En su primer debate sobre el Estado de la Nación en el Parlamento, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy (Partido Popular, PP), ofreció ayer un discurso triunfalista que cosechó críticas de la oposición, que volvió a exigir su dimisión en el actual contexto de crisis financiera, desempleo y denuncias de corrupción (contra el partido gobernante) que existe en España, por lo que el mandatario expresó: “Me repugnan los casos de corrupción”.
“Hemos evitado el naufragio de España”, aseguró Rajoy. “España superó en 2012 los peores riesgos financieros y amenazas económicas que conoció en los últimos años”, añadió al defender su gestión desde la tribuna de la Cámara de Diputados, en el marco del debate parlamentario a más de un año del PP en el poder.
“Hemos cumplido una doble tarea: evitar el naufragio que amenazaba a nuestro país e iniciar las reformas que necesitábamos”, insistió el jefe del Ejecutivo, en referencia a los planes de ajuste y reformas neoliberales implementados bajo su mandato.
Sin embargo, al tomar la palabra, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió que la situación de España es actualmente “explosiva” ya que al fracaso de la gestión de Rajoy, que trajo “recesión, desempleo, desigualdad”, se sumó el escándalo de corrupción en el PP. “¿Cree que se puede gobernar un país en crisis pendiente cada mañana de que a Bárcenas (en referencia al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, procesado por corrupción) le dé un ataque de sinceridad? No, por eso le pido que dimita”, dijo Rubalcaba en su cara a cara con Rajoy.
“Todo está peor que hace un año, la incertidumbre de entonces es desesperación”, aseguró el jefe de la oposición, dibujando un escenario desolador que contrastaba con el que describió el presidente del gobierno.
Tras quince meses, España está “empobrecida, indefensa y entristecida”, el país que salga de la crisis “será más injusto, más pobre y más inhumano”, subrayó.
En su turno de réplica, Rajoy le respondió que no va a dimitir y criticó al PSOE.
En medio de su discurso, Rajoy anunció una nueva batería de medidas contra el desempleo. Al abordar el espinoso problema de corrupción, Rajoy se limitó a proponer penas más duras contra la “insoportable corrupción” y una vigilancia estricta de la actividad económica y financiera de los partidos, sin referirse en ningún momento a Bárcenas.
Comentarios