigrantes.

Kerry Kennedy está siendo acompañada en su protesta por la octogenaria activista Dolores Huerta, así como por 11 legisladores estadounidenses y los actores LeVar Burton, Martin Sheen y Alec Baldwin, que interpreta a Trump en el programa de televisión “Saturday Night Live”.

La huelga de hambre comenzó este sábado y durará 24 horas en honor a los más de 2.000 niños que fueron separados de sus padres, informó en un comunicado la Fundación Robert Kennedy Human Rights, que dirige Kerry, séptima hija de “Bobby” Kennedy, el ex fiscal general y hermano del también asesinado presidente John F. Kennedy.

Kerry Kennedy decidió hacer huelga en McAllen (Texas), donde funciona el mayor centro de detención para niños inmigrantes, para protestar por el “enorme daño” que el gobierno de Trump está infligiendo a los niños inmigrantes y porque desea seguir el ejemplo de su padre, que acompañó a los activistas Dolores Huerta y César Chávez en su lucha sindical por los campesinos, citó la agencia española de noticias EFE.

Entre los legisladores que se declararon en huelga de hambre figura el demócrata por Massachusetts Joe Kennedy, nieto de “Bobby”, que este año se encargó de pronunciar la respuesta de su partido al discurso del Estado de la Unión de Trump.

El gobierno republicano de Trump implementó en abril una política de “tolerancia cero” con la inmigración ilegal, que lleva a procesar criminalmente a los adultos que llegan irregularmente al país, algo que antes no se hacía y que originó la separación de los niños de sus padres cuando éstos son detenidos.

Ante las fuertes críticas que generó esa separación, Trump se vio obligado el miércoles a firmar un decreto en el que ordenaba el fin de la separación de familias, pero en el que establece que a partir de ahora los menores deberán ser encerrados con sus padres mientras estos se enfrentan al proceso para ser deportados.

Actualmente, en Estados Unidos los niños no pueden ser privados de libertad durante más de 20 días, pero el gobierno de Trump ha pedido a la Justicia que amplíe ese límite.

La Casa Blanca anunció anoche que ya reunió con sus familiares a 522 niños inmigrantes, aunque 2.053 menores siguen recluidos, según datos publicados por el Departamento de Seguridad Nacional.

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