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Francia: obreros resisten la debacle de las automotrices

Hubo paro y movilización en Renault y PSA (Peugeot-Citroën) contra los planes de supresión de unos 16 mil empleos.


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Los empleados de los dos fabricantes franceses de automóviles, Renault y PSA (Peugeot Citroën), se movilizaron ayer en sus fábricas y en las calles para oponerse a los planes de reestructuración de las dos firmas. Por otro lado, la Justicia suspendió el plan de PSA pero desde la empresa negaron toda posibilidad de evitar su proyecto que incluye el cierre de la planta de Aulnay sous Bois y el cese de 8 mil puestos de trabajo. Casi el mismo número de bajas prevé, por su lado, Renault.

Una nueva ronda de negociaciones empezó ayer en las dos empresas en curso de reestructuración, al tiempo que varias fábricas estaban paralizadas por huelgas.

En Renault, que pretende suprimir 8.260 puestos de trabajo desde 2013 a 2016, los sindicatos se reunieron por octava vez con la dirección, que reclama la firma en febrero próximo de acuerdos de competitividad a los que los sindicatos se oponen.

En la planta de Douai (Norte), la medida de fuerza se realizó para protestar por el acuerdo de competitividad y denunciar el “chantaje” de la dirección de Renault sobre “cierre de plantas y despidos”.

En la fábrica de Flins, cerca de París, varios cientos de obreros bloquearon la carretera que lleva a la planta.

En tanto, en la sede de PSA en París, se realizó una reunión sobre el plan de reducción de puestos previsto en Rennes y Aulnay, esta última planta ubicada en la periferia de París.

El cierre de la fábrica de Aulnay está previsto para 2014 en el marco de un plan de reestructuración que incluye la supresión de 8.000 empleos, a los que hay que agregar 1.500 jubilaciones no de trabajadores que no serán reemplazados. Este plan fue anunciado a mediados de 2012 por la dirección de la firma.

Ayer por la mañana, el Tribunal de apelaciones de París decidió suspender el procedimiento del plan de reestructuración de PSA, a demanda del sindicato CGT de su filial Faurecia.

La suspensión fue decidida porque la firma no respetó el procedimiento de información y consulta del comité de empresa previsto por la ley en Francia.

La fabrica de Aulnay, donde se fabrica el C3 de Citroen, funcionaba ayer “como habitualmente” con una cadencia de producción normal –según la portavoz del grupo–, luego de los múltiples incidentes de anteayer, cuando abrió sus puertas después de haber estado clausurada durante una decena de días por los desperfectos causados por las protestas contra el plan de achicamiento.

Una portavoz de la empresa subrayó que el procedimiento del plan social de PSA, que conlleva entre otras cosas el cierre de su fábrica de Aulnay sous Bois “no está suspendido y aún menos anulado”.

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