Durante la mañana de ayer Daniela, madre de Andrés Arduvino, el joven con antecedentes penales asesinado en el interior de un estudio jurídico durante el fin de semana de Pascuas, se presentó en Tribunales y entregó un petitorio a la fiscal de la causa donde solicita una serie de medidas tendiente a esclarecer algunos rumores que llegaron a sus oídos en torno de la muerte de su hijo: la presencia de otra persona además del abogado al momento de la pelea, la utilización de dos cuchillos, y la cantidad de heridas recibidas por la víctima, entre otros puntos. La mujer –que estaba acompañada de un grupo de personas– se manifestó en las puertas que están ubicadas sobre calle Balcarce al 1600 y luego marchó hacia el lugar del crimen. Por su parte, el abogado acusado del hecho, Fabián Casarini, fue indagado por el delito de homicidio simple y quedó en libertad aunque con algunas restricciones. El letrado debió pagar una fianza de 10 mil pesos y deberá presentarse periódicamente en el Juzgado. Su defensora sostuvo que se trató de un caso de legítima defensa privilegiada porque repelió una agresión ilegítima de un extraño y negó la existencia de dos personas y de dos cuchillos en la escena del homicidio. Anoche, Casarini habló ante la prensa: aseguró que no conocía al joven al que terminó matando; que usó el cuchillo que le quitó a Arduvino para defenderse de “las agresiones de un delincuente en un intento de robo”, y calificó como “un disparate” la versión que hablaba de que había mantenido relaciones sexuales con el joven antes de su muerte. “En ningún momento deseé un desenlace así. Mi vida está paralizada”, dijo el abogado.
En diálogo con El Ciudadano Daniela, madre de Andrés Arduvino, refirió que el petitorio tiene toda la información que pudo recabar para tratar de saber qué pasó con su hijo y describió el relato que le hizo su nuera la noche que murió Andrés. “Andábamos paseando; me dijo: «Esperame acá que tengo que ir a charlar con alguien, voy y vengo». Como demoraba voy, escucho gritos, ruidos, empiezo a forzar la ventana”, repitió Daniela los dichos de la joven. La mujer explicó que, cuando su nuera abrió la ventana, “ve a esta persona, que ahora sé que es un abogado, y se lo tira (a su hijo) todo ensangrentado para afuera”.
Daniela sostuvo también que esa madrugada, mientras estaba en el hospital Provincial, entró a ver a su hijo y que notó que “estaba todo lleno de puñaladas, de agujeros por todos lados”.
La mujer refirió que hay “un montón de versiones espantosas” por parte de este abogado que no cierran. “Supuestamente se conocerían, supuestamente (el abogado) le abrió la puerta. Una señora del edificio de al lado, que salió en el informativo, dijo que es normal que a esa hora y en ese lugar le abran la puerta a chicos”, agregó.
La madre de Arduvino dijo desconocer qué hacía su hijo en el lugar, y aclaró que Andrés tenía una adicción y estaba bajo tratamiento. “Esta gente (por el abogado) supuestamente estaba haciendo algo para trabajar con adictos, no sé si tendrá algo que ver con el tema”, agregó la mujer, que además sostuvo que el acusado se presenta como el único presente en el lugar además de Andrés. “Pero hubo dos personas que mataron a mi hijo porque le cortaron los testículos, porque tiene 9 puñaladas de diferentes cuchillos y no dejaron que trabajen los de Homicidios en todo el día”, apuntó.
También resaltó la ausencia del arma homicida y las heridas que tenía su hijo: “Tiene tajos en las manos hondísimos, en los brazos, en el cuello, en el pecho y no es de un solo cuchillo, hay heridas de algo fino y de algo muy grueso” sostuvo.
En el escrito, la mujer solicitó que se investigue la presencia de cámaras en el perímetro del departamento para saber cuántas personas había en el lugar y que se requieran las filmaciones del hospital Provincial, ya que la mujer sostiene que el defensor del acusado estuvo allí la madrugada que murió su hijo, algo que mencionó como “actitud irregular”.
También requirió una junta médica sobre el cuerpo de Arduvino para determinar las medidas de las puñaladas, un peritaje de teléfonos, secuestro de armas blancas en el estudio y la grabación de la llamada al 911.
“Nosotros confiamos en la Justicia, hicimos un petitorio para que se averigüen todas estas cosas, para saber la verdad. A mi hijo no me lo va a devolver nadie. Que este abogado pague, así como el ladrón tiene que pagar con cárcel, el asesino también tiene que pagar con cárcel. Él no puede estar en su casa como si nada, yo confío en que ahora que tienen más cosas para trabajar, y que la señora jueza (Mónica Lamperti) tome las cosas como deben ser, con justicia”, concluyó diciendo Daniela.
Por su parte Marta Macat, quien junto con Darío Kantor representa legalmente al abogado Fabián Casarini, sostuvo: “Éste es un caso de legítima defensa privilegiada porque un extraño entró subrepticiamente en la vivienda y mi asistido repelió la agresión ilegítima. Está determinado que la actividad del muchacho (por Arduvino) es lo que en la jerga se llama escruchante. Entró por la reja y salió por ahí”, dijo la abogada. Y agregó: “Mi asistido estaba durmiendo, lo despierta un ruido, abre la puerta del dormitorio y se encuentra con un extraño con un objeto en la mano. Cuando lo ve, el hombre se le tira encima y ahí comienza la pelea”, refirió la letrada, quien además remarcó que “no fueron dos cuchillos y no eran dos personas”, en alusión a los dichos de la madre de Arduvino.
El hecho ocurrió alrededor de las 3 del domingo pasado, cuando –según la versión de Casarini– Andrés Arduvino aprovechó la oscuridad de la cuadra para romper una de las rejas del departamento que da a la planta baja e ingresar con intenciones de robo.
En ese lugar funciona un estudio jurídico, pero en la parte trasera vive el abogado, quien al escuchar ruidos extraños se levantó y fue hasta la sala, donde se encontró con el intruso buscando objetos de valor, según la versión inicial.
La Policía no pudo especificar cómo fue que el dueño de casa y el intruso terminaron trenzándose en una feroz pelea. Lo cierto es que el muchacho resultó gravemente herido, salió por la misma ventana por la que se sospecha había entrado, indicaron los voceros, y fue llevado por su pareja (que lo estaba esperando en las inmediaciones) hasta el hospital Provincial, donde falleció.
El abogado, que también resultó herido, no fue hallado en su vivienda ni tampoco en sanatorios o centros asistenciales. Pero a través de dos abogados defensores, se puso a disposición de la Justicia, y se presentó más de 48 horas después del hecho, ya que se encontraba en “estado de shock”.
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