Todas las sospechas en torno del homicidio del policía Luis Alberto García (54), degollado al lado de su cama la madrugada del sábado pasado luego de un asado con amigos, se orientan sobre la última persona que abandonó su casa de zona sur. Con esta hipótesis, anoche fue arrestada una joven que –según fuentes de la pesquisa– frecuentaba la vivienda de la víctima e incluso estuvo presente en la noche que García fue visto con vida por quienes compartieron su última cena.
La investigación del asesinato de García reconstruyó que la sobremesa se había extendido hasta las cuatro, hora en la que se fueron los últimos invitados, entre ellos dos compañeros de la fuerza, con excepción de una visita que se quedó con el anfitrión. A las ocho, cuando lo fueron a buscar para que acompañara como custodio un reparto de gaseosas, no respondió el llamado, hecho que llamó la atención de sus ocasionales compañeros de labor, que igualmente se marcharon.
Su cuerpo fue hallado unas 30 horas después por su hijo mayor, también policía, en una escena escalofriante. Los investigadores se alejaron de la hipótesis del robo y se inclinaron por un crimen “pasional”.
El policía vivía solo en una casa de Alvear al 4500 en la que no se encontraron signos de violencia. El ingreso estaba cerrado con llaves y del hogar el único faltante visible era el celular y el arma reglamentaria de la víctima. Por ese motivo, los investigadores descartaron casi desde un principio que el móvil del homicidio haya sido el robo.
Un prolijo corte en la garganta fue la causa de muerte de García, quien fue hallado desnudo, tendido en el piso, a escasos centímetros de su cama, en medio de un impactante charco de sangre, dijeron voceros, tras agregar que pese a la herida letal logró arrastrarse unos metros que quedaron dibujados en el piso.
Por las características del corte “limpio y bien alineado”, el arma utilizada fue una navaja con mucho filo o un bisturí, con la que se produjo una lesión de 10 centímetros de largo y seis de profundidad, explicó un vocero.
Los objetos de valor posados sobre la mesa de luz, como anillos de oro y perfumes, alejaron aún más la teoría de que el robo haya sido causante del crimen.
Además, indicios en la habitación dieron cuenta de que el hombre pudo haber sido degollado después de mantener relaciones íntimas.
García estaba divorciado hace mucho tiempo de su primera esposa, con la que tuvo cuatro hijos, y recomenzado su vida amorosa con una joven unos 20 años menor que él, que cursa un embarazo de siete meses, pero que abandonó la casa del policía en los últimos días tras discusiones.
La mujer, que según los pesquisas estaba visiblemente afectada por la noticia de su muerte, dijo que el hijo que espera es de García y agregó estar “al tanto” de que la casa de su ex pareja era frecuentada por otra mujer mucho más joven que ella, dato que coincide con dichos de un allegado a la familia, aunque no estaba claro si lo hacía para realizar trabajos de limpieza o en el marco de una relación privada.
Esa joven –cuyos datos no fueron aportados– fue arrestada anoche en el marco de la pesquisa como sospechosa de haber estado durante la madrugada en la casa de García. No se descarta que haya habido al menos una persona más en la escena del crimen, deslizó un vocero.
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