Después de un largo deambular por distintas áreas municipales, vecinos del barrio Hospitales fueron recibidos el lunes en la comisión de Salud del Concejo Municipal donde escucharon su quejas: un transformador que está en las cercanías de su hogar y la radiación electromagnética proveniente de un tendido eléctrico de la subestación transformadora les está arruinando la vida. El aparato está instalado frente al domicilio de Presidente Roca 3020 y Horacio Ricobelli, quien vive allí, aseguró que lleva años padeciendo vómitos, dolores de cabeza agudos, de espalda, vértigo y xerodermia (vejez prematura de la piel), que atribuye al dispositivo. Su esposa, Alicia, lo acompaña en cada presentación: “Teme por la vida de toda la familia. Ya somos expertos en el tema y desde la EPE no nos dan respuestas”, dijo. Frente a la situación, el ex ministro de Salud y titular de la comisión, Miguel Ángel Cappiello, dio la primera respuesta positiva: “Ya me comuniqué con el ministro (de Aguas y Servicios Públicos, Antonio) Ciancio y vamos a tratar el tema con suma urgencia”, sostuvo.
La pesadilla de los Ricobelli comenzó en el año 2003 cuando el cableado proveniente de la subestación cercana creció de una a seis tomas. “Fue ahí cuando nos preocupamos por la contaminación aérea que había y luego por las consecuencias que traería esa radiación electromagnética. Al tiempo mi marido comenzó con los síntomas y desde entonces su salud se fue agravando con el paso de los años”, explicó Alicia.
La mujer asegura estar “cansada de tanto luchar”: ante la falta de respuestas, inició acciones legales contra la Empresa Provincial de la Energía, pero la Justicia falló en su contra. “Se basaron en la resolución 7.798, que es de índice operativo, no sanitario. Acá esta en juego la salud de mi marido, de mis vecinos y de todos los que viven o vengan a esta zona”, aseveró.
Según la Organización Mundial de la Salud, con una exposición permanente a 4 mil gauss (unidad de medida del campo magnético), los casos de niños con leucemia se duplicarían en el mundo. “Y nosotros solemos tener 250 mil gauss en la zona”, dijeron los Ricobelli.
“Dentro de la legalidad”
Diana Antruejo, vocera de EPE, explicó a El Ciudadano que “la empresa tiene 1.300 subestaciones transformadoras en la ciudad, entre las cuales hay aéreas y subterráneas, y cada una de ellas está instalada con todas las de la ley”, al igual que las pertenecientes a servicios como agua y gas. “No todo puede ser subterráneo o todo aéreo. Sí estamos trabajando con fuerza en zonas donde hay una necesidad mayor de cambiar el estado actual del cableado, pero eso lleva tiempo”.
Antruejo agregó que si se llegó a una instancia judicial en este caso en particular, “seguramente la Justicia actuó como debía”. “De hecho, la Empresa Provincial de la Energía, en este tipo de casos donde hay denuncias de este tenor, trabaja en conjunto con las dos universidades de Rosario, la Nacional y la Tecnológica, que cuenta con profesionales de excelente nivel. Salvo excepciones, se suelen consultar a integrantes de universidades de otras provincias, pero sólo casos particulares. Por ende, ante esta resolución de la Justicia, la EPE utilizó todo el criterio técnico posible”, continuó.
Pero la damnificada replicó que su familia y vecinos son “discriminados” por vivir “a una cuadra de la villa La Lata”. “Nosotros vemos que en el centro y microcentro no hay cableados aéreos: si acá estuviéramos con los cables subterráneos, tendríamos menos del uno por ciento de radiación electromagnética”.
El matrimonio se ha convertido en experto en la materia dado que han estudiado el caso con bibliografía internacional y además cuentan con un medidor de radiación que mandaron traer desde España. “En Argentina no conseguíamos ni los textos ni los medidores. Es terrible ver cómo una empresa de esta magnitud hace negocio con la vida de las personas, de quienes pagamos su servicio cada mes”, acusó.
Hasta el momento, tanto desde el Concejo como de la Empresa Provincial de la Energía quedaron en la situación y buscar una solución en conjunto.
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