Omar Zarif regresó al equipo y cumplió. El lunes pasado, ante Independiente Rivadavia, el Turco recuperó la titularidad. Y volvió a responder a las expectativas. Tanto es así que los hinchas de Central lamentaron la amarilla que recibió en tiempo de descuento. Por esa amonestación, Zarif llegó a la quinta acumulada y quedó suspendido. Por lo tanto, no podrá jugar el lunes próximo, cuando los canallas visiten a Quilmes.
En diálogo con El Hincha, el Turco lamentó la situación. Pero además, habló de los 50 puntos que logró hasta aquí el equipo, la misma cantidad que se consiguió en la temporada anterior completa.
—A diez fechas del final ya alcanzaron los 50 puntos, la misma cantidad que lograron en toda la temporada pasada. ¿Genera algo especial?
—Por supuesto. El tema es que, este año, el campeonato es mucho más competitivo. La temporada anterior, con esos 50 puntos, peleamos el ingreso a la Promoción casi hasta el final. Ahora es distinto. Creo que los cuatro equipos que estamos arriba somos muy parejos y vamos a dar pelea hasta que termine el torneo.
—Es tan competitivo esto que, flota la sensación de que, para llegar al objetivo, tendrán que sumar una buena cantidad de los 30 puntos que restan.
—Sí, tendremos que sumar mucho más. No tengo dudas de eso.
—Todavía te debés estar lamentando por el partido que te vas a perder el lunes que viene ante Quilmes.
—Me quiero matar. Creo que el árbitro podría haber evitado mostrarme la tarjeta. Fue la segunda falta que hice en todo el partido. Pero ahora ya está, nadie me va a sacar esa amonestación. Pero el compañero que le toque entrar hará las cosas da la misma manera, o mejor que yo. Acá lo que importa es que el equipo gane más allá de quién juegue.
—Quedó la sensación de que, ante Independiente, al equipo lo contagió la urgencia del hincha. Fueron muy verticales.
—Este es un equipo vertical. Casi siempre jugamos así. No creo que hayamos jugado al ritmo de la gente. Lo que sí nos viene pasando es que no sacamos el mejor provecho en relación a la cantidad de situaciones que generamos en zona de ataque. Pero considero que, en líneas generales, Central hizo un buen partido ante Independiente Rivadavia.
—Pero el juego no fue vistoso.
—No importa, necesitábamos ganar. Y considero que fuimos superiores al rival. Pero lo más importante es que no podíamos volver a darnos el lujo de perder puntos jugando como locales.
—Los resultados de la semana pasada arrojaron saldo negativo respecto de las chances de llegar al objetivo. ¿Qué análisis hacés de lo que pasó en esta fecha que dejaron atrás?
—Creo que supimos aprovechar nuestra oportunidad. La caída de River con Atlanta nos vino muy bien. Pero en este sentido siempre digo lo mismo, lo más importante es que nosotros hagamos las cosas bien, y no andar mirando tanto cómo le va a los demás. Si nosotros no ganamos, no sirve de nada que se den resultados favorables. Y no me canso de repetir que este torneo es muy cambiante.
—¿Durante el último partido ¿escuchaste la ovación que te brindó el hincha coreando tu nombre?
—Sí, y me pone contento. Es una de las formas en que uno entiende que la gente reconoce el esfuerzo que se hace durante los entrenamientos de cada semana. No voy a negar lo lindo que es esto de recibir un reconocimiento, pero lo que más feliz me pone es que el equipo gane.
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